El ministro ruso de Defensa, Serguei Shoigu, aseguró hoy que las tropas coheteriles especiales recibirán modernos armamentos como los sofisticados sistemas de alta precisión Iskander-M en 2018.
Comentó Shoigu que las unidades requieren de una infraestructura adecuada para la recepción, conservación y mantenimiento de los nuevos armamentos y medios técnicos, según el programa estatal de rearme del Ejército.
Dijo al respecto que inspeccionarán la marcha de la construcción de una base en la ciudad de Znamensk y otras instalaciones empleadas como almacenes, garajes y áreas industriales comprendidas dentro de las regiones militares y las brigadas coheteriles.
El programa de rearme y dotación de las Fuerzas Armadas de Rusia previsto hasta el 2020 fue adoptado en 2008 poco antes de concluir el segundo mandato del presidente Vladimir Putin, considerado el de mayor envergadura en los pasados 23 años.
Las dotaciones de nuevos armamentos aumentaron en un 16 por ciento en los años recientes y para el 2020 deberán totalizar un 70 por ciento, indicó la agencia Ria Novosti.
Esta semana las fuerzas de la defensa espacial y coheteril iniciaron los ejercicios militares en el polígono de Ashuluk, región de Astraján, con el empleo de los complejos de misiles S-300, Favorit, S-400, Triunfo y Pantsir-S1.
Participan en las maniobras cerca de 800 efectivos de unidades antiaéreas y defensa espacial y más de 200 medios de combate y técnica coheteril, a cargo de la protección de Moscú y la región central de Rusia.
El departamento norteamericano de Estado expresó la víspera preocupación por la envergadura de esas maniobras en territorio ruso.
La portavoz Jen Psaki dijo a la prensa que Estados Unidos estaba profundamente preocupado por los ejercicios de la Fuerza Aérea y la defensa antiaérea de Rusia en regiones próximas a Ucrania y catalogó esos simulacros de provocación, supuestamente tendientes a agravar las tensiones en la frontera ruso-ucraniana.
El Pentágono y el Departamento de Estado se han mostrado reticentes a evaluar las pruebas presentadas por el mando ruso sobre los permanentes ataques y ametrallamientos a territorio de la Federación desde el lado ucraniano.
En un comunicado, el Ministerio de Defensa de Rusia puntualizó que los ejercicios tienen lugar a más de 800 kilómetros de las fronteras con Ucrania y se ajustan al plan de preparación combativa en 2014, aprobado el pasado año.
Las maniobras incluyen la participación de los aviones caza Su-27, los Mig-31, los bombarderos Su-24, y los helicópteros de combate Mi-8 y Mi-24.