El ministro ruso del Exterior, Serguei Lavrov, rechazó este jueves cualquier intento de intromisión externa en los procesos electorales y políticos de este país y prometió una fuerte reacción contra ese propósito.
Vamos a actuar con fuerza ante acciones de injerencia o presión foráneas, incluidos aquellos mecanismos relacionados con el financiamiento desde el exterior de Organizaciones No Gubernamentales (ONG), aclaró el jefe de la diplomacia rusa.
Al respecto, recordó que en Estados Unidos está prohibido el financiamiento desde fuera de ese país de la actividad política y electoral relacionada con las ONG.
Los tiempos cuando a Rusia se le podía hablar en el idioma de presiones y enseñanzas sobre derechos ya pasaron, aclaró.
Nuestros socios estadounidenses conocen muy bien tal situación, pero la inercia de anteriores posiciones y estereotipos en Washington tiende a salir a flote, subrayó Lavrov en esta capital.
Para nosotros, y lo decimos abiertamente, la intromisión foránea es un factor que torpedea la confianza y entendimiento mutuos, lo cual también molesta la cooperación práctica con el país norteño, subrayó.
Las declaraciones de Lavrov coinciden con las denuncias hechas por el primer ministro Vladimir Putin sobre actividades de provocación de la oposición, como los autoataques, para luego presentar esos sucesos como una consecuencia de supuestas acciones del Gobierno, aclaró.
En el último día oficial de campaña electoral, poco más de una veintena de jóvenes intentó repartir tiendas de campaña en la céntrica plaza Pushkin, pero fueron interceptados por miembros del movimiento juvenil Nashi.
Para el próximo lunes, un día después de los comicios presidenciales, las autoridades moscovitas autorizaron una demostración de la oposición no parlamentaria en la plaza Pushkin, con la anunciada exigencia de elecciones limpias.
Unos 380 mil policías se encargarán este domingo de mantener el orden público y la seguridad de los 96 mil colegios electorales del país.