Rusia calificó como “inadmisible” la decisión de la Unión Europea y los Estados Unidos de imponer sanciones unilaterales o colectivas contra Irán, más allá de las penalidades establecidas por el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (ONU).
Para el canciller ruso estas sanciones lo único que logran es truncar el proceso de paz y de solución política y diplomática con el país persa. Sostuvo que estas medidas lo que refleja es el desprecio que tienen por lograr una labor de entendimiento colectivo.
El Ministro de Asuntos Exteriores Serguei Lavrov, en nombre de Rusia declaró «Consideramos inadmisible la práctica de emplear contra Irán sanciones unilaterales o colectivas que rebasen los marcos del régimen de sanciones impuesto a ese país por el Consejo de Seguridad de la ONU».
En este sentido, el vocero de la Cancillería rusa, Andréi Nesterenko, sostuvo que Estados Unidos (EE.UU.) y la Unión Europea (UE) de esta forma «minan los esfuerzos colectivos por hallar una solución política y diplomática a la situación en torno al programa nuclear iraní y muestran su desprecio hacia los planteamientos sopesados y concordados de la resolución del Consejo de la ONU».
«Rechazamos categóricamente cualquier intento de proyectar la legislación interna de la UE y de EEUU a terceros países, y de emplear las sanciones contra compañías y personas físicas de estados que cumplen escrupulosamente las exigencias de las resoluciones del Consejo de Seguridad», indicó el el vocero.
Nesterenko también asevero que las sanciones adicionales unilaterales de la UE y EE.UU. «van mucho más allá de la solución de las tareas de no proliferación y no ayudan a encontrar una rápida solución política y diplomática del problema iraní”.
Para el vocero los últimos movimiento de los Estados Unidos y la Unión Europea entorpece las gestiones de los países negociadores con Teherán (EE.UU., el Reino Unido, Francia, Rusia, China y Alemania).
Moscú reconoce la disposición expresada por Teherán para continuar negociando con Turquía y Brasil el acuerdo que consta de intercambiar uranio poco enriquecido por combustible nuclear para ser utilizado con fines médicos.
En la declaración tripartita alcanzada el pasado 17 de mayo, Irán aceptó enviar mil 200 kilogramos de su uranio enriquecido al 3,5 por ciento a Turquía a cambio de 120 kilos de uranio enriquecido al 20 por ciento, para alimentar su reactor de investigaciones médicas.
Por su parte, Estados Unidos mantiene sus pretensiones de condena. El Gobierno iraní ha desestimado las imputaciones sin fundamentos de potencias occidentales sobre las supuestas intensiones bélicas de su programa atómico.
Irán afirma que, con su programa atómico, busca generar energía eléctrica con fines pacíficos, siguiendo lo establecido en el Tratado de no Proliferación nuclear.
La Cancillería rusa mostró su agrado de la disposición del Gobierno de Teherán para asistir a la reunión en el mes de septiembre del grupo de Viena (compuesto por Rusia, Francia, Estados Unidos y el Organismo Internacional de la Energía Atómica).