El vocero de la Cancillería rusa, Alexander Lukashevich, consideró este viernes que una solución militar del asunto iraní traerá como consecuencia una variedad de problemas, no sólo de dimensión regional sino a nivel global.
Lukashevich afirmó que para la solución del desacuerdo en torno al programa nuclear iraní, sólo puede haber una salida diplomática. «Cualquier conflicto debe resolverse por medios pacíficos», apuntó.
Sin embargo, señaló que el intento de una serie de estados de resolver las diferencias con métodos militares como en Afganistán e Iraq o en el caso de Libia (agredida por la alianza noratlántica) demuestra una vez más que esos modelos son absolutamente inaceptables.
“Esto viola las bases del derecho internacional y del nuevo orden mundial, el cual se basa en los principios y normas de la Carta de la Organización de Naciones Unidas, y de toda esa organización en su conjunto”, comentó.
Subrayó que Rusia se atiene firmemente a su plan de una búsqueda de solución al caso iraní mediante el diálogo, en el formato del sexteto (compuesto por Rusia, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña, China y Alemania), a fin de regular la situación.
«No existe ninguna solución militar ni por aislamiento de Irán para resolver el referido problema. Estimamos que el capítulo de sanciones contra el estado persa quedó atrás con la aprobación en 2010 de la resolución 1929 del Consejo de Seguridad de la ONU», opinó.
El funcionario ruso aseguró que tales medidas fueron lo suficientemente severas como para mostrar a la dirección iraní que la comunidad internacional espera de Teherán pasos concretos y claros para garantizar la transparencia de su programa atómico.
La Cancillería rusa calificó de politizado e infundado un nuevo informe del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) sobre el programa nuclear iraní, cuyos anexos secretos se filtraron a la prensa estadounidense, antes de su discusión en Viena, el próximo martes.