Rusia ha ofrecido a Ucrania un precio final de gas de 385 dólares por 1000 metros cúbicos, y ha advertido que si Kiev sigue pidiendo un precio inferior, podría poner en peligro las relaciones entre los dos países.
“Creemos que nuestras propuestas son más que amistosas, enfocadas a apoyar la economía ucraniana en un momento difícil (…)”, ha asegurado el presidente ruso, Vladimir Putin, durante un encuentro con los miembros de su gobierno.
En este sentido, el titular ruso ha avisado que si tales ofertas son rechazadas, el país no tendrá más opción que pasar “a otra fase totalmente distinta”.
En respuesta, el primer ministro interino de Ucrania, Arseni Yatseniuk, ha tachado de una “trampa” y ha acusado a Rusia de utilizar el gas como “un arma política”.
El precio de 385 dólares por 1000 metros cúbicos es el resultado de una rebaja de 100 dólares, ofrecida por Moscú, pero sigue siendo superior a la que pide Kiev, es decir, de 268 dólares.
Putin también ha culpado a las autoridades ucranianas de paralizar las negociaciones por pedir un mayor descuento basándose en “argumentos ininteligibles” y ha aclarado que la oferta de su país es la misma que presentaba a Ucrania, bajo el mandato de Víctor Yanukóvich.