Natasha Marie Harris, de 30 años de edad, murió el 25 de febrero del 2010 en Invercargill, Nueva Zelanda. Su pareja, Christopher Hodgkinson, afirmó que el deceso se produjo por el consumo excesivo de bebidas gaseosas.
Hodgkinson dijo el jueves que Natasha se sentía mal y no tenía energía, lo que a su juicio provocó la muerte de su pareja.
En sus declaraciones al tribunal señaló que ella había estado enferma un año antes de su muerte, presentando vómitos hasta seis veces por semana, pero creyeron que el mismo era causado por el estrés de cuidar a sus ocho hijos y por problemas ginecológicos.
La evidencia médica demostró que la principal conclusión de la muerte se debió a una arritmia cardíaca.
Por su parte, el Dr. Dan Mornin declaró al tribunal que Natasha probablemente tenía hipokalemia severa, que es falta de potasio en la sangre, patología relacionada al excesivo consumo de refrescos.
Christopher Hodgkinson reveló que Natasha tomaba al menos 10 litros de refresco al día. “Lo primero que ella hacía en la mañana era tomar Coca Cola y lo último que hacía en el día era tomar Coca Cola en su cama”, acotó.