Polémica por la actuación de la Organización Mundial de la Salud en la influenza AH1N1|OMS negó presiones de las farmacéuticas pero el Consejo de Europa no le creyó

El agente alcanzó a 120 países y territorios en apenas ocho semanas; el día de hoy se han notificado casos en prácticamente todas las naciones

Durante la audiencia de la Organización Mundial de la Salud ante el Consejo de Europa, el experto en pandemias del organismo internacional, Keiji Fukuda, aseguró no haber recibido presiones de las farmacéuticas para exagerar la gravedad de la influenza AH1N1. La enfermedad es, recalcó, lo suficientemente grave. Hasta la fecha se han notificado “más de 14.000 muertes confirmadas en el laboratorio”.

Las decisiones normativas “y la respuesta en relación con la pandemia de gripe recomendadas y adoptadas por la OMS no han estado sometidas a ninguna influencia indebida de la industria farmacéutica”, declaró Fukuda.

La comparecencia de Keiji Fukuda ante el Consejo de Europa fue catalogada como un “verdadero combate” por las agencias internacionales de noticias. Prueba de ello son las declaraciones de sus participantes. El máximo vocero de la Comisión de Salud del Consejo de Europa, Wolfgang Wodarg, dijo que no se puede creer en el criterio de la OMS “porque ya han dicho que ha habido una epidemia enorme dos veces (gripe aviar y gripe A)”, y en ambos casos “fue una mentira”.

La OMS se defiende

La Organización Mundial de la Salud, agregó Fukuda, “considera las acusaciones de conflictos de intereses con la mayor seriedad y está convencida de la integridad y la validez científica de las decisiones adoptadas durante esta pandemia de gripe”.

El comportamiento asumido por la OMS en la atención de la influenza ha sido cuestionado por especialistas europeos, quienes consideran que los laboratorios presionaron a la Organización para vender vacunas y medicamentos.

“La OMS toma precauciones contra la influencia de posibles intereses impropios”, aseguró Keiji Fukuda

Ante estas acusaciones, Fukuda explicó que la pandemia de gripe “es un suceso bien documentado desde el punto de vista científico, en el que la aparición y la propagación de un nuevo virus gripal ha causado una pauta de morbilidad desacostumbrada en todo el mundo”.

Y añadió: “No se trata una cuestión arbitraria de invención de palabras, definiciones o polémicas”. A su juicio, “calificar la pandemia de «falsa» supone pasar por alto la historia y los datos científicos recientes y trivializar la muerte de más de 14 000 personas y los numerosos episodios de enfermedad grave que han sufrido muchas más”.

“Una de las funciones principales de la OMS, que ésta asume con la mayor seriedad, es la prestación de asesoramiento independiente a los Estados Miembros”, argumentó el funcionario. “La OMS toma precauciones contra la influencia de posibles intereses impropios”.
Sin embargo, la Organización reconoce que la cooperación mundial con diversos asociados, entre ellos el sector privado, “es indispensable para abordar de la mejor forma posible los retos de la salud pública tanto presentes como futuros”.

En su descargo, Fukuda ratificó que se han implantado “numerosas medidas de salvaguardia” que permiten a la OMS “manejar los conflictos de intereses, reales o percibidos, de los miembros que componen sus grupos consultivos y comités de expertos”. Incluso, “los expertos externos que asesoran a la Organización firman una declaración de intereses en la que detallan cualquier tipo de interés profesional o económico que pudiera comprometer la imparcialidad de sus consejos”.

Sin punto de comparación

La rápida diseminación del virus motivó la reacción de la Organización, respondió el vocero. El agente “se propagó a una velocidad sin precedentes, alcanzando a 120 países y territorios en apenas ocho semanas; al día de hoy se han notificado casos en prácticamente todos los países”.

La pandemia de H1N1 difiere de la gripe estacional, detalló el médico. “Se han producido grandes brotes fuera de la temporada habitual de la gripe”. El virus ha provocado “una sorprendente y desacostumbrada pauta de morbilidad grave y muertes entre personas jóvenes; muchos de los casos mortales se debieron a una neumonía viral, un tipo de neumonía particularmente agresiva”. Esta pauta, acotó, “no es la que se observa normalmente durante la gripe estacional”.

Fukuda rechazó que se compare la influenza AH1N1 con la gripe estacional. “Eso equivale a comparar manzanas y peras”, sentenció. “El número de muertes atribuibles a la gripe estacional está basado en modelos estadísticos. En el caso de la pandemia, cada una de las muertes ha sido confirmada mediante pruebas de laboratorio y, sin lugar a dudas, las cifras así obtenidas son mucho menores que las reales”. En general, destacó, “hacen falta entre uno y dos años después del fin de una pandemia para obtener estimaciones más realistas de las cifras de mortalidad utilizando modelos estadísticos”.

Consejo de Europa: sigue investigando

Sin “pelos en la lengua”, los examinadores del Consejo de Europa emplazaron a Fukuda. La OMS, indicó Wolfgang Wodarg, “cambió la definición de esta enfermedad justo antes de elevar el nivel de alarma”, con lo que obligó a los gobiernos del mundo a comprar vacunas, algo que -en su opinión- era “innecesario”.

El Consejo de Europa va a proseguir las entrevistas y estudios para juzgar el comportamiento de la Organización. Tal como lo señaló Wodarg, el propósito es  evitar, a futuro, nuevas “falsas alarmas”.

Con respecto a la relación entre este virus y las niñas y niños, Wodarg piensa que “fueron vacunados inútilmente” con dosis que sólo han sido probadas con adultos. El diputado y epidemiólogo alertó sobre el posible riesgo de cáncer por el uso de la inmunización, ya que -insistió- contiene una célula cancerígena. El debate continúa.

T/ Vanessa Davies
F/ Agencias
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