Salvador de la Plaza, enemigo de la injerencia del capital monopolista extranjero

Salvador de la Plaza fue un personaje relevante de nuestra historia, absoluta vanguardia desde los años 20 hasta el final de sus días en 1970, es decir: por mas de 50 años dictó cátedra de venezolanidad, nacionalismo, compromiso con el socialismo y con la Patria.

Así lo manifestó Carlos Mendoza Potellá, economista, profesor universitario, analista petrolero y asesor de la Presidencia del Banco Central de Venezuela, con motivo del aniversario del deceso de este estudioso de la realidad petrolera venezolana, ocurrido en Caracas el 29 de junio de 1970.

Mendoza Potellá destacó que Salvador de la Plaza era un hombre bastante fuerte en sus posiciones públicas; que mantenía firmes convicciones sin hacer transigencias; poseedor de una ideología nacionalista petrolera que lo hacía enemigo completo y total de la injerencia del capital monopolista extranjero en Venezuela.

“Fue un dirigente social venezolano que luchó contra la larga dictadura de Juan Vicente Gómez, dio combates políticos e ideológicos, sufrió cárcel, padeció numerosas exilios y enfrentó innumerables conspiraciones”.

-Internacionalmente fue muy respetado y reconocido como hombre altamente preparado en todos esos embates, con destacada participación política en varios países, como Francia, España y México en los años 30 y 40, agregó.

GIGANTESCO APORTE

-Salvador dedicó su vida al estudio de nuestra economía y en particular a la economía petrolera, a la cual aportó una extensa bibliografía, reflexiones, artículos de prensa, que conforman una gran biblioteca que funciona adscrita a la Universidad de Los Andes.

Citó entre otros títulos de De la Plaza: La economía minera y petrolera de Venezuela, Breve historia del petróleo en Venezuela, Estructura de integración nacional, El petróleo es propiedad de la Nación, y otros muchos libros de su autoría, pues estuvo investigando hasta los últimos días de su vida.

En ese periodo trabajaba en el Instituto de Investigaciones Económicas de la Universidad Central de Venezuela, precisó.

-En la UCV participó en muchas discusiones y foros en los cuales sostuvo posiciones incluso mas radicales que las de Juan Pablo Pérez Alfonso.

Al respecto Mendoza Potellá contó sobre un debate en la Biblioteca Central de la UCV, donde los dos expertos exponían sus posiciones acerca de cómo aumentar mejor la participación de la Nación en el negocio petrolero.

“Pérez Alfonso era partidario del aumento permanente del impuesto sobre la renta. Salvador de la Plaza consideraba que era necesario nacionalizar, que las regalías, -que antes no se llamaban “regalías” sino royalties eran propiedad de la Nación y, por ende, no debían entrar en las cuentas de costos de las compañías y a raíz de esa polémica escribió un libro que se llama El royalty es de la Nación

EJEMPLO PARA LA JUVENTUD

Explico Mendoza Potellá que el petróleo ha sido siempre un negocio geopolítico, estratégico, para las compañías en el que los gobiernos de los países mas poderosos han tratado de imponer sus condiciones a los Estados pequeños y esa fue su lucha: contra las posturas entreguistas de los gobiernos y lacayos criollos de las petroleras, denunciando las maniobras de estas empresas y el robo que hacían a la Nación en sus cuentas.

-Salvador de la Plaza era abogado pero trabajó mucho el problema de la justicia y de la participación nacional en el negocio petrolero y la expoliación que las compañías hacían. Paralelamente llevaba una gran la lucha contra los políticos de las corrientes socialdemócrata y socialcristiana complacientes con los excesos que cometían las petroleras en Venezuela.

“Es una comprensión que tiene que tener la juventud, pues por eso Salvador es un ejemplo de firmeza, de lucha en todos los campos, no solamente en lo intelectual sino en el campo político, ya que a riesgo de la vida y de todo, se enfrentó siempre y tuvo posiciones firmes, solidas, con base en un profundo conocimiento y estudio”.

No fue persona de consignas aprendidas de la noche a la mañana y voceadas con emoción sino un hombre de estudio y de riguroso análisis de las circunstancias; que sabía lo que decía e independientemente de que alguien pudiera considerar que se equivocó en algunas cosas, de que alguien le dijera “tú eres un comunista loco que ni tus camaradas te quieren”, se mantenía firme en sus posiciones y no ha sido desmentido. Ha tenido razón en la mayor parte de sus polémicas afirmaciones, aseguró.

REVOLUCIONARIO LEAL Y CONSECUENTE

“Por eso tuvo incontables problemas por sus opiniones disonantes con respecto a las líneas el Partido Comunista de Venezuela (PCV) y por sus compañeros ortodoxos y, en consecuencia, se le tuvo como un comunista disidente para sus camaradas”, comentó el profesor Mendoza Potellá.

-En todo caso, fue indiscutiblemente un revolucionario absolutamente leal y consecuente que se consideró a si mismo comunista durante toda su vida, sin haber militado jamás en otra organización política, ni haber dado lugar a dudas al respecto, puntualizó

Es por todo eso que de Salvador de la Plaza se dice que fue un pensador marxista que, dominando temas legales tales como nacionalidad y soberanía, obtuvo una visión muy clara sobre las soluciones que el país requería, convirtiéndose en una de las fuentes teóricas mas sólidas sobre la materia, con vistas a la soberanía nacional, a poner fin a la evasión de impuestos por parte de las compañías y al ejercicio del derecho por parte del Estado; a tomar las medidas mas convenientes y, como revolucionario, académico e intelectual, se le reconoce que hizo todo lo posible para demostrar que el petróleo estaba destinado a ser herramienta para liberarnos de la dependencia extranjera.

T/ Mercedes Aguilar