Salvadoreños dieron último adiós al artista Fernando Llort Choussy

Los restos del reconocido pintor y Premio Nacional de la Cultura de El Salvador, en 2013, Fernando Llort, quien legó una obra fuertemente ligada a la identidad visual de su país, por sus colores, formas simples e influencia del arte maya y cristiano, fueron inhumados el domingo 12 de agosto, en compañía de familiares, amigos y seguidores de su obra.

Fernando Llort Choussy (San Salvador, 7 de abril de 1949-10 de agosto de 2018) destacó en el ámbito de la música, el dibujo, la pintura, la cerámica, y la escultura.

En la década de los ochenta, la obra de Llort ya se había convertido en un símbolo de identidad de El Salvador. Se destacó por diversas obras como la decoración de la capilla Monseñor Romero en la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas, en 1985, y por el mural La armonía de mi pueblo que ocupó la fachada de la Catedral Metropolitana de San Salvador desde 1998 hasta finales de 2011, cuando el arzobispo Escobar Alas decidió retirarlo arbitrariamente, destruyendo lo que Llort consideró la mejor obra de su vida.

También elaboró La Cruz Romero, inaugurada El 23 de septiembre de 2013, en la catedral católica de San Jorge, de la ciudad de Londres donde fue colocada una cruz de cuatro metros de altura en honor del arzobispo Óscar Romero, la cual contiene un fragmento de la sotana ensangrentada que el sacerdote vestía el día de su asesinato.

La Secretaría de Cultura de la Presidencia de El Salvador, designó a Llort como ganador del Premio Nacional de Cultura por «sus méritos como gestor cultural y por haber transformado a la comunidad a través de la enseñanza de sus diseños artísticos aplicados a la artesanía, lo cual desarrolló una industria comunitaria sustentable, que dio origen a la primera cooperativa de artesanos llamada La Semilla de Dios.

Fernando Llort dejó huella en el imaginario cultural salvadoreño

El mural La armonía de mi pueblo fue destruido por orden del Arzobispado

T/ Redacción CO
F/ Archivo CO
San Salvador