Salvaguardia del patrimonio cultural requiere el esfuerzo de todas las entidades gubernamentales

El titular del CDC hace un llamado a todos los niveles de gobierno para poder desarrollar la titánica tarea de promover y conservar en el tiempo la diversidad de nuestro acervo cultural inmaterial

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En los últimos ocho años han ingresado a las listas de Patrimonio Cultural Inmaterial de la Unesco un total de siete manifestaciones tradicionales venezolanas. Esto, a juicio del presidente del Centro de la Diversidad Cultural, Benito Irady, implica el reconocimiento para Venezuela de 193 países miembros de la Organización de Naciones Unidas (ONU) como “un territorio de paz, en el que se respetan los derechos humanos” y en el que “se promueve la cultura en sus distintas formas”.

En conversación con el Correo del Orinoco, Irady destacó que estos ingresos en las listas patrimoniales de la Unesco si bien exaltan manifestaciones ancestrales creadas y mantenidas por el pueblo a lo largo de centurias, también es un reconocimiento al Estado venezolano por la salvaguardia, atención, promoción y acompañamiento de estas manifestaciones.

“El logro más significativo de la Revolución Bolivariana en materia de cultura ha sido los sucesivos ingresos de las culturas tradicionales del pueblo venezolano a las listas del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. Con el respaldo de la ONU y el respeto de esa misma organización, por medio de la Unesco, estamos dando un ejemplo ante el mundo”, evaluó Irady

UNA RESPONSABILIDAD

Esos ingresos de nuestras manifestaciones de raíz tradicional a las listas en las cuales la Unesco registra el Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, más allá de ser un reconocimiento, implican para el Estado venezolano la enorme responsabilidad de desarrollar programas que promuevan estos elementos (las manifestaciones en cuestión) y garanticen su permanencia, desarrollo y evolución natural a lo largo de los años.

Inclusive, la Convención para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial creada por la Unesco en 2003 exige a los países miembros entregar informes periódicos que demuestren la efectividad de los planes de salvaguardia que se deben incluir en los expedientes al momento de postular los elementos a las listas de acervo cultural inmaterial de la humanidad.

De tal manera que desde este año Venezuela está obligada a entregar, año tras año, informes periódicos, “tan o más exigentes que los propios expedientes” para postular a los elementos tradicionales a las listas de patrimonio inmaterial de la humanidad, que demuestren el impacto de los planes de salvaguarda para nuestras manifestaciones declaradas por la Unesco, entre las que se cuentan los Diablos Danzantes de Corpus Christi de Venezuela (2012), la Parranda de San Pedro de Guarenas y Guatire (2013), ambas incluidas en la lista representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.

Igualmente se cuentan la tradición oral mapoyo y sus referentes simbólicos en el territorio ancestral (2014) y los Cantos de trabajo de los Llanos de Colombia y Venezuela (2017) contempladas en la lista del Patrimonio Cultural Inmaterial que requiere medidas urgentes de salvaguardia, así como los conocimientos y técnicas tradicionales vinculadas al cultivo y procesamiento de la curagua (2015), el Carnaval de El Callao, representación festiva de una memoria e identidad cultural (2016), estas dos últimas en la lista representativa, y más recientemente, de este año, el programa biocultural para la salvaguardia de la tradición de la palma bendita en Venezuela, manifestación que ingresó a la compleja lista del Registro de buenas prácticas de salvaguardia.

UN LLAMADO

Esta tarea titánica de acompañar al pueblo en los planes de salvaguardia de nuestra culturas tradicionales, especialmente en el complejo contexto económico actual, es como un inmenso mar de aguas turbulentas “en las que el CDC no puede navegar solo.

“Necesitamos del acompañamiento de un conjunto de actores esenciales: De los alcaldes (50) en cada una de las localidades donde existen manifestaciones declaradas; de los gobernadores (y concejos legislativos) en cada uno de los estados (13) donde están esas manifestaciones, y del acompañamiento del Consejo de Ministros. Esto ya no es una asunto del CDC, ni del Ministerio del Poder Popular para la Cultura. Se requiere mucha musculatura para seguir demostrándole al mundo la fuerza de ese patrimonio que viene de los pueblos”, solicitó Irady.

A manera de ejemplo, el titular del CDC contó que ni este organismo ni el ministerio para la Cultura, su ente rector están en capacidad de resolver un problema tan complejo como el que demanda el pueblo mapoyo, en relación a la invasión de sus espacios sagrados.

“Hay una parte de nuestro gobierno que esta representado en la CVG (Corporación Venezolana de Guayana) y particularmente en la empresa Bauxilum, a la cual, necesariamente, debemos pedirle toda la cooperación para que nuestro próximo informe periódico ante la Unesco demuestre en el año 2022 de qué manera se ha atenuado el problema de contaminación ambiental en la región”.

Otro ejemplo, recordó Irady, es el de la salvaguarda de la manifestación que tiene que ver con la siembra de la planta de Curagua. “hay que sembrar más plantas de curagua”, o que requiere el concurso de diversas entidades del Estado, correspondiente a los distintos tipos y niveles del poder público.

En resumen, para la tarea de salvaguardar y poner en valor nuestras manifestaciones culturales tradicionales es necesario “tener un ministerio de comunicación e información que otorgue espacios a estos temas; un ministerio de Relaciones Exteriores que le de un espacio significativo a lo que plantea la convención de la Unesco”.

Pero no solo se trata de comprometer al Ejecutivo, advirtió Irady, sino a todos los niveles de gobierno. “necesitamos, por ejemplo, instrumentos legales”, que faciliten la tarea de salvaguardia de nuestras manifestaciones culturales de tradición

EJEMPLO A SEGUIR

En este orden de ideas, destacó la labor del gobernador del estado Miranda, Héctor Rodríguez y la presidenta del Consejo Legislativo de esta misma entidad, Aurora Morales. El primero “fue el único que suscribió con el CDC un convenio para llevar adelante el expediente de la tradición del culto a San Juan Bautista, aunque lo planteamos ante las demás direcciones de cultura de los restantes cinco estados (donde tiene lugar el culto) ninguna se manifestó”, denunció Benito Irady.

Además, el gobernador de Miranda acaba de firmar un documento donde solicita y orienta a que todas las escuelas del estado sean conocedoras de su patrimonio cultural inmaterial.

“Pienso que el ejemplo que el gobernador Héctor Rodríguez esta dando debe ser un ejemplo a seguir por las demás gobernaciones, alcaldías”, concejos legislativos y todas las entidades gubernamentales.

T/ Luis Jesús González Cova
F/ Archivo CO
Caracas