Salvini mantiene bloqueo y la tensión crece en el Open Arms: «¿Reapertura de puertos? No en mi nombre»

El ministro del Interior de Italia, Matteo Salvini, ha insistido este viernes en su negativa a permitir el desembarco de los migrantes y refugiados que siguen a bordo del Open Arms. «¿Reapertura de puertos? ¡No en mi nombre!«, ha proclamado el líder de la Liga en Twitter.

Para Salvini, «la única ‘inhumanidad’ es la de quienes (…) favorecen el asqueroso negocio de la inmigración ilegal», horas después de que compañeros de Gobierno se mostrasen dispuestos a autorizar el atraque del Open Arms por una cuestión de humanidad.

Salvini, que ha defendido su labor al frente del Ministerio del Interior, ha afirmado que no está dispuesto a autorizar la llegada de «miles» de personas ni a caer en «alusiones falsas al concepto de humanidad. «Italia, levanta la cabeza», ha sentenciado.

Nerviosismo a bordo del Open Arms

Por su parte, La ONG ha advertido de que los 134 migrantes que quedan a bordo de la embarcación, en aguas italianas frente a las costas de Lampedusa, están muy nerviosos y resulta difícil mantener la situación bajo control, por lo que pide una solución con urgencia.

La portavoz de la ONG española Open Arms en Italia, Veronica Alfonsi, ha explicado a Efe que «la situación es muy crítica» y recordó que en las últimas horas han sido evacuados de urgencia 13 personas, al menos cinco de ellos por causas psicológicas.

«Es muy difícil mantener la situación bajo control. Las personas que todavía están dentro ven cómo ha habido otros que han sido evacuados y ellos no, y esto genera mucha agitación. Además, tienen miedo de que no sean acogidos y sean deportados a Libia», comentó.

Alfonsi subrayó que llevan 15 días esperando una solución y que se sienten «aislados y esto no es tolerable». Por eso pidió que las autoridades italianas les permitan desembarcar para que todos los rescatados puedan recibir asistencia médica y psicológica.

De los 134 migrantes a bordo, «hay todavía 29 menores, aunque los más pequeños ya han bajado a tierra».

Sin puerto no hay reparto entre países

Open Arms espera un puerto seguro desde el 1 de agosto y desde el 14 de agosto se encuentra en aguas italianas, después de que la Justicia de este país cancelara la prohibición firmada por su ministro del Interior, Matteo Salvini, y le permitiera dejar atrás las aguas internacionales.

El líder ultraderechista, sin embargo, no autoriza el desembarco de las personas y estas siguen bloqueadas a poca distancia de Lampedusa.

El primer ministro italiano, Giuseppe Conte, anunció el domingo que los Gobiernos de España, Francia, Alemania, Rumanía, Portugal y Luxemburgo le han transmitido su disponibilidad para acoger a una parte de los migrantes rescatados por el Open Arms.

Desde España, fuentes del Gobierno confirmaron su disposición a participar en un «reparto equilibrado» de estas personas, y añadieron que el Ejecutivo trabaja con la Comisión Europea y otros países miembros de la Unión Europea para lograr una solución común, «europea, ordenada y solidaria».

Desde Bruselas, la Comisión Europea también ha pedido un puerto para que desembarquen los rescatados y poder organizar la reubicación entre los países voluntarios, aunque ha indicado que sin un lugar donde desembarcar no puede poner en marcha este procedimiento.

Proactiva Open Arms ha solicitado un permiso urgente para desembarcar a los migrantes y refugiados que esperan a bordo, dos días después de entrar en aguas italianas gracias a un permiso judicial criticado por Salvini, que intentó en vano introducir una nueva prohibición contra el barco.

La autorización para que desembarquen depende ahora de la prefectura de la provincia siciliana de Agrigento, que parece estar a la espera de las directrices que pueda marcar el Ministerio del Interior.

La Fiscalía podría intervenir si entiende que la situación amenaza con complicarse o percibe que se comete un delito al no aplicar la resolución judicial que autorizó la entrada del Open Arms en aguas italianas, según el diario La Repubblica‘.

F/Publico.es
F/EFE