
El dialogo y la paz podrían ser un punto de partida para que no comience la violencia en Venezuela, dijo este martes el secretario General de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), Ernesto Samper, refiriéndose al proceso de reconciliación iniciado en el país.
Así lo sostuvo durante la presentación del informe de gestión al frente de la Secretaría General, desarrollada durante 2014-2017.
Con optimismo destacó que el diálogo y la paz fue un punto de llegada después de medio siglo de violencia en Colombia, por lo que considera que pueda ser igual de exitoso.
Resaltó que la Secretaria se consagró a la búsqueda de la apertura de un proceso de diálogo tendiente a reconciliar las fuerzas políticas en Venezuela, a establecer una comisión de la verdad y la justicia para examinar las responsabilidades de hechos derivados de violencia, preservar el equilibrio de poderes, buscar salida a la difícil situación social y económica especialmente el tema relacionado a la provisión de alimentos y medicinas, en el contexto de la búsqueda de la gobernabilidad democrática que anima todos los proyectos regionales, sin consideración a las preferencias ideológicas.
En este sentido se refirió a los más recientes acuerdos de reuniones con la propuesta de relanzar el diálogo.
“Para que la propuesta de relanzamiento del diálogo para la convivencia democrática, camine sobre bases firmes, el gobierno y la oposición deben reconocerse entre si y respetarse. Este reconocimiento mutuo supone que el gobierno contribuya al pleno restablecimiento de las competencias de la Asamblea Nacional limitadas por varios fallos del Tribunal Supremo de Justicia y que la oposición en su turno reconozca la legitimidad del presidente Nicolás Maduro y su derechos constitucional hasta el final del período para el cual fue elegido de una manera absolutamente democrática. A partir de esa coincidencia se acordaría una agenda electoral, una hoja de ruta legislativa para temas sociales y económicos y un mecanismo de seguimiento para verificar el cumplimiento de los acuerdos que resulten de la nueva fase”.
Samper expresó que confía que la Unasur, enmarcado en la política de unión, y a través de su dirección de asuntos políticos debe seguir contribuyendo al sostenimiento del proceso.
Como parte de la gestión desarrollada enumeró la colaboración de la construcción de los procesos de paz en Colombia; la participación con 23 misiones electorales de acompañamiento por parte de funcionarios especializados comprometidos con la transparencia de los procesos electorales.
“Unasur defiende los principios fundamentales de la preservación de Suramérica como un oasis de paz en el mundo. La defensa de sus democracias ahora asechada por unos complicados poderes fácticos y la vigencia en los derechos humanos que juramos defender en las constituciones expedidas después de nuestras gestas de independencia”, dijo y recordó también el acompañamiento al proceso de la sucesión de la presidencia en Brasil.
Asimismo manifestó que en los meses que ocupó la secretaria general ha procurado ser fiel guardián de estos principios tutelares.
Previo a la lectura del informe, Samper hizo un llamado a la unión y la defensa de la soberanía.
“Esta sombría perspectiva debe servirnos para reforzar los esquemas de integración especialmente el de Unasur que nació, creció y se alimenta como un escenario político”, expresó.
“Los países latinoamericanos frente al gobierno del presidente Trump no pueden caer en el síndrome de apaciguamiento del primer ministro -Neville- Chamberlain quien aún después de que Hitler había invadido Polonia, seguía recomendando abrir un compás de espera para persuadir al dictador de que volviera al camino de la sensatez. Se necesita una estrategia de reacción oportuna, serena, proporcional y soberana, y se necesita ya porque mañana puede ser tarde”.