La aplicación del aguatinta como técnica base para lograr el arte del grabado sobre metal, fue la base del taller que durante toda una semana ofreció la artista argentina Sandra La-Porta a las y los estudiantes de Artes Gráficas de la Universidad Nacional Experimental de las Artes de Caño Amarillo (Unearte-CECA).
Antes de culminar la actividad este jueves, en los talleres de la casa de estudios, La-Porta comentó al Correo del Orinoco que la experiencia del taller fue “muy buena” y destacó que para trabajar con la técnica del aguatinta comenzaron a hacer un ejercicio de color con dos planchas de metal de manera grupal, para, finalmente invitar a las y los participantes a hacer ejercicios individuales que les permitieran elegir sus colores para sus trabajos.
Detalló que el aguatinta es un trabajo de planos de color que también funcionan en el grabado sobre metal, una técnica en la que ella ha trabajado de manera tradicional durante más de 20 años.
CON EXPERIENCIA
La artista, quien estuvo por primera vez en Venezuela, manifestó que la actividad de intercambio artístico que propicia la Embajada de Argentina en Venezuela fue muy positivo y celebró encontrarse con nuevas generaciones de artistas “muy entusiasmados”, por la labor que realizan.
“Los intercambios siempre propician el crecimiento, yo también me llevo algo, en especial la experiencia con la gente y con el lugar”, expresó.
CON EXPERIENCIA
Sandra La-Porta comenzó sus estudios en artes gráficas en Italia, gracias a una beca que obtuvo hace 20 años. a Escuela Internacional de Artes Gráficas El Bisonte, la artista tuvo un profesor que le enseñó la técnica del aguatinta, que es la que intenta hacer hasta ahora y transmitir a quienes tiene la responsabilidad de educar en el arte.
“He intentado experimentar a partir de la técnica, pero en realidad soy bastante tradicional y me gusta aplicar la técnica tradicional”, expresó.
La-Porta comentó que su presencia en Venezuela se debe a que recientemente su esposo, el también artista Osvaldo Jalil estuvo en la patria de Bolívar con un taller de fabricación de herramientas y, posteriormente la Embajada de Argentina en Venezuela, como parte del convenio cultural entre ambas naciones la contactó para que ella también compartiera sus conocimientos en el arte del grabado.