El presidente de Francia, Nicolás Sarkozy, aseguró este sábado que la crisis en la Eurozona es muy grave y aún no ha concluido, aunque llamó a tener confianza en el futuro.
En el tradicional discurso de fin de año, Sarkozy retomó su promesa de convocar para el 18 de enero a una cumbre con todos los representantes económicos y sociales del país para debatir la situación.
«Yo escucharé las proposiciones de cada uno y antes de fin de mes tomaremos y asumiremos decisiones importantes, pues lo que está en juego es crucial», dijo el gobernante.
El primer ministro galo, François Fillon, había anunciado esta reunión cuando presentó el segundo paquete de austeridad a principios de noviembre.
Las medidas anunciadas en ese programa entran en vigor este 1 de enero y causarán un drástico aumento en el costo de la vida por el incremento de impuestos y la reducción de los subsidios para vivienda y salud a las familias más necesitadas.
«Yo sé que la vida de muchos de ustedes ya ha experimentado dos años difíciles», dijo el presidente.
Sarkozy criticó las presiones de las agencias de calificación y de los mercados financieros sobre las obligaciones francesas. «Ni las agencias ni los mercados van a hacer la política de Francia», reiteró.
En los primeros meses de 2012 se espera una rebaja a la Triple A de que disfruta la deuda del país, lo cual creará nuevas dificultades para el financiamiento de los créditos y el acceso a inversiones.
Respecto a las elecciones presidenciales de abril y mayo próximos, Sarkozy las calificó como «un acontecimiento importante» y señaló que «cuando llegue el momento, ustedes tomarán su decisión».
Sarkozy aún no ha oficializado su decisión de presentarse a la reelección por la Unión para un Movimiento Popular, pero se da por descontado que eso ocurrirá a finales de enero o en febrero.
Hasta ahora todas las encuestas lo ubican en segundo lugar, detrás del candidato del Partido Socialista, François Hollande.