Se desmorona la oposición venezolana y el chavismo avista una luz al final del túnel

La cuenta regresiva marcha inexorablemente hacia el seis de diciembre, fecha apuntada por el destino para enterrar el capítulo que representa la oposición violenta, que ya comienza a dar síntomas de agonía postrera. La huida del dirigente del Voluntad Popular se enmarca en ese sentido.

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La reciente huida de Leopoldo López de la residencia del embajador español en Caracas y la captura del periodista Roland Carreño con una apreciable cantidad de dólares, un fusil R-15, y un teléfono inteligente cuya memoria lo “cuenta todo”, representan los síntomas visibles de que la apátrida oposición extremista venezolana se encuentra en terapia intensiva. Se habla de una estampida generalizada. La fuga de Leopoldo López, ahora a resguardo en una lujosa residencia en Salamana, España, se enmarca dentro de esta tesis del “sálvese quien pueda”, mientras que en el lado del chavismo se perciben vientos alentadores.

Leopoldo López tomó la misma ruta de salida que Antonio Ledezma e Iván Simonovis, quienes (Ledezma y Simonovis) tenían casa por cárcel. López cruzó la frontera colombiana con la anuencia del gobierno de ese país. Ledezma y López, a los pocos días de sus respectivas fugas, aparecieron en España declarando contra el régimen y la dictadura de Nicolás Maduro. Simonovis se fue para Estado Unidos y se le menciona como uno de los planificadores de la fracasada “ Operación Gedeón”, en mayo de este año, en la que un grupo de mercenarios, entre ellos dos estadounidenses, intentaron invadir Venezuela por la costa marina de los estado La Guaira y Aragua.

La captura del periodista Roland Carreño, quien en el pasado se dedicaba a la crónica social en el diario El Nacional, develó una vez más la condición de inmoralidad que ha caracterizado a la oposición venezolana, así como la rebatiña y la corrupción que reina en ese sector con los fondos provenientes de la empresa petrolera Citgo, destinados a financiar el proceso de conspiración contra la Revolución Bolivariana y del gobierno de Nicolás Maduro. Carreño fungía como una especie de intermediario y de “administrador” de los recursos robados a Venezuela, una vez que esta filial de Pdvsa en Estados Unidos, fue arrebatada por la administración de Donald Trump y entregada al grupo del autonombrado Juan Guidó . En el pasado, una parte de los recursos de Citgo eran utilizado por el gobierno venezolano para pagar en el exterior (Italia, Argentina, Brasil y el propio Estadios Unidos) los costos de operaciones quirúrgicas complicadas que padecían niños y niñas de nuestra patria.

Jorge Rodríguez, jefe de campaña del comando Darío Vivas, detalló recientemente la trama de corrupción por parte del grupo ligado a Juan Guaidó, en cuyo entarimado en Caracas aparece Roland Carreño como la figura receptora de los fondos a través de su cuenta bancaria. El teléfono de Carreño, en la aplicación de Whatsapp, mostró toda la red asociada a la conspiración y el reparto a diestra y siniestra del dinero de los venezolanos por parte de esta facción delictiva integrada principalmente por los partidos Voluntad Popular y Primero Justicia, que ya no se mueven en torno a ideales políticos, sino que están dedicadas al saqueo y la rapiña de los activos del país en el exterior.

Rodríguez se mostró respetuoso de la orientación sexual de Carreño, sin embargo, ante la gravedad del hecho, presentó links en whatsapp en los que el periodista accede a comprarle un costoso vehículo a uno de sus relacionados sentimentales. Igualmente lo relacionó como involucrado en una red de corrupción de menores, asunto que investigan las autoridades. Por otro lado, mostró fotografías de locales comerciales adquiridos por Carreño, y otra persona, como parte de sus inversiones.

En el portal Lechuguinos, se afirma en relación a este sonado caso, que “Entre 15 y 25 mil , dólares recibirían en los próximos días Roland Carreño y su círculo más cercano , de los fondos que Guaidó le robo a Venezuela”.

Barajuste opositor

Leopoldo López ha sido señalado como la cabeza visible de todo el proceso de conspiración violenta que ha padecido Venezuela desde que Nicolás Maduro asumió la presidencia y el mando de la Revolución Bolivariana, luego del deceso de Hugo Chávez en marzo del 2013. Su partido Voluntad Popular, como punta de lanza interna de los Estados Unidos, ha estado vinculado a toda la seguidilla de guarimbas, golpes, saboteos, guerra económica, incursiones armadas, golpes de estado, intento de magnicidio, orquestado contra el presidente Maduro. De allí que en las filas del chavismo se haya propuesto la declaratoria de Voluntad Popular y de Primero Justicia como grupos terroristas. En este sentido, el Fiscal General de la República, Tarek William Saab, envió una comunicación al Tribunal Suprema de Justicia para que se pronunciara al respecto.

López decide huir, se ha colado por las redes sociales, antes de que sea demasiado tarde, sobre todo con la cercanía del seis de diciembre, cuando se realizarán las elecciones de la Asamblea Nacional, y por los vientos que soplan el chavismo y el Polo Patriótico obtendrán una histórica, glamorosa y ejemplar victoria. La figura de Juan Guaidó, ligada a su torpeza, desde ya hace mucho tiempo es un simple monigote parlante, a quien la población venezolana, incluso sus propios partidarios en los medios de comunicación, internos y externos, aluden en tono de chiste, chanza y mamadera de gallo.

Por otro lado, el terreno suramericano sufrió un enorme sacudón, que debilita el apoyo del cual alardeaba la derecha venezolana. Los vientos de cambios que corren por Suramérica soplan nuevamente a raíz del triunfo del MAS en Bolivia, y la victoria del pueblo chileno que votó masivamente para que se redactara una nueva constitución. En Perú , su presidente señalado de irregularidades se encuentra en la mira del Congreso, y lo tienen a tiro de una posible destitución. En Colombia, otro miembro del Grupo de Lima, la principal coalición regional de derecha contra Venezuela, el mandatario Iván Duque, luce acosado y acorralado por el creciente cuadro de malestar social, ante la seguidilla de masacres contra líderes y dirigentes sociales, el asesinato de exguerrilleros de la FARC, acogidos a los acuerdos de paz . En Colombia se afirma que el país es una “fosa abierta”. A ello se suma el millón de contagiados por la Covid-19 y el cuadro de pobreza generalizada que sufre la clase trabajadora y el pueblo colombiano en general. A Duque se le enrostra el cinismo de acusar a Venezuela, de acuerdo al guión estadounidense, de amparar el negocio de la droga, mientras su país es el primer productor de la misma, a la vez que proliferan las noticias internacionales de incautaciones, incluso de submarinos, de embarcaciones y aeronaves provenientes de los laboratorio colombiano.

Otro argumento que habría precipitado la fuga de López, apunta a la situación de Estados Unidos, la posible derrota de Donald Trump en las elecciones internas, y el periodo de inestabilidad social, incluso una guerra civil, que podría sumergir a esta potencia en el caos, debido a lo cerrado de los comicios del pasado 3 de diciembre, que obligaría a la impugnación judicial de los mismos.

Una noticia que llenó de pánico al cuadro opositor venezolano, fue la supuesta reunión sostenida en México entre Jorge Rodríguez y un emisario de Donald Trump. A los pocos días del anuncio, López apareció en Salamanca.

En este tablero, mientras EEUU atraviesa por un periodo particularmente gris y siniestro, con un presidente guapetón que amenaza a media humanidad, sus rivales Rusia, China, Irán, lucen como un bloque monolítico, con un liderazgo sólido que se mueve con pie de plomo y claridad de objetivos, en el complejo panorama internacional, en un mundo convulso que trata de recomponerse.

Luz en el túnel

Otro aspecto sumado al voluminoso expediente criminal que pesa sobre la oposición venezolana, lo hizo público en fecha reciente el embajador venezolano en la ONU, Samuel Moncada. El diplomático en 12 tuist develó aspectos de la trama oculta alrededor de la fallida “Operación Gedeón”.

“Jordan Goudreau”, tuitéo Moncada, “el mercenario alquilado por Juan Guidó para asesinar al presidente Nicolás Maduro, está demandando en un tribunal de Estados Unidos a sus socios en el acto terrorista por incumplimiento de contrato. Presenta pruebas documentales…Goudreaud aporta datos específicos de la participación de Juan Guaidó y su jefe, Leopoldo López, en la operación terrorista. También aporta sus contactos con funcionarios del Gobierno de Trump que impulsaron el proyecto. Nadie sabe más de esta plan que Goadreau. Goudreau afirma que el FBI lo investiga y allanó su casa donde esperaban encontrarlo y matarlo al presentar resistencia en una confrontación que llama “muerte por policía”. El modo de salvar su vida es sacar todo lo que sabe al público y demandar a Guaidó. Andrew Horn, asistente del vicepresidente, Mike Pence, y Jason Beardsley, veteranos de guerra trabajando en el Departamento de Veteranos, son nombrados por Jordan Goudreau como sus contactos en el gobierno de Trump para facilitar la ejecución de la operación terrorista. Andrew Horn prometió a Goudreau las licencias oficiales necesarias para comprar y exportar el armamento usado en la operación. El abogado Travis Lucas se encargó de las gestiones y cobró 30.000 dólares por su trabajo. Goudreau muestra las facturas de pago. Goudreau demanda a Guaidó y a J.J. Rendón por 1.4 millones de dólares. Afirma que el equipo de Guaidó pidió 20 millones de dólares para un alzamiento callejero sincronizado con el ataque. La “guerra de bandas” artificial que ocurrió en Caracas antes del ataque confirma esta versión. Goudreau coordinó la operación con Leopoldo López por videoconferencia y nombra a Lester Toledo y Jorge Betancourt como los representantes de López para atender los preparativos en EEUU. Toledo admite las reuniones con Goudreau pero “para llevar comida a Venezuela”. Guaidó, J.J. Rendón, Sergio Vergara, firmaron el contrato asesorado por el abogado Manuel Retureta. En el contrato de asesinato se establece que Guaidó negaría toda participación si la operación era exitosa. Esa es la única parte del contrato que Guaidó parece que si cumplió. Prueba de que la operación no era el delirio de un terrorista aislado: el Departamento de Defensa de EEUU compartió con venezolanos cómplices en el ataque el plan secreto “Operation X Zone” con el fin de fomentar insurgencias en Venezuela”.

A todas estas, el presidente Nicolás Maduro se erige como un gobernante que ha manejado con paciencia, inteligencia, lucidez, y firmeza, la guerra multifactorial y no convencional, como dicen los analistas, que han lanzado en estos años contra la Revolución Bolivariana. Por un lado, ha preservado la paz, la independencia y la soberanía, conversó con la oposición moderada abriendo una nueva apertura política y aisló a la extrema derecha, mientras por otro lado, ha neutralizado la embestida del imperio estadounidense derrotando las opciones que este puso sobre la mesa.

Con las elecciones del seis de diciembre, Maduro quizá dará el puntillazo final a la oligarquía venezolana, incluyendo su fachada política, que en estos 20 años apostó al atajo violento e insurreccional para llegar al poder, abolirla constitución, y retornar al viejo sistema de privilegios.

Los lapsos establecidos en el cronograma electoral, diseñado por el CNE, se han venido cumpliendo rigurosamente, entre ellos la campaña electoral que arrancó recientemente diciembre. El propio Maduro ha asegurado que el próximo 6 de diciembre los venezolanos rescataremos la AN para ponerle al servicio del país,

La Ley Antibloqueo, aprobada por la ANC, ha sido visualizada como el inicio de la recuperación económica y la mejora paulatina del poder adquisitivo del pueblo venezolano. Es la luz al final del túnel que se avizora a finales de este 2020, año además caracterizado de extremadamente difícil por la Covid-19, que Nicolás Maduro, y el pueblo venezolano, enfrentaron con el menor número de bajas.

T/ Manuel Abrizo
F/ Archivo CO
Caracas