A 17 se elevó la cifra de muertos que dejó el temporal de viento y granizo que azotó desde la noche del miércoles a la ciudad de Buenos Aires y otros distritos cercanos
Los vientos superiores a los 120 kilómetros por hora mataron a un efectivo del Escuadrón 4 de la Agrupación Metropolitana de la Gendarmería quien se encontraba en un puesto de vigilancia (garita) de Villa Soldati que fue arrollado por la tormenta.
La muerte de Raúl Bertilio Alarcón es la quinta en la Capital Federal, mientras que once fallecimientos de reportan hasta la hora en las localidades bonaerenses próximas a la ciudad y el restante en Santa Fe, la mayoría por aplastamiento o electrocución.
El efectivo se encontraba de servicio junto a otros tres agentes en momentos en que una fuerte ráfaga de viento arrasó con el puesto de guardia, que le ocasionó un traumatismo encéfalocraneano y murió.
Los otros tres gendarmes, Ariel Villalba, Miguel Cardozo y Sebastián Villalba, que se encontraban en el mismo puesto de guardia, sufrieron lesiones leves y evolucionan bien por lo que el sábado serán dados de alta, según los partes médicos del Hospital Militar Central adonde fueron derivados.
La tormenta, que se prolongó hasta la madrugada del jueves, también ocasionó cortes de energía eléctrica en numerosos barrios, mientras que el servicio de trenes que parten de la ciudad fue suspendido.
Luciano Timerman, coordinador del Consejo de Emergencia de la provincia de Buenos Aires, indicó a la radio local Continental que «las zonas más afectadas son Morón, La Matanza, Moreno, Ituzaingó, Quilmes, Berazategui y Berisso».
El funcionario destacó que «todo el gabinete provincial está trabajando con las empresas de servicios y los municipios» y las prestadoras del servicio de energía eléctrica «están haciendo lo propio las 24 horas, para restablecerlo».
Señaló que «el viento tiró postes y cables, y la energía no se puede restablecer hasta que sea el cien por ciento segura» con el fin de evitar electrocuciones.
El Ministerio de Seguridad señaló, por su parte, que un total de 600 gendarmes fueron destinados a localidades del oeste del conurbano bonaerense para coordinar acciones de prevención y paliar la situación de las zonas afectadas.