La cifra de muertes por el sismo de magnitud 9,0 en la escala de Richter y el posterior tsunami que el pasado 11 de marzo devastaron el noreste de Japón asciende a 12 mil 341, mientras que el número de desaparecidos se ubicó en 15 mil 347.
Estos son los datos contenidos en el último recuento de la Policía nipona, en el que se precisó que debido a ambos desastres naturales aún siguen albergadas casi 160 mil personas de las provincias nororientales de Miyagi, Iwate y Fukushima; que resultaron ser las zonas más devastadas.
“En Miyagi, los fallecidos ascienden a siete mil 530 y hay seis mil 422 personas sin localizar, mientras en Iwate hay tres mil 592 muertos y cuatro mil 444 desaparecidos y en Fukushima las víctimas mortales son mil 159 y los desaparecidos cuatro mil 477”, precisó la Policía en su más reciente informe.
Las cifras son anunciadas luego de que el pasado domingo se ratificara la conclusión de un operativo especial de búsqueda, en el que durante tres días participaron 25 mil militares de Japón con otras fuerzas internacionales, cuyo fin era encontrar a más desaparecidos, reseña este martes TeleSur en su página Web.
La búsqueda, que fue una de las más capacitadas debido a que también contaba con el apoyo de 120 aviones y helicópteros y más de 60 embarcaciones, sólo encontró 79 cuerpos entre los escombros y las aguas costeras.
Ante el hecho, los rescatistas afirmaron que la mayor posibilidad es que gran parte de los desaparecidos fueron arrastrados mar adentro por el tsunami que siguió al terremoto.
Además de estos números, en Japón también se originó una alerta por la alteración de la central nuclear de Fukushima, que resultó averiada durante el desastre. Varios de sus reactores han registrado explosiones contantes.
Ante la situación, el primer ministro japonés, Naoto Kan, adelantó el pasado viernes que para el 11 de abril, cuando se cumpla un mes de la que ha sido la mayor catástrofe natural de los últimos 140 años en ese país, se celebrará una conferencia en la que los Gobiernos locales y expertos «debatirán ideas y ejecutarán recomendaciones» para mejorar la situación de las zonas más afectadas”.
Kan aseguró que el Gobierno se esforzará en acelerar la reconstrucción y fomentar la creación de empleo en las regiones con mayores problemas.
La situación en la central nuclear de Fukushima permanece muy inestable. Se ha corroborado la existencia de una grieta de 20 centímetros en el segundo reactor, con la consiguiente fuga de radiactividad al mar.
Según el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), 21 de los trabajadores que permanecen en Fukushima sufren alteraciones genéticas a causa de la radiación. Todos ellos deberán seguir reconocimientos intensivos para estudiar su evolución ante el aumento de la probabilidad de sufrir cáncer.