Se hace necesaria la visión ecuménica, integradora y pacifista del padre Vives

Cuando la alta jerarquía eclesial venezolana está divorciada de su pueblo y acciona como operador político partidista, en connivencia con actores políticos que apuestan al derrocamiento del Gobierno constitucionalmente electo de Venezuela, la voz de Juan Vives Suriá -con motivo de su natalicio- sigue firme acompañando al pueblo, manifestó la hermana Eugenia Russián

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Hoy, cuando la alta jerarquía eclesial venezolana está divorciada de su pueblo y acciona como operador político partidista, en connivencia con actores políticos que apuestan al derrocamiento del Gobierno constitucionalmente electo de Venezuela, la voz de Juan Vives sigue firme acompañando al pueblo en la lucha por los derechos humanos y en defensa, desde el diálogo y los espacios de paz, de los logros obtenidos.

Así lo manifestó la hermana Eugenia Russián, presidenta de la Fundación Latinoamericana por los Derechos Humanos y el Desarrollo Social (Fundalatin), con motivo de cumplirse hoy el aniversario del nacimiento del padre Vives, fundador de ese organismo de defensa de los DDHH en el continente.

-Hoy como nunca, se hace necesaria su visión ecuménica, integradora, pacifista, negociadora, sobre todo porque en estos momentos un grupo opositor radical se niega al diálogo e insiste en la confrontación entre los venezolanos utilizados por factores diversos tanto nacionales como internacionales.

“Lo cierto es que, a todo efecto, Juan Vives Suriá nos convoca desde su visión liberadora con justicia y paz, a retomar aspectos de la vida cotidiana tan elementales, como la convivencia familiar, vecinal, entre actores políticos y entre los venezolanos todos”.

RECORDAR AL PADRE VIVES

La hermana Eugenia afirmó que al hablar de Juan Vives Suriá un 26 de junio, se llena de nostalgia y a la vez de fortaleza, sobre todo en estos momentos en que la Patria convoca a ser portadores de paz.

-Cuando recordamos a las personas que ya no están con nosotros, salta a nuestra mente la evocación de aquellos momentos vividos que nos gustaría se volvieran a repetir.

“Queremos conservar algo de ellas y de ellos para no olvidarlos jamás y eso nos pasa con Juan Vives Suriá, amigo, compañero de camino”, reveló.

-Te buscamos no entre los muertos sino entre los vivos, re-descubriendo tu mensaje, tus enseñanzas, tu evangelio, en medio del pueblo, inspirándonos desde tus huellas para seguir firmes en las opciones profundas que nos mostraste desde tus comienzos hasta el último día en medio de nosotros.

La hermana Eugenia citó una frase del poeta Gustavo Pereira en uno de sus poemas: “…En el ciclo del amor no existe la muerte”, y agregó “…Simplemente sigues vivo, amigo y hermano Juan, pues demostraste con tus acciones ser un signo de amor, ese amor que solo se puede traducir en entrega solidaria”.

FUNDALATIN

La religiosa manifestó que la comunidad de Fundalatin se une para agradecer a la vida el inmenso privilegio de haber sido parte de su historia, de su caminar, de su mensaje.

-También para agradecer que seres humanos como Juan Vives Suriá esté entre nosotros, como luz en nuestra lucha por hacer de esta Madre Tierra una expresión del amor de Dios en medio de nosotros.

Comentó que esa comunidad ha prometido seguir haciendo camino al andar como el hermano Juan, y que, cuando asalte la duda, la desesperanza o el desánimo, ir al ejemplo de un hombre que traspasó fronteras llevando la bandera del Evangelio como buena noticia y así tomar de nuevo fuerza y voluntad para mirar adelante.

SU LEGADO

La hermana Russián sostuvo que Vives Suriá llamó a los jóvenes a comprometerse con la Patria y les convocó diciéndoles lo siguiente: «…Jóvenes no sucumban jamás ante la tentación de la violencia, la droga, el consumismo del esclavo libre ya que desde ahora a ustedes les toca construir un siglo XXI sin armas, sin guerras, en paz con justicia.»

Destacó que Vives Suriá creó Fundalatin en el año 1978 acompañando a su comunidad ecuménica que trabajó por “Otro mundo posible”.

Informó que el padre Vives dejó producciones audiovisuales muy importantes, entre las cuales se encuentran piezas como Semáforo 2000, Despierta América, La Deuda eterna, Petróleo y Cambio, Otro Mundo: Del terrorismo a la paz.

Para concluir la hermana Eugenia Russián ubicó el compromiso en continuar su obra de acompañar a los mas vulnerables y llevar a nuestras comunidades espacios de paz con justicia su legado sigue vivo.

T/ Mercedes Aguilar
F/ Archivo CO
Caracas