Se le fue la liebre

SÍNTESIS

POR: HUGO CABEZAS

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Reza el dicho popular que: “al mejor cazador se le va la liebre”. Se puede tener muchos años y ser tan torpe como un niño por su inocencia. Por eso, se equivocan quienes creen que el mejor cazador es el más viejo.

En política, mejor y torpeza, son adjetivos que tienen un significante a través del cual un dirigente político puede ser percibido, por el colectivo de la organización a la cual pertenece, como diferente.

Mejor y torpeza adquieren, de tal manera, una connotación que va más allá de un simple juicio de valor. Aunque, a decir verdad, lo son también. Pero, en política, un dirigente -para ser tal- tiene que ser el “mejor cuadro”. Y, esta cualidad dice que no debe ser torpe.

Un dirigente es torpe, cuando no es capaz de tomarle el pulso al momento político. Porque, en política, el “tren no pasa dos veces”. Si no te montas a tiempo, no llegas a la función.

Y esto es, precisamente, lo que le ha ocurrido a Henry Ramos Allup.

Después de haber “recogido” a los gobernadores adecos electos el 15 octubre del 2017. Después que Acción Democrática participó en las elecciones de Alcalde, realizadas el 10 de diciembre de ese mismo año. Después de haberse propuesto como candidato para las elecciones primarias del oposicionismo. Después de haber dicho que el podía ser el candidato del consenso oposicionista. Procesos electorales que se realizaron con el mismo CNE y las mismas condiciones electorales de diciembre del 2015.

Un buen día, sin más ni menos, dijo que ya no lo era. Para justificar, tan irresponsable decisión, adujo que no habían garantías electorales por parte del Consejo Nacional Electoral, lo cual resulta, por decir lo menos, una bufonada. Decisión con la cual retorna a AD, al ostracismo.

Acción Democrática partido que, al igual que el resto de organizaciones políticas cuarto republicanas, había prácticamente desaparecido del escenario político nacional, comenzaba a recuperarse. Encuestas recientes le otorgan un 6% de aceptación popular, colocándolo como el mayor del oposicionismo.

Henry Ramos Allup, desdiciendo, incluso, el nombre del partido que dirige, dejo pasar el “tren electoral” que es el principal instrumento para la legitimación del régimen democrático.

Acción Democrática, con toda seguridad, hubiera capitalizado el potencial electoral del oposicionismo. Allí no tiene competidor. Con la decisión de no participar en la elección presidencial, difícilmente se le pueda presentar una nueva oportunidad para retornar al poder. Por lo menos por la vía democrática.

Su máximo dirigente, Henry Ramos Allup, no resistió la presión del imperio y sus aliados. Declinó a sus aspiraciones electorales y volvió a sacar a su partido del escenario político nacional.

Que una decisión como esa la haya tomado Primero Justicia, aunque no la comparta, uno la entiende. Éste partido al no haber podido legitimarse como partido nacional, quedo “fuera de juego”, como se dice en el argot popular.

A Henry Ramos Allup, no le importó el partido. No le importaron los gobernadores y alcaldes adecos. Nada le importó. Mayor torpeza imposible.

Por eso es que, aún siendo un viejo cazador: se le fue la liebre.

@HugoCabezas78