Con el bloqueo de los portones de la empresa estatal Venezolana de Aluminio (CVG-Venalum), en Ciudad Guayana, la clase trabajadora reactivó las protestas para solicitar al Gobierno Nacional un aumento salarial de 30 %, un bono lineal, pasivos laborales y la discusión del contrato colectivo. Situaciones similares se produjeron en otras fábricas.
Gerardo Pérez, secretario general del Sindicato de Trabajadoras y Trabajadores de Venalum (Sutralum), señaló que “desde hace diez semanas venimos reuniéndonos con el ministro de Industrias Básicas y Minería (José Khan) y no hemos recibido una respuesta a nuestras peticiones, por lo que hemos decidido radicalizar las manifestaciones”.
También señaló que la fuerza laboral no puede trabajar por falta de materia prima, por lo que “hemos decretado la `hora cero´”. Por ello, “le solicitamos al presidente de la República, Hugo Chávez, que atienda esta situación, porque la actual administración está acabando con Venalum”. Manifestó, además, que no van a levantar las manifestaciones hasta tanto no reciban un pronunciamiento del Ejecutivo Nacional.
“CAMBIO”…
Las peticiones, según algunos obreros, no son sólo “reivindicativas”, pues del mismo modo están exigiendo la destitución de la actual directiva encabezada por el presidente de la fábrica, Rada Gamluch, ya que no “está atendiendo la crítica situación que presenta la empresa desde hace varios meses”. “Queremos un cambio ya”.
Manuel Díaz, dirigente sindical, exclamó: «Señor Presidente, escuche bien a los trabajadores, decidimos tomar la empresa porque esta gerencia esta acabándola, no continúe jugando con los trabajadores de Guayana porque le va a salir muy caro». Nos mantendremos en pie de lucha por garantizar el bienestar de la masa obrera y el mejoramiento de Venalum, compañía que “presenta una situación deplorable”.
No obstante, Elías Días, obrero de la transformadora de aluminio primario, condenó el reinicio de las protestas, debido a que “cumplen una agenda política desestabilizadora en las empresas básicas de Guyana, la cual es dirigida por los sectores de la ultraderecha venezolana”.
Instó a las trabajadoras y los trabajadores a desmontar las actuaciones apátridas que están atentando contra las industrias del sur del país; “estas protestas buscan generar un caos, por lo que ahora más que nunca tenemos que actuar con conciencia y sentimiento patriótico”.
PLAN
Una situación similar se vivió en Carbones del Orinoco (CVG-Carbonorca), donde un grupo de obreras y obreros también cerró los protones e impidió el ingreso al área administrativa y a la planta. Además, se declararon en huelga permanente.
«De aquí nadie nos mueve hasta que nos den respuestas (…) aquí estamos, sin materia prima y sin sueldos porque aun no hemos cobrado nuestras quincenas», aseveró el secretario general de Sutracarbonorca, Emilio Campos, a los medios de comunicación.
Mientras, en la Siderúrgica del Orinoco (Sidor) Alfredo Maneiro y en Aluminios del Caroní (CVG-Alcasa) las trabajadoras y los trabajadores también protestaron en el edificio administrativo por los mismos motivos contractuales; aumento de salario y pasivos laborales, entre otras cosas.
“Estas manifestaciones obedecen a un plan de la oposición de cara a las elecciones presidenciales; lo que intentan es dañar a las compañías y culpar al Gobierno Bolivariano”, expresó Aura González, trabajadora de la productora de acero.
Para este martes las protestas continuarán, porque lo que se pretende es “encender a Guayana con la escusa de reivindicaciones”, asentó Díaz, quien agregó que se mantendrán firmes respaldando el proceso de transformación que se adelanta en la empresas básicas.