La dirección que tomará ahora nuestra Revolución debe estar destinada a un liderazgo colectivo, en vista de que es la opción que se presenta como única para mantener un proyecto que se pensó para estar de pie al menos en los siguientes 50 años.
El comandante Hugo Chávez, como hombre visionario, dejó en el Plan de la Patria un proyecto de vida que desde el socialismo busca la construcción de la felicidad del individuo a partir del trabajo, y es que el socialismo no puede representar un bien solo monetario o ganancias individuales.
El socialismo es sinónimo de trabajo y en el proceso de éste debemos conseguir la felicidad para una sociedad que está empeñada en verlo todo al revés, y el que piensa de esta manera, pues no tiene otra salida si no tener un resultado contrario.
Celebramos la presentación de la solicitud de una ley habilitante que se pone al frente en defensa del Poder Popular. También celebramos que el presidente Nicolás Maduro se haya parado firme frente a los fascistas opositores y les haya dejado claro quién manda y quién es su Presidente constitucional.
De esta manera el pueblo bravío de Venezuela siente que lo dejado escrito de puño y letra por el Comandante Eterno sí tiene una continuidad y que además se deja por escrito, como deben quedar los hechos históricos que siguen siendo ejemplo para los modelos capitalistas que van muriendo en el mundo.
Esta ley protectora de los pobres cuenta con el respaldo absoluto de un pueblo que ha sido víctima de aquellos que nos agreden con la mercancía más barata del mundo bautizada como dólar, y que por ser hija del sistema capitalista se niega a morir y sigue hiriendo y asesinando a inocentes en los pueblos del mundo, sin darse cuenta que ellos están muertos en vida.
La Revolución Bolivariana, chavista y antiimperialista que ahora se para firme y a la orden del presidente Maduro solo puede consolidarse si desde la dirección nacional del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), se logran captar los verdaderos delanteros y estrategas mediante un liderazgo colectivo que nos conduzca a las anotaciones seguras contra un adversario al que ya le conocemos la jugada. Esto sin olvidar que en cualquier partido cada quien defiende su juego y nuestra misión es ¡seguir venciendo!