Al cumplirse 18 meses de su desaparición forzada, padres, familiares y amigos de los 43 estudiantes marcharon en la capital mexicana para reclamar justicia por este hecho y como parte de las actividades, plantaron los 43 árboles en su honor.
A la convocatoria acudieron también movimientos sociales, defensores de los Derechos Humanos y estudiantes, quienes alzaron su voz exigiendo saber el paradero de los jóvenes.
A propósito de estos hechos, el pasado jueves la Secretaría de Gobierno señaló, a través de un comunicado, que por ley el Gobierno Nacional de México «tiene la obligación de garantizar la atención, asistencia, ayuda, protección y reparación integral de las víctimas directas e indirectas», refirió el medio La Jornada.
En este sentido, el vocero de los padres de los normalistas, Felipe de la Cruz, indicó que el Gobierno de México ha pretendido en reiteradas ocasiones ofrecer cierta cantidad de dinero a los familiares por reparación de daños, a lo que ellos se han negado, pues permanecerán firmes en la lucha para encontrar con vida a sus hijos.
Los 43 jóvenes desaparecieron el 26 de septiembre de 2014, luego de ser interceptados por la policía de Iguala, localidad mexicana, mientras realizaban una manifestación de calle. En este episodio violento 25 estudiantes resultaron heridos y 46 detenidos. De este último grupo, tres fueron encontrados sin vida y del resto se desconoce su paradero.