Alrededor de un tercio de las empresas petroleras en el mundo podrían quebrar este año debido al desplome en los precios del crudo, indicó este martes la firma auditora y consultora Deloitte.
Existe un alto riesgo de que la situación financiera empeore, pues el bajo precio de las materias primas complica el acceso a capital y la capacidad empresarial para reducir el endeudamiento, advirtió el análisis.
Para la elaboración del pronóstico, Deloitte revisó los datos de más de 500 compañías del sector energético que poseen cotizaciones en bolsa, así como el comportamiento de los precios del crudo, cuyo monto llegó a los niveles más bajos en más de una década.
De acuerdo con el reporte, casi 175 empresas, dedicadas a la exploración y producción de petróleo y gas natural, están en riesgo de quiebra.
Esas organizaciones empresariales acumulan una deuda superior a 150 millones de dólares, mientras el decreciente valor de las ofertas secundarias de acciones y de las ventas de activos dificulta aún más su capacidad de generar dinero, expuso el informe.
En opinión del jefe de reestructuración corporativa de Deloitte, William Snyder, «estas compañías han seguido adelante mientras han podido y ahora corren riesgo de morir», en un escenario cada vez más complejo.
Aproximadamente el 95 por ciento de los productores de petróleo en el orbe puede en estos momentos bombear crudo a menos de 15 dólares por barril, gracias a las políticas de ahorro y a las mejoras tecnológicas introducidas a partir de 2014, observó la firma consultora.
A mediados de ese año, solo el 65 por las entidades era capaz de producir con ese nivel de eficiencia; es decir hubo mejorías, pero 2016 será un año de decisiones duras para no pocas empresas, declaró en una entrevista el vicepresidente de Deloitte, John England.
Según la investigación, difundida este martes, los proveedores de servicios para yacimientos petroleros, que aportan personal y equipos, presentan menos solicitudes de bancarrota que los productores, lo cual puede atribuirse a las diferencias en los costos de capital.
De las 53 compañías energéticas estadounidenses que presentaron la solicitud de quiebra el trimestre pasado, solo 14 eran proveedores de servicios, ejemplificó Deloitte.