Mar de leva, por Farruco Sesto|Sentimientos en la batalla (Opinión)

¿En cuántas batallas nos hemos metido? ¿Por cuántas hemos pasado a lo largo de la vida? Todos nosotros. Y me refiero a batallas políticas, batallas electorales, batallas económicas o de otro signo, amén de las personales de cada uno que nunca faltan.

En los últimos tiempos estamos sumergidos, cada día, en una batalla tras otra, que van dibujando el desarrollo de una guerra económica, de una desalmada guerra no convencional con que estamos siendo agredidos.

Una agresión no solo para vencernos sino para aniquilarnos, destruir nuestros sueños y hacer imposible el futuro que necesitamos.

Convencidos de que es así, lo cierto es que tenemos que ir a cada batalla con el ánimo bien dispuesto al combate, como si fuera la última, la decisiva. Pero sin olvidar al mismo tiempo que la lucha es larga y no se termina con nosotros. Pues la lucha no comenzó ayer, sino que viene de siglos. Ni terminará con nosotros, porque otras manos y otras generaciones le darán continuidad. Para triunfar al cabo.

Yo soy optimista, lo confieso. Y lo soy acordándome siempre del comandante Hugo Chávez, que nos resumió todas estas ideas en una sola frase: ¡Unidad, lucha, batalla y victoria! De tal manera que pensar en la batalla es pensar en la lucha, y pensar en la lucha es pensar en ganarla a como de lugar.

Con ese ánimo salgo cada día a la calle a hacer mi tarea. Con ese ánimo sales tú a lo mismo cada día. En lo pequeño y en lo grande. En lo cercano y en lo estructural. Con ese ánimo el chavismo va a cada batalla, le da continuidad a la lucha y no se desprende nunca, no puede hacerlo, de la obligación de obtener la victoria. Esta de ahora y la de mas allá.

Pues aquí el que se desanima pierde y nos pone en riesgo a los demás. Si alguna vez la moral del combatiente es importante, es ahora, que estamos en uno de esos momentos trascendentales del combate. Se lo recuerdo cada vez que puedo a mis lectores, a mis alumnos, a mis camaradas: aquí nadie es imprescindible. Cada uno tiene un papel en la resistencia y en la contraofensiva popular.

Hay que apoyar por todos los medios al presidente Nicolás Maduro, nuestro Presidente obrero, y hay que oírlo con atención, pues sus lineamientos son muy importantes.

Y debo decir también, que me gusta mucho lo que ha estado haciendo Diosdado Cabello, país adelante, pueblo a pueblo, para que nunca olvidemos que ¡todos somos Chávez!

farrucosesto@gmail.com
Caracas