Un total de 18 de las 27 víctimas de la masacre de Petén, registrada este fin de semana en el municipio La Libertad, al norte de Guatemala, fueron sepultadas sin identificar por presentar los cuerpos un alto grado de descomposición.
Portavoces del Instituto Nacional de Ciencias Forenses informaron que nueve cuerpos se entregaron a sus familiares, mientras que los otros 18 fueron inhumados sin identificar.
Éstos últimos estaban decapitados o mutilados en sus extremidades y, por su alto grado de descomposición, resultó imposible identificarlos.
En cuanto a los cadáveres que se entregaron a familiares, se logró realizar la necropsia de rigor.
La decisión de dar sepultura a estas víctimas, pese a que no fueron identificadas, responde a la posibilidad de contaminación. La morgue presenta problemas con su sistema de enfriamiento y se encuentra a pocos metros del hospital de San Benito, lo que representa un riesgo para la población.
La muerte de estas víctimas fue adjudicada a la organización criminal Los Zetas, que operan en esta zona fronteriza y han sido responsables de centenares de muertes.
Este y otros hechos de violencia ha ameritado la intervención del Ejército guatemalteco y que el Gobierno decretara estado de sitio, para intentar frenar la ola de violencia que hay en la región, fronteriza con México.
La masacre se produjo este sábado en la finca de Los Cocos, en el municipio de La Libertad (Petén), fronterizo con México y Belice, propiedad del guatemalteco Otto Salguero, al que buscaba el grupo armado.
TRAS LOS ZETAS
El Ejército y la Policía mantienen vigilados al menos ocho puntos estratégicos donde opera este cartel de la droga.
Este lunes se logró la captura de uno de los presuntos implicados en la masacre, identificado como Hugo Francisco Chávez Méndez, durante un enfrentamiento sostenido en la población de Santa Elena en la provincia de Petén, en el que también resultaron muertos dos de los delincuentes y un policía resultó herido.
Los dos presuntos sicarios fallecidos y Hugo Francisco Chávez (capturado) se enfrentaron a tiros durante varias horas con agentes de la PNC y miembros del Ejército en Santa Elena, donde la mañana de este lunes fueron lanzadas -por desconocidos a bordo de una motocicleta- tres granadas, una de las cuales hirió de gravedad a un policía.