No es cierto que Venezuela no se haya ocupado del Esequibo, aseguró este domingo el analista internacional Sergio Rodríguez. “Todos los gobiernos venezolanos han rechazo eso, sean dictaduras, demócrata-cristianos, socialdemócratas”, destacó; por ende, todos los pactos y otros documentos suscritos han insistido en la reclamación territorial, indicó Rodríguez, en conversación con Alfredo Oliva en su programa Construyendo la utopía, transmitido por YVKE Mundial los domingos a las 9:00 am.
“Es una falacia decir que los gobiernos anteriores o que el país no se ha preocupado de este tema. El país ha seguido escrupulosamente, y por eso en 1966 hubo un convenio que estipula la actuación de hoy respecto a este tema, y a eso se le ha dado continuidad permanentemente”, manifestó.
El presidente Hugo Chávez incorpora, en esta lucha venezolana, “la visión desde el pueblo, porque la visión que hemos tenido de ese y de todos los problemas” y del mismo concepto de nación ha sido oligárquica, evaluó.
Chávez “dice que nuestros problemas limítrofes los vamos a resolver” con negociaciones y en paz, destacó. “Y en eso es en lo que estamos insistiendo: en lograrlo por la vía de la paz”.
SEÑAL DE ALERTA
Rodríguez señaló que el país enfrenta lo estructural (que ratifica que el territorio le fue quitado a Venezuela) y lo coyuntural. Explicó que Venezuela siempre se ha mantenido en el marco del Acuerdo de Ginebra, y que el año pasado, con la muerte del buen oficiante, Guyana decidió no mantener esa figura, lo que fue “la primera señal de alerta”.
El analista internacional enfatizó que eso ocurrió, no con el mandatario guyanés actual, David Granger, sino con el Gobierno anterior de Donald Ramotar. Pero “este gobierno es el que ejecuta, y tiene una particular agresividad”, advirtió. El elemento distinto, en esta coyuntura, es la Exxon Mobil, subrayó.
El objetivo final, aseguró, es la integración de América Latina y el Caribe, que “no es aceptado por Estados Unidos”, ya que “la posibilidad de que su patio trasero empiece a actuar unido” a pesar de las divergencias le preocupa. “El imperio tiene terror de que nosotros unamos” a pesar de la diversidad, dictaminó. Por eso, concluyó Rodríguez, “nosotros tenemos que negociar, pero negociar pensando que la patria es América”.