“Por un problema de Soberanía debemos producir en Venezuela, pero para desarrollar el aparato productivo no podemos salir a lo loco a producir en cualquier cosa. Hay que estudiar primero las cadenas productivas y los eslabones estructurantes de esas cadenas”, señaló Sergio Sánchez, presidente del Concejo Municipal de Santiago Mariño en Turmero, estado Aragua.
Entre los cargos que ha ejercido están el de director de proyectos industriales de industrias intermedias del extinto Ministerio de Industrias Ligeras, donde se montó el plan de 200 fábricas socialistas, incluyendo las de celulares, computadoras y otras especialidades.
Este ingeniero mecánico conoce lo que es el área productiva industrial: “Estudiamos en su momento la vulnerabilidad de la economía venezolana. Ya en el año 2007 advertíamos un escenario de una caída del precio del barril y como nos afectaría y debíamos prepararnos. Estudiamos lo eslabones más débiles, inclusive ante una hipótesis de conflictos. Eso llevo al Plan 200 Fábricas Socialistas, pero en ese continuo cambio de ministros este plan quedó en el camino. Se elaboraron algunas fábricas pero nos quedamos en el camino. Quizás hoy no estuviésemos pasando varios de los problemas de hoy en día”.
Considera que la economía de la renta es derroche y consumismo: “Es la búsqueda de la mantequilla, el con que negocio, lo que afectó la economía del trabajo, por lo que caímos en una trampa de sostener que Venezuela es un país rico. Y la riqueza de una nación no está determinada por el oro, bauxita y lo que tengamos en riquezas naturales, si no tenemos las capacidades de desarrollo de las fuerzas productivas para transformar esa riqueza natural y darle un valor agregado, que genere el proceso de intercambio que genera la verdadera riqueza de una nación”.
EJEMPLOS
Cita el ejemplo de Japón que “es un archipiélago sin casi minerales, que en los años cuarenta les lanzaron dos bombas atómicas, pero veinte años después ya eran una potencia económica. La desaparecida Unión Soviética transformó a Rusia, que era un país feudal. Lo primero que hizo Lenin fue industrializar y adquirir conocimientos, metió ferrocarriles, electrificó e implementó otras medidas para que en poco tiempo pasarán de ese país feudal a una potencia. China tiene miles de chinos, lo que implicó mano de obra barata, por lo que China invitó a empresas a producir en ese país, pero a los diez años las patentes eran de ellos. Ahora producían lo que los otros tardaron cien años en aprender, pero ellos necesitaron apenas una década y ahora tienen marcas chinas y catorce niveles de calidad”.
En pocas palabras recalcó: “Tu puedes producir tanto por la izquierda como por la derecha, siendo un gobierno capitalista o socialista. Debemos asumir que la capacidad de una nación es producir su materia prima, su mercancía”.
Para este cambio de timón, Sánchez destacó el tema educación: “¿Qué se está formando en las universidades venezolanas? ¿Qué carreras y hacia que áreas se debe enfocar? ¿Necesitamos tantos abogados o publicistas? O necesitamos más ingenieros agrónomos o forestales, por decir algo. Eso no lo pueden decidir unos rectores circunstanciales sino la nación, que debe determinar las áreas donde debe desarrollar tecnología e investigar”.
Esto conlleva a que la falta de renta petrolera nos encontró sin un verdadero aparato industrial para enfrentar esa guerra económica: “Con la renta si no producían comida, no nos importaba porque la importábamos. Arrancó así la guerra económica con el acaparamiento, la producción controlada, cambio del volumen de los productos, ya que antes te vendían frascos pequeños, ahora te venden grandes para que se agoten rápidamente y un conjunto de mecanismos para generar esta escasez, situación de zozobra y angustia en la gente”.
Según el experto, “para construir el socialismo necesitamos un alto nivel de conciencia de la gente, que implica solidaridad, entender al prójimo y otros factores, pero si estoy buscando comida y estoy desesperado por no tenerla para mi familia, no piensas en la solidaridad sino en cómo sobrevivo. Es la mejor forma para golpear estructuralmente a un proyecto socialista”.
ESLABONES
Tenemos que enfrentar estos problemas de la estructura económica: “Por ejemplo, en el área electrónica, ya sea en productos de uso personal como para la industria, cerca del cien por ciento venían de países hostiles a la Revolución Bolivariana, como naciones de la OTAN. Cerca del 78% de los productos mecánicos (entiéndase bombas, intercambiadores de energía, etc) también venían de esas naciones. Esto nos impactó luego de realizar estos estudios en el año 2008, porque teníamos una dependencia muy grande de países que en cualquier momento podían comenzar un bloqueo y controlar el ingreso de mercancía en diversas áreas”.
Siempre con ejemplos, acotó que “tu no puedes cambiar de una día para otro la bomba de una refinería por una china, por ejemplo, porque operan de una forma diferente, son líneas completas distintas de funcionamiento y tendrías que cambiarlas completamente, por lo que tiene un costo gigantesco. Eso paso en Cuba durante los años 1962 y 1963, cuando los estadounidenses frenaron el ingreso de repuestos a la industria cubana; por lo que los rusos debieron hacer una inversión cuantiosa para sustituir le parque industrial de la isla. En ese época existía la Unión Soviética, que lo hizo gratuitamente, pero hoy en día qué país lo haría por el nuestro en un mundo esencialmente capitalista”.
Ese grupo de venezolanos estudiaron las cadenas productivas y determinaron unas áreas esenciales: “Por ejemplo, la torrefacción o moledura del café es una eslabón que hegemoniza la cadena. Tu puedes tener muchos patios para secar el café, pero si no tienes la torrefacción que te lo procesa y se convierte en el café molido que vendes, no puedes controlar la producción. Antes esa torrefacción estaba en Café Madrid o Fama de América, por lo que compraban a un precio y lo vendían al doble o triple. Es decir, controlaban el precio y el valor final del producto. Y eso se aplica en aceite, harina precocida y otros productos”.
Recordó que en la última centuria Venezuela ha sido un país rentista: “Antes de eso eramos una nación agrícola que dependíamos del café y el cacao. Cuando surgió la industria petrolera y la renta petrolera generó en Venezuela el ingreso de una masa monetaria gigantesca, que no es producto del trabajo de nosotros, sino que la madre naturaleza nos ofreció el petróleo”.
“Quiere decir que una masa de la plusvalía mundial pasa por Venezuela, ya que nos aprovechamos de la renta, pero no producíamos otra cosa. Por un problema de soberanía debemos producir productos en Venezuela. Hoy es necesario que la cultura productiva de Venezuela se enfrene a la de la renta”.