Pensaba escribirle una carta a Julio Borges para felicitarlo por alcanzar este nuevo peldaño de la escalera hacia Miraflores. Importante premisa para su campaña contra quienes en la MUD lo están pillando.
Eso rumiaba, pero no mas ver que se autojuramentaba al mejor estilo del Pícolo Carmona, me dio un cierto escozor en el esófago y me frené. ¡Qué decepción!
Pensé, ¿será que el despecho del antiguo Presidente por tener que abandonar el trono era tal que se le intimidaron las extremidades y no le respondieron, a la hora de ir a tomarle juramento? ¿Tanto sufre? Pudo ser. ¿O es la señal para el inicio de otra guerra intestina en esta Asamblea?
Su accionar parecía mas otra versión para YouTube del Conde de Montecristo, cuando decidió tomar venganza contra quien en 2016 lo embolató con el puesto que a él le correspondía.
Imaginaba mi carta pronosticando a Julio que por fin había llegado su hora de comenzar a mostrarnos cómo se hace Justicia desde el poder. Cómo ser caudillo de una asamblea adonde, él como sheriff, va vengar la muerte del revocatorio e imponer la ley, a lo John Wayne. A lo maracucho: el nuevo “catirito” de la película.
Soñaba que iba a oírlo decir: “…yo si los voy a meter presos: mínimo, casa por cárcel”…. “Voy hacer una razzia contra todos por cómplices activos en el delito de ‘abandono del cargo’… O por robo calificado, secuestro, confiscación y hurto de la joya RR. Tarea para la que daría chapa de policía nacional con rango de oficial a María Machado, para que procediera”…
Lo presentía todo un justiciero capaz de ponerle recompensa a la cabeza de todos los que hasta hoy han ejercido algún cargo público; bajo el eslogan: “todo enchufado será juzgado”.
Porque la llegada de Julio al Palacio era la ficción del destino que todos esperábamos como inicio para borrar toda huella de ese nefasto 2016 para la Asamblea motivado por el incordio y falta de tino político y barbarie sin atributos de quien la precedió.
Pero, me desilusionó. Aunque reconozco su valentía, al pedir abiertamente un golpe militar de las “Fuerzas Armadas”, conducta ya repetida en su largo trajinar hacia Miraflores, en eso, tan ofuscado, como Capriles. Y, ojo, olvidaste saludar al becario de Ramo Verde o a su pareja, que esta semana no está de turismo. PD: Julio, mándame las señas del Sastre del liquiliquito que lució Freddy Guevara. Todo un fashion chavistoso.