Lanzamientos de granadas de mano y ráfagas de ametralladores se escucharon nuevamente este miércoles en el campamento de refugiados palestinos de Ain El-Hilweh, en la sureña ciudad libanesa de Sidon, con un balance total de seis muertos.
Testigos citados por la agencia oficial de noticias NNA indicaron que la pasada noche y madrugada se reanudaron los enfrentamientos entre milicianos del movimiento secular Al-Fatah, que lidera el presidente palestino, Mahmoud Abbas, y el grupo radical islamista Jund Al-Sham.
Las escaramuzas en ese hacinado campamento, el mayor de los 12 que existen en El Líbano para albergar a palestinos, se desataron a pesar de la tregua anunciada el martes al mediodía, luego de dos jornadas de combates que habían ocasionado tres muertos, según cifras actualizadas hasta ayer.
Desde el sábado pasado se registraron choques armados entre ambas facciones rivales tras la muerte de dos afiliados de Al-Fatah a manos de radicales de la agrupación salafista (fundamentalista sunnita) que intentaron asesinar al jefe de seguridad palestina Ashraf Al-Armoushi.
Aunque hubo tiroteos esporádicos durante el fin de semana, se anunció un alto el fuego con la mediación de diversos sectores, pero fue ignorado el lunes, y ayer se pactó otra tregua que terminó igualmente violada.
Comités políticos y mediadores entre los palestinos realizaron recorridos dentro del campamento para tratar de persuadir a las partes de llegar a un nuevo cese de las hostilidades, luego de que hasta hoy la cifra de víctimas totaliza seis fallecidos y más de 40 lesionados.
Entretanto, la violencia ha provocado un masivo éxodo de civiles palestinos hacia zonas seguras de la ciudad de Saida, como también se conoce a Sidon, lo que ha alterado la rutina de la urbe situada unos 30 kilómetros al sur de Beirut, en el litoral al mar Mediterráneo.
Fuentes médicas y palestinos contactados ayer vía telefónica por Prensa Latina señalaron la continuación de las escaramuzas aumentó el número de familias con niños, mujeres y ancianos que huyeron por temor de ser víctimas del fuego cruzado de ametralladoras, cohetes, lanzagranadas y otros arsenales.
Ain El-Hilweh fue escenario de una noche horrorosa y tensa, describió la NNA al indicar que numerosas personas con heridas de bala fueron trasladadas y atendidas en hospitales de Saida, mientras el Palacio Municipal abrió sus puertas para albergar a familias que huyen de la violencia.
Muchas otras personas también buscaron resguardo en mezquitas cercanas al más grande y poblado de los campamentos palestinos en El Líbano, al tiempo que el Ejército reforzó la presencia de efectivos, sobre todo en los cuatro accesos principales.