La columna globoaterrada de Emilio Hernández|El siguiente paso

La batalla del revocatorio ya está ganada. La oposición hizo un repliegue táctico para disfrutar de unas “merecidas vacaciones” y promete que volverá el 1° de septiembre a hacer la mamá de todas las alharacas.

En medio de un pataleo mediático, el Consejo Nacional Electoral (CNE) fijará fecha para principios de 2017. La oposición no recibirá mucha atención de Estados Unidos este año, porque ese país está enfrascado en una campaña electoral bastante sui generis.

Si el revocatorio va, el Gobierno podría tomar un par de medidas. Primero, nombrar como vicepresidente al camarada Diosdado Cabello, a quien los opositores mas descerebrados tienen como el Anticristo, aunque no se pierden su programa de televisión. En segundo lugar, el PSUV puede convocar a no ir a votar, en cuyo caso quienes no quieran ser vistos en las colas se quedarán en sus casas. Esto incluye a muchos infiltrados “pomarrosa”: rojos por fuera y blancos por dentro. Llegarían lejos de los 7 millones y medio de votos que necesitan.

No me preocupa el revocatorio sino las elecciones de 2018. Solo faltan dos años, un tiempo muy corto para lograr una recuperación económica contundente. En el año 2010 Rusia inició su proceso de autoabastecimiento de carne y esperan lograrlo en 2020. Son 10 años y estamos hablando de una potencia.

Aunque aplaudo la estrategia de crear un mecanismo paralelo de distribución de alimentos, a través de los Comité Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP) me preocupan otros aspectos de la economía. Si para el momento de las elecciones el sueldo no alcanza para arreglar la nevera, comprar un caucho para el carro o pasar unos días en la playa, por hacer una enumeración cualquiera, no habrá posibilidades electorales para la Revolución.

No tengan la menor duda de que la estrategia devaluacionista e inflacionaria de Dólar Today, probada con éxito en las parlamentarias, arremeterá con furia en el año 2018, si antes no se implementa una estrategia efectiva frente al problema monetario.

Si no sacamos el espíritu robinsoniano, para inventar en vez de errar, y no respaldamos el bolívar con nuestro principal producto de exportación, harán sopita con nosotros en el año 2018.

emiliofhg@gmail.com
Caracas