El audiovisual venezolano relata historias sobre el suicidio en Mérida|El silencio de las moscas fue premiado en Uruguay y Suiza

El largometraje El silencio de las moscas, premiado recientemente en Uruguay y Suiza, tiene previsto llegar a las salas de cine nacional el segundo semestre de 2015. Así lo informó el investigador del Ivic y director del largometraje, Eliézer Arias, quien sostuvo que el audiovisual también llegará a México a principios del año.

Desde su estreno mundial en 2013, el éxito del largometraje venezolano ha sido incuestionable y así lo demuestran cuatro nuevos galardones obtenidos más recientemente en países como Uruguay y Suiza.

En el país europeo se alzó con la Mención Especial del Jurado Joven en la XVI edición del Festival Filmar en América Latina, el la muestra de cine regional más importante de la Confederación Suiza, celebrado en la ciudad de Ginebra el pasado mes de noviembre.

Posteriormente, la cinta participó en el VIII Festival Internacional de Cine Documental (Atlantidoc) de la República Oriental del Uruguay efectuado en diciembre, donde recibió tres reconocimientos: Mención Especial del Jurado Internacional, Mejor Dirección Documental y Mejor Fotografía Documental.

El tema central de El silencio de las moscas es el suicidio en comunidades rurales de Los Andes, específicamente del estado Mérida, donde las tasas de ocurrencia han llegado a superar las estadísticas mundiales de ciudades más violentas y de países con mayor densidad de población.

La cinta –de 93 minutos de duración– es dirigida por Eliézer Arias, investigador del Centro de Antropología del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC). Arias tiene amplia experiencia en el estudio de las causas de este fenómeno social en adolescentes y adultos jóvenes de los páramos andinos, así como en el uso y aplicación del documental etnográfico como metodología para la construcción y representación de lo rural como forma de vida.

La historia se desarrolla con base en los testimonios reales de Marcelina (48 años) y Mercedes (56 años), cuyas hijas adolescentes fueron víctimas de suicidio, un evento del que pocos se atreven a hablar. De hecho, el nombre de la cinta deriva de la presencia de estos insectos en los cultivos de la zona y de la condición silente que ha adquirido este hecho en el lugar.

T/ Prensa IVIC
F/ Cortesía IVIC
Caracas