Este miércoles se cumplen 246 años de su nacimiento|Simón Rodríguez creó un proyecto de sociedad igualitaria sostenida por la educación popular

Simón Rodríguez o Samuel Robinson fue, “en primer lugar, un político revolucionario, que ideó un proyecto de sociedad igualitaria para América, libre de los vicios de EEUU y Europa y de las rémoras de la sociedad colonial”, declaró al Correo del Orinoco José Gregorio Linares, historiador y profesor de Estudios Políticos de la Universidad Bolivariana de Venezuela.

En esa sociedad igualitaria, apuntó, “la educación popular es la palanca que impulsa la creación de un hombre nuevo y el cese de la ignorancia de los principios sociales, que es la causa de todos los males, que el hombre se hace y le hace a otros”.

“Hasta ahora no he visto mejor definición de lo que es una sociedad de igualdad y justicia que la contenida en el proyecto transformador, original, radical, factible, sistémico y emancipador creado por Simón Rodríguez, llamado por él la “Causa Social”, sostuvo Linares a propósito de los 246 años del nacimiento del maestro de Bolívar, que se conmemoran hoy 28 de octubre.

Convencido de que “el porvenir de Hispanoamérica dependía del modelo de sociedad que se planteara construir, Robinson presentó el suyo”, comentó Linares, miembro del Colectivo de Educadores 114, y citó las palabras textuales que Rodríguez usó:

-Debemos “emplear medios tan nuevos como es nueva la idea de ver por el bien de todos”, donde la misión del Gobierno sea “Cuidar de todos, sin excepción para que…cuiden de sí mismos después, y cuiden de su gobierno”.

En el contenido político del ideario de Simón Rodríguez, Linares observa que el maestro cree en que “nuestro continente es el único lugar donde están dadas las condiciones para impulsar el original proyecto de una Nueva Sociedad igualitaria”: “El ideario de Simón Rodríguez está plenamente vigente hoy día. Por esta razón Hugo Chávez habló de Simón Rodríguez como uno de los referentes fundamentales del Árbol de las Tres Raíces, sustrato ideológico de la revolución bolivariana y del socialismo del siglo XXI!.

Como aprendimos de Simón Rodríguez, “los hombres no vinimos al mundo para entredestruirnos sino para entreayudarnos” -apuntó.

El historiador afirmó que frente a los modelos de sociedad elitistas y expoliadores de Europa y Estados Unidos, Rodríguez propone un proyecto político de transformación propio y radical. Otra vez citó sus palabra: “La América española es original, originales han de ser sus instituciones y su gobierno, y originales sus medios de fundar uno y otro. O inventamos, o erramos”. “La América está llamada, si los que la gobiernan lo entienden, a ser el modelo de la buena sociedad”.

LA NUEVA SOCIEDAD

Para mostrando la talla intelectual, política y filosófica de Simón Rodríguez Linares manifestó: “Simón Rodríguez fraguó el proyecto de creación de una Nueva Sociedad, donde prevaleciese la justicia, la equidad, la libertad, la fraternidad y la propiedad”. Son los mismos se había planteado la Independencia de EEUU (1775-1783) y la Revolución Francesa (1789-1799) y sin embargo, en ambos casos dichos principios fueron secuestrados por una élite, criticó.

Usando las palabras de Rodríguez Linares explicó: “Las mayorías no gozaron de los beneficios que se derivan de su aplicación. En realidad no habían sido ideados pensando en las mayorías, sino en las oligarquías emergentes que decían representar a toda la sociedad”.

“Rodríguez se planteó otra cosa: La radical destrucción de la vieja sociedad colonial y su sustitución por una Nueva Sociedad “verdaderamente Republicana” donde, “especialmente los más pobres, disfruten de todos los derechos y beneficios que la sociedad les pueda brindar a la vez que cumplen con sus obligaciones sociales”, añadió.

PRINCIPIOS Y VALORES NUEVOS

Como rasgos del gran educador, Linares comento que “el Maestro Rodríguez era tenaz. Su discurso era político y radical. En alegato contra los grandes propietarios, decía: “El deseo de enriquecerse ha hecho todos los medios legítimos y todos los procedimientos legales; no hay cálculo ni término en la Industria, el egoísmo es el espíritu de los negocios «.

En ese sentido, subrayó que “para nuestro Robinson la propiedad debía tener un fin social y estar sometida al control de las autoridades. Se oponía a las grandes empresas que aprovechándose de la libre competencia acababan con sus pequeños y medianos competidores”.

Enfatizaba Rodríguez que “nadie tiene derecho para arruinar la industria ajena por establecer la suya”. Asimismo denunció las perversiones del modo de producción y distribución predominante, el cual propiciaba el atraso de nuestras naciones.

VALORES Y PRINCIPIOS NUEVOS

Linares comentó que Simón Rodríguez no solo diagnostica las razones de la iniquidad, sino que además propone alternativas para sustituir la propiedad privada de los medios de producción por la propiedad social de dichos medios.

Insistía en que “la propiedad no es asunto exclusivo de los propietarios y los comerciantes, sino que debe ser puesta al servicio social; por consiguiente, el Estado debe establecer controles en defensa de los ciudadanos y el bien común”.

-La noción de propiedad no puede estar al margen de la ética. Dice Simón Rodríguez

Agrega Linares que los propósitos del maestro eran radicales y populares, pues decía, “Todos huyen de los POBRES, los desprecian y los maltratan, alguien ha de pedir la palabra por ellos”.

COMIENZA LA VIDA

El historiador describió cómo vivió Rodríguez sus primeros años: “Nació en caracas el 28 de octubre del año 1769. Era un niño expósito y pobre en una entorno excluyente. Nació y vivió en la sociedad colonial, donde los negros eran sometidos a las condiciones más degradantes de la esclavitud, los indígenas a la servidumbre, y los pardos al desprecio”.

El inquieto docente-filósofo, “se puso de lado de los más humildes y teniendo apenas 28 años, se incorporó al movimiento emancipador e independentista de 1797, dirigido por Manuel Gual y José María España, movimiento que se plantea la igualdad entre todos los habitantes, la abolición del pago de tributos indígenas, la repartición de tierras entre éstos, y la abolición de la esclavitud”

El profesor Linares explica como Rodríguez pasó a ser Robinson: “Ante estas circunstancias debió huir de Venezuela para conjurar el peligro de correr la misma suerte que el resto de los participantes de la rebelión, quienes fueron alevosamente castigados”.

“Atrás quedarían sus días de maestro en la casa de las primeras letras, dirigida por Guillermo Pelgrón, donde daba clases a 114 niños, entre ellos Pedro Gual, sobrino de Manuel Gual, y el nieto de Feliciano Palacios, Simón Bolívar”, comentó.

“Se va a Jamaica, donde vive alrededor de un año. Allí, al igual que en Haití, los negros cimarrones luchan por su libertad y organizan cumbres para librarse del dominio de los colonizadores europeos”, prosiguió.

Es entonces cuando decide cambiarse el nombre para burlar a los espías españoles, reveló Linares. En efecto, “se buscaba a los conspiradores para asesinarlos, como lo hicieron en 1800 con Manuel Gual en la isla de Trinidad. Pasa a llamarse Samuel Robinson, conservando solo las iniciales de su nombre”, señaló.

ROBINSON EN EEUU Y EUROPA

El historiador especificó algunos detalles de lo que Simón Rodríguez vio y vivió en Estados Unidos y Europa: Robinson se va a los Estados Unidos. Vive en Baltimore entre 1799 y 1800, donde trabaja como cajista de una imprenta; vio de cerca la esclavitud a que eran sometidos los negros en las plantaciones y por tanto no se dejó deslumbrar por el supuesto republicanismo”.

Los angloamericanos, que así llamaba Robinson a los estadounidenses, “han dejado en su nuevo edificio un trozo del viejo: la rareza de un hombre mostrando con una mano a los reyes el gorro de la libertad, y con la otra, levantando un garrote sobre un negro que tiene a sus pies” citó.

Parte luego al viejo continente donde vive cerca de un cuarto de siglo en siete naciones diferentes. Es la Europa capitalista donde la revolución industrial ha expropiado violentamente a los campesinos y los ha dejado sin tierras. Los ha convertido en obreros asalariados que trabajan 16 horas diarias, viven en la más completa miseria, y se le niega el más mínimo derecho.

Linares acude a la reflexión que hace Simón Rodríguez sobre este tema y lo cita: “La suerte de un jornalero difiere muy poco de la de un esclavo”. “El maestro se percata de los valores de esta sociedad y llega a la conclusión de que en Europa carecen de la idea fundamental de la asociación, un valor que consiste en “pensar cada uno en todos, para que todos piensen en él”, agrega.

Rodríguez denunció de la vida europea ”el horroroso cuadro de su miseria y de sus vicios”.

Del retorno de Robinson a Hispanoamérica, ocurrido años después, a finales de 1823 precisó: “Las batallas militares dirigidas por Simón Bolívar llegaban a su fin. El imperio español se desmoronaba. Se hacía necesario emprender “la creación de unas repúblicas originales”.

EL PAPEL DE LA EDUCACIÓN

Precisa Linares que la educación popular es la palanca que impulsa el proyecto de república de Robinson: “Para Rodríguez, hacer que el pueblo sea republicano “se consigue con una Educación Popular, destinada a las gentes a ejercicios útiles, y haciendo que aspiren fundadamente a la propiedad”.

“Rodríguez, es un político revolucionario que se plantea la creación de una nueva sociedad. Para cumplir este propósito central, desarrolló una estrategia de sensibilización, concienciación ciudadana y capacitación técnica (ideas, sentimientos y manos) de las masas empobrecidas, a lo que llamó Educación Popular, para de este modo, destruir íntegramente el sistema de explotación y la mentalidad imperantes en las sociedades post independentistas de la época a fin de reemplazarlo por una verdadera república popular”, explicó.

PORQUÉ EN UN DESCONOCIDO

El historiador y profesor de la UVB explicó porque los venezolanos y latinoamericanos no conocemos a Simón Rodríguez:

-Un sector, conformado principalmente por las clases sociales usufructuarias de la riqueza y el poder, advertirá que este modelo de sociedad proyectado por Rodríguez lesiona sus intereses de clase; en consecuencia se opondrá a su aplicación.

Por eso lo sustantivo de su pensamiento y obra ha sido adulterado, ocultado o caricaturizado -afirmó.

-En cambio, en torno a la persona y la obra de Simón Rodríguez, han sido creados una serie de mitos que no solo dificultan al común de los venezolanos y latinoamericanos formarse una idea cabal acerca de quién fue realmente este hombre extraordinario y cuál es la trascendencia de su obra, sino que se convierten en una traba cultural, académica y política a la hora de intentar conocer sus originales aportes al presente.

Agregó Linares que de Rodríguez se ha dicho una serie de barbaridades “sobre las cuales, en primer lugar, repito lo dicho por el profesor Andrés Lashera, uno de los estudiosos más serios de la obra de Simón Rodríguez, quien explicaba que a Robinson “se le ha endilgado de todo, desde los infundios, los mismos que Simón Rodríguez comentó se escribían sobre él para desprestigiarlo, y que se repiten como verdades de fe – incluso con cierta fruición para presumir de que también Venezuela tiene su loco notable”.

-Pero quiero enumerarlas para que al entrar en contacto con ellas, inmediatamente las identifiquemos como calumnias, que es lo que en realidad son:

“Entre las falsedades mas conocidas figura que era excéntrico y misántropo y por ello le costaba entenderse con los demás; que era simplemente un maestro de escuela renovador; que su papel en la historia se limita a haber sido maestro del Libertador.

También se ha dicho que en su praxis pedagógica lo que hizo fue desarrollar las ideas de los enciclopedistas, especialmente de Rousseau, expuestas en el “Emilio”; que sus propuestas sociales fueron tomadas íntegramente de los socialistas utópicos europeos y por tanto no dio aportes originales.

Y hasta han urdido que no fue un político, mucho menos un político revolucionario; que era un adelantado a su época y que por eso no fue entendido por sus contemporáneos, y la más absurda y perversa de todas; que se desnudaba frente a sus alumnos para enseñarles anatomía”.

T/ Mercedes Aguilar
F/ Cortesía