Todavía no hay una confirmación oficial|Posibilidad de vender vehículos en dólares abre debate sobre el sector automotriz

Un nuevo debate ha surgido en el país luego que en días recientes comenzaran a circular varias noticias que asomaban la posibilidad de que una transnacional automotriz con sede en el país pudiese vender sus vehículos en moneda extranjera. Aunque la información no es oficial, se manejan varias hipótesis que fueron comentadas al Correo del Orinoco por distintos especialistas y por las trabajadoras y los trabajadores de las empresas ensambladoras.

Para el economista Luis Matos, la venta de autos en dólares no es más que “otra herramienta del acoso económico, y otra arma en la guerra económica”. Los empresarios del sector, a su juicio, “saben que es inviable.” De hecho, refiere que en condiciones normales “ningún ejecutivo local de una transnacional da este tipo de declaraciones en algún país, asegurando que hay muchísimo hermetismo y que el gobierno les ha pedido muchísima discreción”.

Pero si realmente se hiciera este tipo de transacción en el futuro inmediato, Matos cree que “ese sería un paso hacia la dolarización”. Dice que con esto “estaríamos entrando en las normas del Fondo Monetario Internacional (FMI)”, con su habitual receta que incluye reducción de los presupuestos de gastos del Estado, reducción de sueldos y salarios y aumento de edades mínimas para las jubilaciones.

Asimismo, indica que se llevaría a cabo un incremento de las tasas de impuestos, la eliminación de subsidios, las facilidades para la industria internacional, la liberación del mercado de trabajo, la eliminación de barreras cambiarias y la liberación de precios al menudeo, es decir, “un retroceso al dejar hacer, dejar pasar”.

POCA INFORMACIÓN

En torno a la presunta medida, señala que “si tal cambio no se menciona en ningún documento, el comprador estaría pagando en bolívares y si la transacción es de contado, y cumple tal norma, sería perfectamente legal, pero ¿cuál es el porcentaje de compra de autos de contado?”.

Desde siempre, aduce el experto, la adquisición de autos en Venezuela se ha hecho principalmente a crédito, antes en giros mensuales, y ahora según las diversas modalidades financieras que ofrece el sistema bancario.

“¿La pregunta es si aceptarán cuotas iguales por los siguientes 18, 24 o 30 meses, o acaso pretenderán que el comprador se comprometa con mensualidades en dólares y que las paguen según esté en ese momento la tasa Simadi?”, cuestionó.

También duda acerca de la forma como se manejarán los avisos comerciales: “¿Ofrecerán sus autos en dólares aunque aclaren que es a la tasa Simadi? ¿Y qué pasará en el futuro? El Poder Ejecutivo tiene pleno poder para cambiar sus sistemas de cambio en cualquier momento, y sin previo aviso”.

MANEJO MEDIÁTICO

Al docente universitario le llama la atención el manejo mediático que ha tenido el tema. “Un artículo de prensa proveniente de una agencia internacional de noticias extranjera, publicado en los diarios venezolanos opositores, afirmó que una conocida trasnacional de la industria del automóvil en Venezuela espera comenzar a vender en los próximos meses sus autos a precios fijados en dólares”.

Dice que para confirmar la veracidad de dicha información, estos agregan que la misma proviene “de dos fuentes vinculadas con su red de concesionarios”. Como si fuera un comentario del redactor de la noticia, se añade que “la venta de autos en divisas marcaría un hito en la economía de Venezuela”, frase que, en su opinión, “fue destacada, incluso como titular o epígrafe en algunos diarios locales”.

De acuerdo con el comunicado de prensa, añade, el presidente de la filial de dicha trasnacional en Venezuela afirmó “lograr acuerdos con el Gobierno”, sin dar detalles y citando, además, fechas inmediatas para “reactivar su producción normal”.

Fueron los comentaristas locales, agrega Matos, quienes publicaron los posibles precios a los cuales se venderían, multiplicando su valor en el Norte por la tasa cambiaria del Simadi. “Quien lo lea a la ligera, supone que ese sería un precio. El comentarista se cuida de agregar, en letra mínima y lugar poco destacado, que es un cálculo personal”, enfatizó.

Además, precisa que los comentaristas “aclaran” a sus lectoras y lectores que tal transacción se haría en bolívares; “solo que el precio a pagar sería el del precio del vehículo en el exterior o alguno fijado por la trasnacional, multiplicado en el momento de la transacción por la llamada tasa Simadi”.

Ante esta situación, comenta que el vicepresidente para Planificación y Conocimiento, ministro Ricardo Menéndez, y el presidente de la Comisión de Finanzas y Desarrollo Económico de la Asamblea Nacional, diputado Ricardo Sanguino, advirtieron de inmediato sobre la inviabilidad de efectuar ventas en Venezuela en cualquier otra moneda que no sea el bolívar. “Ventas en dólares serían inconstitucionales”, alerta.

Por su parte, el diputado socialista Ramón Lobo, también se mostró reacio a la medida. Expresó que lo que ha podido escuchar en torno a este planteamiento no corresponde a una versión oficial por parte del gobierno. “La venta de algún producto sobre la base de una divisa no es viable, es anticonstitucional y más aún en el proceso de independencia que nosotros estamos empujando, que está asociado también a toda la temática económica”, apuntaló.

ESTRATEGIA NO ADECUADA

Dolarizar el precio de los automóviles, en opinión del analista económico Henkel García, no es la estrategia más adecuada para afrontar la crisis que atraviesa ese sector. “El venezolano no produce dólares, y con su nivel de ingreso actual es prácticamente imposible que acumule el suficiente capital para comprar un vehículo a los precios que supuestamente se están manejando”, analizó el director de Econométrica.

Quizá para quienes hayan podido acumular divisas o de alguna u otra manera las generan, esa modalidad de compra no resulte dificultosa, advierte, “pero para el ciudadano de a pie, que tiene sus ingresos en bolívares, y que cuando lleva esos ingresos a la tasa Simadi o al mercado negro se le convierten en una cantidad extremadamente baja, es discriminatoria”.

Además señala que “la probabilidad de adjudicación de divisas a través de Simadi es baja, y el dólar a 6,3, al igual que el de 12, prácticamente no existe, entonces, el más oportuno y el que está a disposición de cualquiera es el dólar paralelo, pero este supera los 300 bolívares”.

Recordó que una de las herramientas financieras con las que cuenta el ciudadano común para poder comprar un vehículo es el endeudamiento, “pero si los vehículos finalmente son vendidos en dólares, ¿cómo hacen estas personas para endeudarse en dólares?”.

DIFICULTADES EN EL SECTOR

García piensa que con este planteamiento, “que pareciera no haberse hecho de forma consensuada con todos los dirigentes del gobierno, pues hay discrepancias y hasta desconocimiento”, se pudiese estar buscando atender la difícil situación que presentan las ensambladoras.

“Si se revisan los datos de ensamblajes de vehículos en el país, nos damos cuenta de que tenemos unos cuantos meses con una producción muy baja, similar a la que se alcanzó durante el paro”, contrastó el director de la firma Econometrica.

Dice que incluso, la situación en este momento es peor, porque en el 2001, a pesar de la conflictividad que implica una situación de esa índole, el bajo nivel de productividad se mantuvo por poco tiempo, mientras que ahora se ha prolongado por un período más extenso. “Es una situación bien grave”, alertó.

Señala que contrario a representar el inicio de una dolarización de la economía, tal y como lo han advertido algunos especialistas, con esta medida lo que se estaría planteando es la implementación de un sistema dual de divisas. “Pudiese hablarse de una dolarización de la economía si al venezolano se le permitiese generar dólares, y tener su ingreso en dólares, pero lo que se plantea es prácticamente un sistema dual de divisas”, aclaró.

Recordó que este sistema es muy similar al que ha estado funcionando en Cuba, el cual, a su entender, está desapareciendo para abrir paso a un solo tipo de divisa. “En Cuba había dos tipos de divisa, y el cubano solo tenía acceso a una; la otra era más para turistas y otras instancias”, recalcó.

Con esa dualidad, alerta, la situación no mejoraría; los vehículos van a continuar siendo inalcanzables para la mayoría de las ciudadanas y los ciudadanos. “Ahorita prácticamente nadie puede comprarse un vehículo. Para que un venezolano que gane salario mínimo se compre un Corola año 2009 tendría que ahorrar por 50 años, y con esta medida seguiría siendo igual”, fustigó.

Además, indica que de llegarse a concretar esta modalidad de venta, otros sectores de la economía van a tratar de establecer acuerdos similares y los sectores sociales van a pedir que sus ingresos sean en dólares. “Esto sería bastante peligroso, porque se va a querer salir del bolívar como moneda y adoptar el dólar, y eso para nosotros no es el mejor escenario”, sentenció.

DOLARIZAR NO ES LA MEJOR VÍA

Para el director de Econométrica, la dolarización “no es la única ni la mejor vía” para sanear nuestra economía. No obstante, sostiene que frente a las fallas que presenta el sistema predominante, se inclinaría por esta opción.

“Si me dan a elegir entre una dolarización y el desastre monetario que tenemos, obviamente la dolarización luce mejor, pero esta al final no es garantía de nada, porque no tenemos un marco institucional que haga funcionar a cualquier tipo de moneda, sea el bolívar o sea el dólar”, asintió.

Si el gobierno decidiese dolarizar ahora, ejemplificó, no habría un marco institucional que impidiera que esta medida fuese revertida. “No tenemos ese marco institucional y probablemente la dolarización tampoco vendría de la mano con ese marco institucional”, acentuó.

El especialista señala que dolarizar pudiese ser una vía, pero si queremos una moneda estable, lo que tenemos que generar como sociedad es un marco institucional que garantice esa estabilidad. “Si tuviésemos un marco institucional que velara por unas condiciones económicas armoniosas, la medida de dolarización no haría falta”, puntualizó.

MANUFACTURACIÓN INTERNA

La Confederación Venezolana de Industriales (Conindustria) apoya la venta de vehículos en divisas, siempre y cuando “favorezca la manufacturación dentro del país, impulse el empleo y agregue valor local”, asegura Eduardo Garmendia, presidente del referido organismo. “Si esa propuesta tiene que como objetivo y fin que esto ocurra, nosotros la damos como bienvenida, en caso contrario, no estaríamos de acuerdo”, señaló.

Para el organismo que representa es preferible “privilegiar la importación de materias primas, partes y componentes para el ensamblaje de automotores, incluso materias primas para el sector autopartes, a que se importen vehículos terminados”. Esgrime que “siempre será más barato importar materia prima y manufacturar en Venezuela, que importar el producto terminado”.

Alega que si hay personas que dispongan de sus propias divisas para comprar vehículos bajo esta modalidad, esos recursos podrían ser aprovechados para importar partes y materia prima para el ensamblaje de los mismos y con esto “se reactivaría ligeramente el sector automotriz”.

De acuerdo con Garmendia, este tipo de transacción vendría siendo una especie de repatriación de capitales, “porque efectivamente, ahí el Gobierno no está poniendo ni un dólar”.

La propuesta pudiera parecer extraña, aduce, pero la misma se hace de esa manera porque, en su criterio, “tenemos una economía que está totalmente distorsionada”. En tal sentido, asegura que “si no existiera un control de cambio, cualquiera pudiera comprar su vehículo y no habría necesidad de hacer nada de esto”.

El dirigente gremial considera, además, que dicha acción es factible “porque en Venezuela no hay una restricción para la importación de vehículos por parte de los particulares, ni de las empresas, dentro de las modalidades que se han establecido”.

DEFENDERSE SOLA

Garmendia recordó que las ensambladoras “prácticamente están detenidas porque no ha habido asignación de divisas”. No obstante, reconoce que debido al poco flujo de moneda extranjera, “es entendible que las divisas sean asignadas con prioridad a otros sectores como el de alimentación y el de salud”.

Ante ese panorama, señala que “la industria tiene que defenderse sola”, y la obtención de divisas por medio de la venta de vehículos sería una manera de hacerlo. Recalca que en la confederación no están viendo las condiciones de comercialización que pueda abarcar el planteamiento, sino el concepto.

“Cualquier medida que vaya en dirección de incrementar o mejorar las posibilidades de manufacturar en Venezuela frente a la importación de productos terminados, siempre la vamos a apoyar porque ese es el objetivo de esta organización que agrupa a los industriales”, recalcó.

TRABAJO MANCOMUNADO

El presidente de Conindustria estima que, para salirles al paso a las dificultades que enfrenta el país, debe haber unión entre el sector privado y el gobierno. “Siempre hemos estado convencidos, y lo estaremos siempre, de que nosotros solos no podemos resolver los problemas, y que el gobierno solo tampoco puede hacerlo”, enfatizó.

Sin embargo, estima que para lograr ese objetivo hay que propiciar “un diálogo abierto y franco que, lejos de consideraciones políticas de cualquier tipo, tenga como objetivo fundamental el incremento del bienestar de la población”.

Señala, en ese sentido, que es un deber, tanto del gobierno como de las y los productores, abastecer a las consumidoras y los consumidores. “No es dar una dádiva, sino una obligación que tenemos”, reflexionó.

Reiteró que todos los agremiados de la organización que representa tienen la disposición de trabajar de forma mancomunada para aportar soluciones, pero no han sido tomados en cuenta. “Nosotros hemos hecho varias propuestas, pero desafortunadamente no se han tomado en consideración”, criticó.

Garmendia admite que “a lo mejor estas propuestas no son las más convenientes”, pero confía en que, de la discusión de las mismas y de la visión que pueda tener el gobierno, podría surgir una decisión que vaya en beneficio de la población. “Si no lo hacemos así, los resultados están a la vista”, concluyó.

POSIBLE CONVENIO

Para Roberto León Parilli, presidente de la Alianza Nacional de Usuarios y Consumidores (Anauco), la situación no está muy clara y, por tanto, se le dificulta evaluar los alcances de la propuesta. “Hemos escuchado con mucho detenimiento el anuncio hecho por el representante de una de las más importantes empresas automotrices, no solamente del país, sino del mundo, como lo es Ford, y tratamos de entender en qué consiste”, apuntó.

Hasta el momento, añade, la ensambladora todavía no ha hecho un anuncio formal, y tampoco ha habido un pronunciamiento oficial por parte del Gobierno; esto, en su opinión, “pudiera confirmar la puesta en marcha de este mecanismo o la aceptación mediante un convenio con esta empresa o con el sector automotriz”.

Sin embargo, en Anauco se mantienen expectantes ante la posibilidad de que surjan métodos novedosos para dar un impulso al sector mediante la implementación de otros esquemas de trabajo. “Nosotros no hemos querido en ningún momento negar de plano, sin conocer el alcance de la propuesta, la posibilidad de un mecanismo que trate de reactivar la industria automotriz”, asintió.

Precisó que la información divulgada hasta ahora ha sido muy genérica y carece de detalles. “No se sabe, por ejemplo, qué tipo de cambio se va a aplicar, si los impuestos van a ser en dólares o en bolívares, quién asegura al vehículo y en qué moneda se va a pagar ese seguro”, cuestionó.

Pero lo más importante, agrega, es la prolongación que pueda tener la medida: “Si es temporal y va dejando de funcionar para darle cabida a la moneda de curso legal -que es el bolívar- una vez que la industria comience a reactivarse, me parece viable, lo que no pudiese entender es que se cierre para siempre la adquisición de vehículos en nuestra moneda local”.

Dice que si ese mecanismo toma en cuenta los aspectos que todavía no están claros, a los que calificó como “lagunas”, y si se apega a los derechos constitucionales de las ciudadanas y los ciudadanos, el mismo sería recibido de buena manera por la población.

REACTIVAR LA INDUSTRIA

El presidente de Anauco sostiene que la instancia que representa ha solicitado la realización de mesas de trabajos con distintos actores, para agilizar el proceso y aclarar las incógnitas que pueda haber al respecto. En su criterio, el tema no se ha debatido hasta ahora por falta de información.

“Estamos en una fase exploratoria, tratando de reunirnos con los representantes de las empresas del sector, con los gremios que los agrupan, con los trabajadores y los representantes del gobierno, para tratar de colaborar y que esto sea bien entendido”, expresó.

La intención es “apoyar cualquier iniciativa que procure reactivar la industria y que logre que los venezolanos tengamos vehículos disponibles, porque hoy no los hay en dólares ni en bolívares”, apuntaló. También procurarán que se tome en cuenta el derecho de las y los trabajadores del sector, que suman aproximadamente una población de 100 mil personas.

El ensamblaje de vehículos en el país, asegura, “es necesario, pero debe hacerse resguardando la igualdad de las personas ante la ley, y evitando que los mecanismos que se apliquen sean excluyentes, de manera que se pueda generar bienestar para los venezolanos”.

El sector automotriz, de acuerdo con la información que maneja, “está operando a menos de un 10% de su capacidad instalada, debido a la falta de divisas”. No obstante, reconoce que el país está demandando una cantidad de prioridades que también tienen que ser atendidas, por tanto asegura que “se deben buscar nuevos modelos que permitan abrir los caminos para que la industria se desarrolle”.

CAMBIOS IMPORTANTES

Asegura que, si el Estado aprueba la medida y se concreta la venta de vehículos en moneda extranjera, estaríamos en presencia de un cambio importante en lo que a políticas públicas se refiere. “Eso pudiera ser un primer paso para comenzar a hablar de cambios importantes”, aseveró.

Según el titular de Anauco, la decisión implicaría “una suerte de reconocimiento de que el dólar de alguna forma nos referencia en la economía, y de que el dólar tiene que ser tomado en cuenta, porque somos un país importador, más que productor”. Además considera que “si se vuelve a acercar el sector público al sector privado, todos podemos salir ganando”.

De acuerdo con León “este pudiera ser un buen comienzo” para lograr cambios favorables en la economía del país puesto que, en su criterio, todas las políticas se agotan -independientemente de que sus resultados sean buenos o malos- y siempre hay que abrir paso a nuevas estrategias.

“Venezuela demanda ya un cambio de políticas para alcanzar una economía más sustentable que permita volver a reactivar el aparato productivo, desarrollar el empleo y acabar con la especulación y los ilícitos que se siempre producen cuando los mercados están deprimidos”, acentuó.

RESPALDO AL GOBIERNO

Luego que la información de la presunta venta de vehículos en dólares trascendiera a los medios de comunicación social, las trabajadoras y trabajadores de las distintas ensambladoras que operan en el país se han pronunciado al respecto.

Wilman Cedeño, presidente del sindicato de la General Motor (GM), cuya casa matriz es la norteamericana Chevrolet, manifestó que hasta el momento la masa trabajadora de esta industria desconoce la veracidad de esa propuesta, porque no ha habido una comunicación oficial que la sustente, pero indica que la apoyarán si esta es aprobada y anunciada por el Gobierno.

“Nosotros no tenemos conocimiento por parte de la empresa ni por parte del Estado, de ese tipo de propuestas. Si el Estado lo propone y los compañeros de la Asamblea Nacional y el Presidente de la República lo anuncian, muy gustosamente lo apoyaremos”, declaró.

Asegura que las trabajadoras y los trabajadores están conscientes de que la GM no dispone de los recursos necesarios para mantener su nivel de productividad. De hecho, refiere que la empresa funciona con unos 600 millones de dólares al año, pero reconoce que no ha podido recibirlos en su totalidad porque “eso implica un alto desembolso que tiene que hacer el Estado”.

Por ello considera factible que, de ser aprobada la medida, la empresa produzca con sus propios recursos para comercializar en dólares, y que quienes vayan a comprar esos vehículos adquieran las divisas a través del Cencoex al precio que estipula el Simadi.

“Eso significaría un ahorro circunstancial para el Estado, porque ya no estaríamos produciendo vehículos a 12 bolívares por dólar, sino que más bien se le daría el justo valor a esa moneda que cuesta tanto traerla al país por medio de la industria petrolera”, analizó.

Cedeño considera injusto que, de aprobarse la venta de vehículos en divisas, las trabajadoras y los trabajadores de General Motor aspiren a ganar sueldos en dólares, cuando la moneda de circulación oficial en Venezuela es el bolívar.

“Nuestra moneda es el bolívar, y nosotros como venezolanos, como revolucionarios, como nacionalistas, tenemos que defenderla, porque esa es la moneda que circula en nuestro país”, sentenció.

Dice que en todo caso, lo que aceptarían es que se les calcule el salario en dólares, pero que se lo paguen en bolívares. Además comenta que desde el punto de vista histórico, nuestra moneda tiene un valor simbólico que debe ser respetado: “Bolívar no luchó en vano y nosotros no podemos echar el bolívar por tierra”.

RECUPERAR EMPLEOS

El vocero de las y los trabajadores de la ensambladora detalló que en el 2012 esta produjo 42 mil unidades; 29 mil en 2013; 8 mil en 2014 y 4.200 unidades vehiculares en lo que va del 2015. Motivado a los bajos niveles de producción, GM se vio en la obligación de despedir a 466 personas.

Pero gracias a la labor sindical, argumenta, se ha podido reenganchar a varios de los empleados que fueron despojados de sus puestos de trabajo, “apelando al fuero paternal, porque el mismo laudo así lo establece”.

Sin embargo, aclara que la intención es luchar para que todos esos trabajadores “regresen otra vez” a la empresa. Dice que para lograr esa meta “es necesario que el Estado el estado le busque la vía para que esta empresa sea funcional y se recuperen otra vez los puestos de trabajo”.

VEHÍCULOS POPULARES

Por su parte, Eliana Leal, integrante también del sindicato de trabajadores de GM, manifestó no apoyar la venta de vehículos en dólares porque, en su criterio, la medida no aportará beneficios a las mayorías. “Esos van a ser unos vehículos lujosos, muy costosos, ¿y quiénes van a poder adquirirlos? La minoría que tiene el poder adquisitivo”, fustigó. A su parecer, “es mentira que el pueblo va a conseguir dólares para comprar carros, que además van a ser muy lujosos”.

En cambio, sostiene que si se producen vehículos más sencillos, similares a los que ofreció el plan Venezuela Móvil que impulsó el presidente Hugo Chávez, estos podrían ser vendidos a precios más económicos y el beneficio llegaría a muchas más personas. “Además aumentaría la productividad y se mantendrían los puestos de trabajo”. Fidel Ampueda, secretario de reclamo y contratación y miembro de la junta directiva del sindicato, acotó que si esa iniciativa fuera replicada nuevamente por varias ensambladoras, tendría el mismo éxito que tuvo en aquel momento.

Por otra parte, Leal señaló que ante la situación de dificultad que está atravesando el sector, las trabajadoras y los trabajadores de las empresas ensambladoras deben ser tomados en cuenta e incluidos en las discusiones que se hagan con respecto a esta situación. “De aquí también salen bastantes propuestas que pueden ser presentadas al gobierno para buscarle una solución a la problemática que se está presentando en el sector automotriz, que sabemos que no es prioritario, pero del cual depende el sustento de muchas familias”, precisó.

APROVECHAR LA OPORTUNIDAD

Una posición más pragmática expresa Christian Pereira, secretario general del sindicato de trabajadores y trabajadoras de la antigua Chrysler de Venezuela -ahora FCA Venezuela, tras la adquisición de la mayor parte de sus acciones por parte del grupo Fiat- quien refiere que las ensambladoras “no pueden desaprovechar la oportunidad que se presenta con esta iniciativa”.

En esta empresa, revela, ya se ha conversado sobre esa posibilidad y en el sindicato están al tanto de eso. “En líneas generales hay aceptación de que se adopte esa medida, pero siempre vamos a tener que hacer sobresfuerzos para combatir las desviaciones que ciertos medios o articulistas malintencionados le dan a la propuesta”, aseveró.

En tal sentido, esgrime que los sindicatos tendrán que fungir como operadores, en el sentido de aclararle a las trabajadoras y los trabajadores las dudas que puedan tener al respecto, “empezando con que no son todos los modelos los que se van a poder vender en dólares, y que va a haber la garantía de que la mayoría de los modelos van a ser comercializados en bolívares”.

ADAPTARSE A LA REALIDAD

Manifestó que la industria automotriz requiere 2 mil millones de dólares al año para operar medianamente, pero reconoce que en este momento el Estado “no tiene las divisas suficientes para atender sus necesidades”, debido a las dificultades económicas generadas por la baja en los precios del crudo.

En las próximas semanas, avizora, no se prevé un aumento inmediato del valor del petróleo, que es nuestra principal fuente de suministro de divisas, por lo que sugiere “dejar de mirar esa propuesta con recelo y con odio”. Considera que más bien “hay que adaptarla a la realidad” que vive el país. “Si esto hoy garantiza que se salven 100 mil puestos de trabajo, nosotros por supuesto que vamos a apoyar la propuesta”, sentenció.

Recordó que, por decisión de un laudo arbitral, producto de la situación financiera que presenta esta industria, fueron desincorporados 76 trabajadores. “Esta empresa tiene la capacidad de producir en un turno 14 mil unidades, pero el año pasado se hicieron solamente 1.510. “Nosotros podemos estar abrazados al derecho al trabajo, a la inamovilidad laboral, pero las realidades objetivas nos sumergieron”.

El vocero tampoco cree que la adopción de la medida deba tener un impacto salarial directo, ni mucho menos una dolarización de la economía. “Nosotros como trabajadores estamos convencidos de que nuestra moneda es el bolívar y vamos a apostar para que siga siendo así”, reflexionó. El error que ha habido hasta ahora, aduce, “es no expresar públicamente lo que se persigue”, por ello propone que se realice un gran debate nacional que involucre a las trabajadoras y a los trabajadores.

NORMALIZAR LA INDUSTRIA

Ante el panorama de dificultad que se ha planteado, Christian Pereira apunta que de la discusión entre los sindicatos ha surgido una propuesta que será presentada al presidente Nicolás Maduro, la cual abarca tres líneas de acción. En la primera fase, detalla, se propone como medida transitoria apoyar la venta de ciertos vehículos en divisas.

“¿Si hay un sector de la sociedad adquiriendo vehículos armados a concesionarios de Miami para ubicarlos aquí, por qué no le solicitamos a esas personas que adquieran la materia prima y que las ensambladoras que están en el país armen esos vehículos?”, reflexionó. En su opinión, “esto daría la posibilidad, no solamente de arrancar y normalizar la industria automotriz, que ahorita está muy golpeada, sino que además protegería los 100 mil puestos de trabajos que dependen de ella”.

En una segunda fase, que tendría un carácter definitivo, se apostaría por el fortalecimiento de la industria para poder exportar su producción. “Cada empresa, con sus catálogos, puede competir a nivel regional y adaptar algunos modelos a las exportaciones para incorporarlos a los convenios que el gobierno tiene con el Mercosur y con el ALBA, por ejemplo. Esto haría que empiecen a entrar divisas no provenientes del petróleo y además serviría para alimentar el Simadi”, ponderó.

La tercera fase, también definitiva, asiente, estaría dedicada a la atención del transporte colectivo. “Si les dan divisas a Chrysler, Ford, General Motor y Mitsubishi, que estas empresas fabriquen vehículos para transporte público, para transporte de medicinas, para transporte de alimentos, es decir, que haya una adaptación a las realidades de la sociedad y que no solamente la industria le haga camionetas a los que más real tienen”, precisó.

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T/ Héctor Escalante
F/ Ángel Dejesús, Jonathan Manzano, Archivo CO, Cortesía Luis Matos

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