O el gobierno cambia su política o la gente va a cambiar el gobierno, aseguró este jueves el líder de la Confederación General de Trabajadores de Grecia (GSEE), Nikos Kutsukis, al presentar su balance sobre la situación del país.
A pocas horas de que el primer ministro griego, Antonis Samarás, inaugure la 78 Feria Internacional de Tesalónica los sindicatos anunciaron una gran manifestación en la segunda ciudad del país para protestar contra el endurecimiento de las medidas de austeridad, que no hacen sino profundizar la espiral de recesión.
Además, el director del Instituto de Trabajo GSEE, Savvas Robolis, divulgó los conclusiones del informe anual para la economía griega, que prevé un crecimiento del desempleo para finales de año que podría alcanzar a cerca del 29 o 30% de la población activa y superar el 31% en 2014.
El documento certifica el fracaso de las políticas de ajuste y lanza una seria advertencia sobre el futuro de la sociedad y la economía griegas si no se aplican medidas alternativas que reactiven el tejido productivo y rescaten a los ciudadanos.
Según Robolis, el poder adquisitivo de las familias retrocedió hasta los niveles de hace 13 años, mientras que la tasa de paro se encuentra en cifras similares a la existente en 1961.
De acuerdo con los datos del informe, el gasto social (pensiones, salud y ayudas sociales) pasó de 55,2 a 40,3 mil millones de euros desde el inicio de la crisis en 2009, lo que supuso un descenso del 26,99%, similar al experimentado por el Producto Interno Bruto en el mismo periodo.
Entre los desempleados la situación es de extrema postración, con el 55% que se declaran dispuestos a trabajar sin importar las condiciones ni el salario, mientras que para el 37% su única preocupación es sobrevivir.
En la actualidad solo 12 de cada 100 parados reciben algún ingreso de la Agencia de Empleo, mientras que el resto subsiste gracias a ahorros de años anteriores (24,6%) o recurriendo a amigos y conocidos (9,3%).
El entorno familiar es sin embargo el que resuelve el problema del alojamiento para aquellos que no cuentan con ingresos laborales, ya que el 84,5% de estos conviven en casas de familiares.