Por Ricaurte Leonett|Socialismo y democracia = liberación (Opinión)

El capitalismo ofrece la destrucción del mundo, destrucción de la naturaleza con la explotación insaciable de todos los elementos naturales y explotación de los seres humanos, al considerar que el desarrollo económico es ilimitado sin pensar en los costes ecológicos, es así como se destruyen los ecosistemas, como se contamina la biosfera, como se malgastan los combustibles fósiles.

El capitalismo no ofrece la salvación de los pobres, incluso en los Estados Unidos de Norte América, el número de pobres crece cada día, ni hablar de Europa. Es conocido por todos y todas como los pobres crecen cada día y han tenido que lanzarse a la calle, en países como España, Italia, Grecia, Portugal, Francia, prácticamente toda Europa.

El capitalismo es un castigo para la humanidad, sólo se lucran unos pocos capitalistas mientras las mayorías son lanzadas a la pobreza total. Lo que significa que el capitalismo es en esencia antidemocrático, es excluyente, no solo en lo económico, sino en lo social, en lo comunicacional, en lo cultural; en todo excluyen a los pobres. Todo lo convierten en una mercancía.

Recientemente, el presidente ecuatoriano Rafael Correa señalaba que “la información no es una mercancía, sino un derecho del pueblo”. Actualmente, y cada día nos sensibilizamos más de la cuestión ecológica, hoy los movimientos sociales han comprendido que la agresión contra de la naturaleza, producto de la desaparición de especies vegetales y animales, trae consigo graves desajustes sobre el clima mundial, pero también hay preocupación por la miseria que rodea a nuestras ciudades.

La lucha entonces está dada por la constitución y consolidación del socialismo del siglo XXI, que es un modo de vida profundamente democrático y liberador.

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