Con este mismo nombre he publicado dos diferentes artículos sobre el tema: Uno, en fecha 3/10/95 y el otro, el 23/08/13 ¿Por qué repetirlo ahora? Porque ha surgido una forma diabólica de “chismear” que, como se sabe, en el Diccionario de la Real Academia significa “traer y llevar chismes”, esto es, “noticias generalmente falsas con que se pretende indisponer a unas personas con otras” y a crear un ambiente hostil en contra del objeto de tan abominable práctica. También dice el diccionario que “chismografía” es la “ocupación de chismear”, con lo cual recuerda sutilmente que el “chismoso”, esto es, quien chismea, o es dado a chismear, tiene esta actividad como ocupación; es decir, como tarea que se realiza conscientemente.
Quería señalar que en un tiempo bastante cercano a los artículos aludidos ha aparecido una modalidad que, para entonces, no existía o era muy poco divulgada, que es la de utilizar las llamadas “redes sociales” con el objetivo cubierto por el anonimato, propagar noticias falsas; desacreditar a personas que, mientras más ilustres e importantes sean, resulta mejor. Estamos hablando de las “noticias” que constituyen chismes, que se lanzan a través de Facebook y Twitter y tienen una rápida divulgación.
Pues bien, en grupos familiares de personas serias, ocupadas de sus trabajos respectivos, de las labores del espíritu y del mantenimiento de las relaciones cordiales con amigos y conocidos, de repente ha aparecido una noticia malévola, destinada a crear suspicacia y otros objetivos tortuosos. Se dice de uno de los miembros de la familia, hombre serio, casado, tremendamente ocupado y padre de dos varones, ha celebrado el pasado fin de semana una rumbosa fiesta, que cuesta “todos los reales del mundo”, en una isla cercana con motivo del matrimonio de una “hija”. El nombre, naturalmente se señala en forma muy clara, con saña, para que la “noticia” lo afecte.
El chisme parte de un hecho falso totalmente, por cuanto no hay hijas hembras en el matrimonio, los dos hijos varones no están en edad de contraer matrimonio. Pero el chisme ha sido leído y hace daño.
Así, la profesora de uno de los hijos le preguntó “discretamente” cuántas hermanas tenía y, varias personas conocedoras del afectado y su familia, han sufrido el interrogatorio, medio-en broma, medio-en serio, de quienes les preguntan ¿cómo les fue en el “weekend playero”? O incluso, directamente ¿Cómo estuvo la boda?
«Indudablemente que uno piensa que las técnicas de la llamada Guerra de IV Generación incluyen unas modalidades que solamente los estrategas saben en qué momento utilizar y con qué fin».
El elemento más importante del chisme es la ratio o teleología de la conducta, porque a diferencia de la noticia, que tiende a informar y a ilustrar, el chisme tiene como único objetivo el hacer daño.
En la crónica que acompaña todos los estadios de la historia vernácula, uno de los elementos vitalizadores de la vida de la comunidad han sido las llamadas “bolas o rumores”, que son pedacitos de piedra que se hacen deslizar por una cuesta y que van engrosando en su caída hasta llegar a constituir aludes.
Nota: Las falsas noticias mencionadas están en las redes sociales y todas, absolutamente todas, tienen como característica común el ser: infundadas; mal intencionadas en mayor o menor grado, y totalmente baladíes en su esencia.