Un nuevo informe presenta abrumadora evidencia de que un sofisticado software de espionaje está siendo utilizado de manera abusiva por parte de distintos gobiernos alrededor del mundo.
Los resultados del laboratorio de investigación digital, The Citizan Lab, en la Universidad de Toronto, detallan cómo el software, comercializado originalmente para rastrear criminales, está siendo utilizado contra disidentes y activistas de derechos humanos.
El informe, titulado «Para Sus Ojos Solamente: La Comercialización del Espionaje Digital», se centra en un tipo de software de vigilancia llamado FinSpy que puede monitorear de forma remota los correos electrónicos y las redes sociales en tiempo real, así como recopilar datos encriptados y comunicaciones de objetivos desprevenidos.
En diciembre de 2011 Wikileaks comenzó a publicar folletos y videos de FinFisher, que tratan de vender el software que permite a los gobiernos monitorear objetivos que «cambian regularmente de ubicación, utilizan canales de comunicación encriptada y anónima, y que residen en el extranjero».
Otra cosa destacable sobre el FinSpy, señala Jean Marc Manach del sitio web OWNI, es que puede tomar control de cualquier sistema operativo principal, mientras que ninguno de los 40 principales sistemas antivirus es capaz de reconocerlo.
Se ha encontrado que entre los 36 países que albergan servidores de comando y control FinFisher, a los que el malware se conecta para extraer grandes cantidades de datos, se encuentran Estados Unidos, Canadá, México, Reino Unido, Austria, Holanda, Alemania, Indonesia, Australia, Catar y Japón, entre otros.