Una investigación publicada por la revista digital británica British Medical Journal revela que los solistas famosos tienen el doble de probabilidades de morir prematuramente que los miembros de grupos de rock y pop.
Ese fue el caso de Amy Winehouse, Michael Jackson y Whitney Houston, fallecidos recientemente a causa del exceso de sustancias tóxicas, precisa el estudio.
Para corroborar su hipótesis, un equipo de la universidad inglesa de Liverpool examinó cerca de mil 500 estrellas del pop y del rock estadounidenses y europeas que se hicieron famosas entre 1956 y 2006, de las cuales 137 murieron de forma prematura hasta el 20 de febrero de este año.
Entre los estudiados también se incluyen Jimi Hendrix, Elvis Presley, el rapero 2Pac, y los miembros de bandas como Kurt Cobain, de Nirvana; Sid Vicious, de Sex Pistols, y Stuart Cable, de Stereophonics.
Según los expertos, la probabilidad de que un artista solista europeo muera joven es uno de cada 10, y uno de cada cinco para los solistas norteamericanos.
En consonancia con los resultados, los especialistas proponen la necesidad de hacer más investigaciones que determinen si el apoyo de un grupo puede tener un efecto protector capaz de minimizar los riesgos en el consumo excesivo de drogas o alcohol.
A esto se suma el hecho de analizar si ese abuso de sustancias perjudiciales, que facilita la autodestrucción de las personas, está relacionado con experiencias vividas durante la infancia.
Sobre este particular, los expertos hallaron que casi la mitad de los que murieron como resultado del alcohol, la droga o la violencia tuvieron al menos una experiencia infantil adversa, frente a uno de cada cuatro que murieron por otras causas.
El éxito de las estrellas fue determinado a partir de sondeos internacionales, mientras que datos personales fueron obtenidos en sitios de Internet, biografías, antologías y archivos históricos.
La edad promedio de muerte para las estrellas europeas fue de 39 años, y 45 para las estadounidenses.