Hemos dicho junto a otras voces que la violencia política inducida representa un verdadero problema que es aprovechada por la oposición y los factores injerencistas internacionales para provocar una guerra civil. Cuando usan prensa amarillista privada para generar una plataforma de opinión matricial con el fin de desacreditar al Gobierno Bolivariano, sobre la base de los sucesos violentos, los medios privados son la vocería de esa situación porque los medios públicos poco o nada mencionan de estos hechos.
Siendo una verdad que no podemos ocultar, ¿no creen ustedes que es meritorio ofrecer un enfoque distinto y más edificante a una situación que es inducida o no pero es una verdad? Una “verdad” preñada de malas intensiones que no podemos ocultar y que la derecha aprovecha para echarle leña al fuego de la tortura social dirigida especialmente a la clase media y profesional pero que impacta en todo el pueblo.
El comandante Hugo Chávez decía la verdad aun si fuera dura, sabía que hay circunstancias que no es posible silenciar y era mejor decirlas por derecho como dice el pueblo para evidenciarlas y asumir la responsabilidades; digo que la violencia inducida es un mal de la injerencia que usan como se sabe el paramilitarismo incluso la delincuencia común para generar zozobra en la población, pero no debe ser un acicate para quedarnos callados, hay que enfocarla públicamente desde la visión transformadora.
Lo que sabe el pueblo por su propia inteligencia es que hay funcionarios transferidos de policías donde la oposición tiene control para infiltrar la Policía Nacional haciendo prácticas de extorsión y otras vilezas para generar un clima negativo hacia las nuevas estructuras de seguridad que creó el Gobierno Bolivariano y en general a toda la sociedad sin discriminar clase social . Ello amerita una investigación seria porque se trata en el fondo del tema político de sostenibilidad de la misma Revolución.
Antes que sea demasiado tarde revisen el manual HVT (High Value Target) de la CIA, cada mes están asesinando un escolta de un alto funcionario del Gobierno; no es necesario hacer análisis métricos, van cinco meses y cada mes han asesinado un escolta, son piezas de una macabro ajedrez que debe revisarse a fondo y dar con los financistas de esas operaciones criminales en las que sin dudas los sicarios paramilitares juegan un rol importante.