China incrementó a 63 los fallecidos debido a los aguaceros torrenciales y consecuentes inundaciones que agobian a la provincia central de Henan y el número puede subir más porque cinco personas siguen desaparecidas.
La más reciente actualización sobre el desastre elevó a más de 11 millones la cantidad de damnificados y a 1,38 millones los individuos reubicados en zonas más seguras de dicho territorio.
También las autoridades notificaron sobre la destrucción de 876 mil 600 hectáreas de cultivos, 24 mil 472 viviendas con daños y de ellas ocho mil 800 colapsadas por completo.
El temporal azota la demarcación desde el pasado día 16 y, aunque las lluvias cedieron un poco, todavía varias regiones sufren extensas anegaciones por el desbordamiento de ríos y la rotura de dos diques.
La capital provincial, Zhengzhou, sigue en fase de recuperación, restableció gran parte de las telecomunicaciones, servicio de agua y electricidad, pero mantiene interrumpido la transportación por metro porque muchas estaciones están inundadas.
El Departamento meteorológico nacional vigila la evolución del tifón In-Fa que más temprano tocó tierra por el oriente de China y advirtió que sus bandas nubosas pudieran llegar hasta regiones de Henan.
Además decretó la alerta roja (la más alta en riesgo) ante la posibilidad de que el ciclón provoque enormes escurrimientos de agua desde las montañas de las provincias de Zhejiang y Anhui.
Por otro lado, el gobierno reportó este domingo la muerte de dos obreros y desaparición de tres más luego del derrumbe en el mar de un puente en Zhuhai, en la sureña provincia de Guangdong.
Brigadas de rescate rastrean la zona en busca de los perdidos, mientras las autoridades investigan las causas de la tragedia.
Precisamente en Zhuhai el 15 de julio se inundó un túnel repentinamente y murieron 14 personas que trabajaban en su interior. El ejecutivo local detuvo a seis personas consideradas responsables del suceso.