Este viernes 20 de enero el cine nacional hará su primera apuesta fuerte de 2017, o la menos mediana, cuando se estrene en 20 salas de Maracaibo, Barquisimeto, Valencia, Caracas, Maracay, Margarita, Puerto Ordaz, Puerto La Cruz y probablemente Ciudad Ojeda, la película El secreto de mi amigo Sebas, ópera prima del realizador y médico zuliano José Gregorio Hernández, inspirada en hechos reales ocurridos en 1982.
La historia seleccionada por Hernández para contarla sobre la pantalla grande en clave de suspenso policial contienen suficientes ingredientes para configurar una película prometedora, mas allá de tener su raíz en la realidad, elemento que de entrada le confiere un atractivo particular, al menos en cierto sector del público.
El secreto de mi amigo Sebas, adelantó el realizador al Correo del Orinoco, cuenta la historia de Sebastián Alexander Toledo, un abogado penalista que luego de 30 años en Madrid regresa a Venezuela para el sepelio de su madre, propietaria de una importante cadena de productos de consumo masivo.
En un principio la intención de Sebastián es vender las propiedades de su madre y regresar a España con su abuelo y reunirse ahí con su tía. Esta decisión cambia cuando el abogado consigue entre las pertenencias de su madre elementos que señalan incoherencias en la historia establecida en torno a la misteriosa muerte de su padre, de la cual se responsabilizó penalmente a un entrañable amigo que lleva cerca de 20 años tras las rejas.
Sebastián busca la ayuda de su tía, que no quiere involucrarse en asuntos del pasado, y en su abuelo, incapacitado para aportar mayores datos por la demencia senil que le aqueja. No obstante, gracias a la influencia de su acaudalada familia y con la ayuda de una colega capacitada para ejercer en Venezuela, el abogado consigue reabrir el caso. Así logra desarrollar una investigación criminalística y recrear los hechos ocultos entre de los cuales se esconde el más abominable y sórdido secreto familiar.
DE LA VIDA MISMA
Como es natural, la película no recrea absolutamente los hechos que ocurrieron en Zulia en 1982 y en ese balance de aproximadamente 20% de ficción y 80% de reproducción de la realidad, Hernández cambió los nombres y falseó algunos hechos para proteger a los protagonistas de la verdadera historia que el director conoció prácticamente desde niño.
De acuerdo con José Gregorio Hernández, para el Sebastián original esta película es una suerte de conjuro, desde el séptimo arte, para exorcizar de alguna manera la culpa de esta familia en relación al encierro injusto de un hombre inocente que luego de unas dos décadas privado de libertad murió libre, un año después.
Hernández la describe como una película “sórdida y dura, poco convencional y contada de una manera diferente”, con constantes e inesperados puntos de giro que mantendrán al espectador en constante tensión. “Solo hacia los últimos cinco minutos el público tendrá las claves para sacar sus propias conjeturas y descubrir al verdadero culpable”, reveló el galeno y cineasta.
DOS TIEMPOS NARRATIVOS
Desde el punto de vista narrativo, el discurso se mueve en dos tiempos narrativos, “son como dos películas que se cuenta en paralelo”, describió el autor. Por una parte se cuenta la historia del momento actual y por otra, la investigación criminalística que permite recrear los hechos ocurridos en el pasado, cuando el padre de Sebastián muere luego de ser secuestrado y brutalmente torturado.
En cuanto a lo estético, el director mencionó el esfuerzo por intentar trasmitir al público, por medio de “planos poco convencionales y movimientos de cámara bruscos e inesperados, la angustia que sintió Sebastián” al ir descubriendo y desgranado lo que en realidad sucedió con su padre.
VUELTA A LOS 80
En el mismo orden de ideas relacionadas con la estética, El secreto de mi amigo Sebas intenta recrear la década de los 80 del siglo XX, momento en el que se desarrollaron los hechos originales.
“Desde el punto de vista de la dirección de arte y la producción hicimos un gran esfuerzo para que el espectador pueda visualizar, vivir y evocar (o conocer, según el caso) la década de los 80. También hicimos un trabajo importante con el maquillaje, usamos maquillaje de efectos especiales y prótesis para hacer que algunos de los personajes se vieran con cierta edad en un momento y luego envejecidos unos 36 años”, contó el director.
INDEPENDIENTE Y LOCAL
Este segundo estreno del año del cine nacional corresponde a una obra completamente independiente que contó con una etapa de grabación de seis semanas, desarrollada a finales de 2013 enteramente en el estado Zulia, con la participación de talento local en combinación con actores reconocidos provenientes de otros espacios del país.
El rodaje tuvo lugar en os municipios Maracaibo, San Francisco y Santa Rita, en la Costa Oriental del Lago de Maracaibo, donde se desarrollaron los hechos.
En consideración del autor, esta obra busca proponer una reflexión a partir de los antivalores y miserias humanas que en ella se muestran. Es una película que muestra amores bizarros, distorsionados, entre personas incompatibles consigo mismas, personajes que no supieron administrar las pasiones ni el amor”, reflexionó el director, productor y coguionista.
FICHA ARTÍSTICA
El secreto de mi amigo Sebas cuenta con la actuación del primer actor William Goite (Último cuerpo, Las caras del Diablo, Azul y no tan rosa, Hasta que la muerte nos separe), acompañado de nuevas promesas del cine como Favio Mayid (Maisanta), María Antonieta Cáceres y María Antonieta Giménez.