Swing Latino: Hipócrita, sencillamente hipócrita

La primera vez que escuché esta canción de título tan lapidario nombre fue en la voz de Fernando Fernández, el hermano del gran “Indio” Fernández, director y leyenda del Cine Mexicano, del cual yo era tan fanático como del Cine Argentino. Esa canción formó parte de mi niñez pegado a la caja boba, como algunos colegas tildan a la televisión.

ANTONIO BADÚ

Han pasado 68 años desde que esa canción fue estrenada por Antonio Badú en la película del mismo nombre: Hipócrita. El nombre real de Badú era Antonio Namnum Nahes, un mexicano hijo de inmigrantes: Antonio Namnum y Virginia Nahes, de origen libanés. Lo del apellido Badú le viene de “beduino”, ya que su mamá solía llamarlo “badúe”, palabra árabe equivalente a los aventureros del desierto.

Badú, también conocido como “El Emir de la Canción”, inmortalizó la canción compuesta por Carlos Crespo en medio de una escena del memorable del film, justo cuando se la canta en medio de un baile a la protagonista de la película, Leticia Palma, una monumental actriz con la que también actúa al año siguiente (1950) en la película Vagabunda. Debemos detenernos en este punto para resaltar los arreglos musicales y el sonido utilizado en el citado film. Una obra maestra donde se destaca Badú por encima de los violines, percusión y metales de la pieza, ejecutada además por esas macro orquestas de la época, muy al estilo de Rafael Muñoz.

FERNANDO FERNÁNDEZ

Eso ocurrió a nivel de cine, pero en la radio mexicana y de Latinoamérica, el protagonista fue Fernando Fernández Reyes, quien además de cantante figuró como actor en varias películas. Fue conocido como el “Crooner de México” y –ya se dijo- era hermano de Emilio Fernández y del también actor Jaime Fernández.

A Fernández se le considera como el primer “crooner” que tuvo éxito radiofónico y discográfico. Se aclara que la palabra “crooner” proviene de EE.UU. donde se en los años 30 y 40 para denominar a los cantantes de “voz menor” pero agradable; esos que interpretaban melodías dulces con voz aterciopelada y susurrante.

Como dato curioso, los éxitos de Fernández tienen que ver con las películas cuyos temas hablan de la nocturnidad, el cabaret y el arrabal, donde precisamente el compositor Carlos Crespo era especialista. El éxito de Fernando en la radio y en la industria discográfica fue notable, en México y en otros países latinoamericanos.

Otros cantantes se han paseado por las composiciones de Crespo, particularmente la muy actual Paquita la del Barrio, quien encuentra en sus letras un motivo muy especial para zaherir a los miembros del sexo masculino, ya que en su opinión, somos algo así como “ratas de dos patas”.

Otras versiones de “Hipócrita” la encontramos en la voz de Rolando La Serie, quien la montó en su estilo en un LP de canciones rancheras. En bolero la podemos escuchar, aparte de los ya nombrados, en la voz de Los Panchos, Gregorio Barrios, Olimpo Cárdenas, Chelo Silva y “El bigote que canta” Bienvenido Granda. También la propia Leticia Palma (Zoyla Gloria Ruiz, su verdadero nombre), poseedora de una hermosa voz (nunca se dijo si doblaba) la interpretó en otro film.

CARLOS CRESPO

Uno piensa que a Crespo le deben haber montado unos “cachos” fuera de serie, a juzgar por las canciones que, aparte de “Hipócrita” escribió. A saber: “Un corazón”, “Amor de la calle”, “Escoria humana”, “Arrabalera”, “Carta fatal” y “Callejera”, a no ser que todos estos números hayan sido encargados por los productores de ese cine tan particular que surgió a finales de los 50, donde el danzón, el bolero y la conga eran invitados principales en los tugurios de mala muerte exhibidos en las películas mexicanas, que tenían como lugar común la traición, la pobreza y muchos gánsteres al mejor estilo azteca.

De Crespo se escribe que era conocido como “El canto de las pasiones”. Integrante de Los Dorados de Villa, el Trío de La Noche y el Trío Los Jaibos en su primera etapa. Fueron estas agrupaciones las que dieron a conocer los éxitos de Crespo, donde se puso de relieve, como señalé anteriormente, la misoginia, el despecho, el ambiente nocturno y las pasiones humanas.

De “Hipócrita” y su compositor opinó Antonio Badú. “El argumento del filme fue del escritor y periodista Luis Spota, quien un día en el Longchamps del Hotel Reforma me mostró el argumento de la película, aún con otro título. Días después estábamos Fernando Fernández y yo en el Regis, donde actuaba el cantante y compositor Carlos Crespo, quien nos cantó tres canciones: “Hipócrita”, “Amor de la calle” y “Callejera”. Hipócrita me gustó para título de la película del argumento me había mostrado Spota. Se lo comenté al productor Oscar Brooks, quien decidió que así se llamara la cinta y que se incluyera la canción. “Hipócrita”, bajo la dirección de Miguel Morayta, se hizo al vapor, en sólo 13 días. Creo, sin embargo, que se logró una buena película, pues fue un trancazo en la taquilla”.

Texto/Ángel Méndez