Tantas veces juramos

MAR DE LEVA

POR: FARRUCO SESTO

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Tantas veces juramos ante el comandante Hugo Chávez, públicamente, con la mano izquierda levantada, como un compromiso de vida: “Juro por el Dios de mis padres, juro por ellos, juro por mi honor y juro por mi Patria, que no daré descanso a mi brazo, ni reposo a mi alma, en esta batalla decisiva… para asegurar la continuidad de la Revolución, la transición al socialismo, la estabilidad, el progreso y la paz de Venezuela…”

¿Cuántos de nosotros no coincidimos en alguno de esos conmovedores juramentos de multitudes? Y lo cumplimos ¿no es cierto? hasta el momento presente, como patriotas bolivarianos, como chavistas de alma y corazón. ¡Que no se diga que algún momento fuimos débiles o inconsecuentes, por acción u omisión!

No lo fuimos antes, no lo seamos ahora ni nunca.

El propio Chávez nos advirtió: “…Miren, se trata de que estamos pasando un momento muy difícil, vendrán momentos más difíciles porque se trata de un camino largo el que hemos tomado. (…) Hay que pedir como pido a todos mucha calma, mucha fe, mucha fortaleza, mucha unidad, y además sintámonos llenos de optimismo, de alegría. Nosotros no tenemos ni tendremos temores, ni miedos, ni dudas, nosotros vamos a triunfar. ¡Venezuela será bonita! Esta Revolución es la vida de nuestro pueblo. (…) ¡Optimismo y reconocernos a nosotros mismos! Reconocernos a nosotros mismos, reconocernos nuestras fortalezas y también reconocer nuestras debilidades y luchar para minimizarlas, también reconocer nuestros errores y luchar para corregirlos en lo personal y en lo colectivo, pero más allá de eso, reconocernos en nuestras grandezas como pueblo, como seres humanos, como revolucionarios, como bolivarianos, reconocer los valores sublimes de nuestro pueblo, reconocer el brillo de nuestra juventud. (H.Ch. 8.8.2002)

Sí, esta Revolución es la vida de nuestro pueblo. Con sus imperfecciones y también con sus logros, esta es la Revolución, no hay otra. Óigase bien, no hay otra.

Por ella hemos jurado, para continuarla. Mas allá de las molestias e, incluso, de la diferencia de pareceres, esta es la Revolución. ¡Nos toca a nosotros defenderla e impulsarla! Es el momento de la unidad.

Y lo digo de esta manera: ¡Unidad absoluta! Las amenazas y agresiones del imperio nos obligan a estar preparados para cualquier situación. Pero en este momento específico, nuestra arma mas contundente es el voto. Cumplamos, pues, nuestro juramento: garanticemos la continuidad de la Revolución. ¡Solo juntos podemos hacerlo!

farrucosesto@gmail.com
Caracas