Terrorismo mediático contra Venezuela |La “olla” de los pasaportes: un cuento viejo y mal echado

Intentan desprestigiar al actual alto mando de la Revolución Bolivariana

El “cuento” de los supuestos pasaportes emitidos por la Embajada de Venezuela en Irak, que fueron a parar en dudosas manos, la de terroristas vinculados a organizaciones del Medio Oriente, es viejo, pero el propósito permanece actual: vincular al Gobierno Bolivariano con ISIS (Estado Islámico) para justificar una intervención extranjera.

Justo al inicio de una exitosa gira emprendida por la diplomacia bolivariana a principios del mes de febrero de este año, para afinar estrategias que permitan la estabilización de los precios del petróleo en el mercado internacional, la cadena estadounidense CNN “revive un clásico” de la canalla mediática.

Y es que la supuesta denuncia del exfuncionario Misael Alejandro de Jesús López Soto, quien trabajó en comisión en la Embajada de Venezuela en Irak de 2013 a 2015, es un viejo recurso mediático que se puso a circular desde 2015.

Ya en noviembre de 2015, tras su remoción, López Soto “informó a los medios” de la presunta emisión irregular de cédulas, partidas de nacimientos y pasaportes venezolanos a ciudadanos nativos de Siria, Palestina, Irak y Pakistán, algunos ligados a grupos terroristas. Así lo dio a conocer en una entrevista concedida a la periodista Andreína Flores para el portal ultraderechista NTN24.

En ese momento, dijo haber sido testigo de la entrega de la descabellada cifra de unos 50 mil documentos que fueron “vendidos” a un monto de 5 a 15 mil dólares cada uno. Solo basta multiplicar y sacar la cuenta para que el sentido común nos hable de un sinsentido.

Misael López no es un diplomático venezolano

Misael López no es un diplomático, pero así fue presentado por los medios. Se trata de un exfuncionario del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) que laboró bajo la figura de comisión de servicio en la referida embajada.

En los medios se publicó como “prueba” de sus aseveraciones un acta de un procedimiento interno levantado contra una funcionaria local de la embajada venezolana en Irak. Lo realmente ilícito allí fue la difusión de un documento interno de la Cancillería.

Su “alerta” sirvió para dar pie a una serie de “reportajes” en los que se aseveraba que desde algunas embajadas y con el aval de la Cancillería venezolana se estarían emitiendo documentos venezolanos de manera ilegal.

En 2015, se difundió una nota de 2003, en una componenda medinate la cual se alertó sobre la supuesta detención en Londres de Hasil Mohammed Rahaham-Alan, quien tenía una granada de mano y pasaporte venezolano. En ese momento, se trató de “actualizar” este hecho para involucrar al Gobierno Bolivariano con los ataques terroristas en París.

En el mismo reportaje basura se recuerda que “en 2008 el Departamento del Tesoro de Estados Unidos emitió un comunicado considerando extremadamente preocupante que el Gobierno de Venezuela emplea y provee refugio a facilitadores y recaudadores de fondos de Hezbollah”. Esto, por supuesto, sin tener ningún aval que pueda certificar o validar la acusación.

Este tipo de acciones vislumbraban ya la tesis del Decreto Obama, de declarar a Venezuela como una amenaza para la seguridad interna de Estados Unidos.

Según el portal Armando. Info Canadá, Líbano y Bulgaria “han detectado que miembros de grupos irregulares del Medio Oriente burlan la seguridad de sus países con pasaportes venezolanos auténticos”. Lo extraño es que no hay información oficial al respecto solo “lo que dice la prensa”.

Pero el asunto no termina allí. También involucran en la trama al Gobierno cubano.

La “periodista” Adriana Rivera llega a asegurar en su “investigación” que Cuba tiene un papel fundamental en la entrega y registro de dichos documentos, ya que desde el año 2000 ambas naciones mantienen un convenio de cooperación que incluye la seguridad y defensa de la nación suramericana.

En ese mismo artículo titulado “Miembros de Hezbolá, Hamas y las FARC viajan con doble identidad y pasaporte venezolano”, Rivera arremetió contra el actual vicepresidente ejecutivo de la República, Tareck El Aissami, para entonces gobernador de Aragua, aseverando que cuando fue

ministro del Poder Popular para Relaciones Interiores y Justicia “generó una red de lavado de dinero para encubrir el financiamiento a grupos extremistas del Medio Oriente. Además dio por sentado que durante años, El Aissami ha estado ingresando terroristas iraníes a Venezuela”.

Los artículos por supuesto están cargados de clichés, racismo, xenofobia, islamofobia e incultura, y vinculan a personas de nacionalidad iraní con el “terrorismo árabe”.

La Argentina de “los Kirchner” también fue involucrada en esta red, pero desapareció de manera automática cuando asumió Mauricio Macri e instauró un gobierno neoliberal de centro-derecha.

EN LA “CLANDESTINIDAD”

En 2015, varios medios reseñaron que Misael López hacía la denuncia desde “la clandestinidad” porque su vida corría peligro. Aún así aparece en múltiples videos y también se dejó ver en el documental de CNN.

Según el personaje “no ha denunciado formalmente estos hechos ante las autoridades de Estados Unidos ni de la Unión Europea, pero se habría comunicado en su momento con Frontex para informar que un ciudadano que tenía tres identidades iba a volar a través de la Unión Europea”.

“No estoy escondido, estoy en un país que ofrece justicia, donde hay unas autoridades a las que uno puede acudir y hay protección del Estado”, habría dicho López.

Lo extraño y difícil de creer es que alguien perseguido y en la clandestinidad tenga tan alto perfil mediático con una historia que repite desde 2015 hasta la presente fecha y que los medios desempolvan a conveniencia. Ahora para intentar sabotear la gira de la canciller Delcy Rodríguez a los países petroleros; antes para agudizar tensiones con Estados Unidos y la Unión Europea o propiciar más sanciones del Senado estadounidense parael país.

Con estas ollas mediáticas propician intervención

En enero de 2016, el diario ABC volvió a “desenterrar” la telenovela en una artículo titulado “EEUU investiga el uso de pasaportes venezolanos por radicales islamistas”. Todo muy bien ilustrado con una foto del entonces presidente iraní Mahmud Ahmadineyad y el para la época canciller venezolano Nicolás Maduro, durante la visita del Mandatario a Caracas en 2009.

El texto rubricado por el antiperiodista Emili J. Blasco, comienza así : “El mensaje era claro. Llama a Maduro y dile que me mande otra identidad, que con esta ya me han pillado. Fue el encargo que un iraquí, posible militante de Hizbolá, hizo al servicio consular venezolano cuando en febrero de 2015 la policía de Basora fue informada de que el hombre contaba con varios pasaportes falsos emitidos por las autoridades de Caracas”.

Pero no es la primera mentira de Blasco. Está obsesionado con el tema y ha intentado en sus fantasías colocar misiles iraníes en las proximidades del recinto de Cavim (Compañía Venezolana de Industrias Militares) en Maracay, donde operarían instalaciones nucleares secretas.

Es decir, hay toda una “literatura” amarillista con respecto a los nexos entre el Gobierno Bolivariano y todo lo que la islamofobia señala como terrorismo.

EL MISMO CUENTO DESDE 2015

En su escrito de 2015, que no puede llamarse trabajo periodístico, Flores dice que Misael López realizó las denuncias por “honestidad”. “Misael López se molesta de inmediato cuando se le dice que forma parte del Gobierno venezolano. Reacciona enérgicamente aclarando que es funcionario de Venezuela y no del Gobierno de Nicolás Maduro. Prefiere decir que “está cansado de que Venezuela facilite el tránsito de terroristas del Medio Oriente con pasaportes venezolanos”. Luego de presentar denuncias de manera interna ante el Ministerio de Relaciones Exteriores y no recibir una respuesta institucional, decidió girar su estrategia hacia la prensa”.

Esa será la misma razón que lo ha llevado a “echar el mismo cuento” durante casi tres años sin ninguna base ni fundamento y sin ninguna repercusión, solo los rebotes de las trasnacionales informativas de la derecha internacional enemigas acérrimas de la Revolución Bolivariana y brazo mediático de la guerra no convencional contra Venezuela y los gobiernos progresistas de América Latina.

Quieren empañar labor del Mnoal de los últimos años

Valiéndose del reportaje transmitido por CNN esta semana, donde revive el cuento con las mismas “fuentes”, ya que no han aparecido los 50 mil pasaportes emitidos por la Embajada de Venezuela en Irak según “testimonio de López”, un articulista del Nuevo Herald escribe: “Sirva este preámbulo sobre la figura de Tareck El Aissami para poner al lector en antecedentes sobre los alarmantes resultados de una investigación realizada por CNN en Español, que destapa una presunta trama de venta de pasaportes y visados falsificados en la Embajada de Venezuela en Irak, de la que se beneficiarían agentes relacionados con el narcotráfico y el terrorismo islamista (abanderado por Hezbollah, el brazo armado para las operaciones oscuras de Irán en muchas partes del mundo). Conseguían así papeles para circular libremente por el continente americano y organizar de este modo sus células terroristas y actividades delictivas. Todo ello con la connivencia del régimen chavista”.

Esto coincide con una nueva escalada de la derecha criolla, quien retoma su actividad internacional recorriendo al mundo en contra del diálogo y la paz en Venezuela y buscando una intervención militar directa en el país. Así lo demuestra la reciente declaración de Luis Almagro, secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), quien tras una reunión de dos horas con representantes de la oposición venezolana volvió a solicitar que se considere la aplicación de la Carta Democrática en contra del Gobierno Bolivariano.

T/ Redacción CO
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