Por séptimo día consecutivo, más de 100 mil estadounidenses protestan en el Palacio Legislativo en Madison para rechazar el recorte del presupuesto y los derechos sindicales propuestos por el gobernador del estado Wisconsin, el republicano Scott Walker.
A las manifestaciones se sumaron también cientos de estudiantes y ciudadanos de regiones vecinas.
Por su parte el gobernador Walker expresó en una entrevista concedida a la cadena Fox que no se dejará “intimidar” y continuará con su proyecto, el cual impone un aumento en el seguro médico y los aportes jubilatorios de los trabajadores del gobierno, incluidos médicos, policías, bomberos y docentes, y elimina los convenios colectivos de los empleados públicos.
Walker, que cuenta con el apoyo del partido Republicano y del grupo de ultraderecha Tea Party, declaró “Mantendremos nuestra posición por todo el tiempo necesario, porque en definitiva es una cosa justa de hacer”
La postura oficial sobre el duro recorte obedece a una forma de equilibrar las cuentas del Estado, cuyo déficit asciende a los 137 millones de dólares anuales. Esta iniciativa se suma a los ajustes aplicados por el gobierno del presidente Barack Obama. No obstante, los 14 legisladores del Partido Demócrata de Winconsin se niegan a dar quorum al presupuesto, por lo que salieron del Estado.
Aunque el fin de semana pasado la tensión en Madison creció debido a que miembros del Tea Party se movilizaron a favor del gobernador Walker. Para Gary Lonzo, dirigente gremial, la protesta se mantendrá “todo el tiempo que haga falta.”
A partir de las movilizaciones en Madison, los empleados públicos de otros estados como Nueva Jersey, Michigan, Tennessee, Ohio, Carolina del Norte y Montana anunciaron manifestaciones similares.
T/CO
F/Archivo