Sustituye a Matesi, abandonada por la trasnacional Tenaris y nacionalizada en 2009|El 8 de diciembre empezará a producir la empresa socialista Briquetera de Venezuela

El próximo lunes 8 de diciembre entrará en funcionamiento la empresa socialista Briquetera de Venezuela (Briqven), que hasta mayo de 2009 se llamó Materiales Siderúrgicos S.A. (Matesi), y era propiedad del consorcio argentino Tenaris. Los 136 trabajadores que han dedicado seis meses a poner a tono la planta para ese momento, aseguran que para ellos será un día de júbilo.

Ubicada en la Zona Industrial Matanzas, en Puerto Ordaz, la compañía ahora está en mano de los obreros, quienes durante seis meses se han preparado para ponerla a producir un millón quinientas mil toneladas de briquetas (piezas en forma de ladrillo) de hierro al año. Una meta que los trabajadores asumen como un compromiso con la soberanía del país, como lo deja en claro Daniel Rodríguez:

“Nuestra propuesta base es que se genere la gestión de la empresa briquetera en manos de las trabajadoras y los trabajadores, con conciencia revolucionaria, con sentido de pertenencia y con criterio nacionalista, siguiendo los lineamientos del Plan Nacional Simón Bolívar”.

RECURSO ESTRATÉGICO

No fue fácil recuperar esta empresa estratégica, pues sus antiguos dueños capitalistas se negaron a negociar con el Ejecutivo Nacional cuando se decidió su nacionalización, decretada el 22 de mayo de 2009. Durante varios años Matesi había recibido subsidios por parte del Estado, pero aun así, se mantenía en bajos niveles de productividad y la inversión era poco efectiva.

En vista de ello, el 21 de mayo de 2009, el presidente Chávez, anunció su nacionalización, luego de que fracasa varios intentos de negociación con el consorcio Tenaris. Ese mismo día, ordenó nacionalizar el resto de las empresas briqueteras de Guayana: Orinoco Iron, Venezolana de Prerreducidos (Venprecar) y el Complejo Siderúrgico de Guayana (Comsigua).

Con esta medida, el Ejecutivo Nacional absorbió este importante proceso de la cadena de producción del hierro, cuya explotación el Estado se reserva por ser un mineral estratégico para el desarrollo industrial del país. Al hacer el anunció, en medio de una reunión con trabajadoras y trabajadores del sector, el Jefe del Estado, dijo: “No hubo forma de arreglarnos con ellos. Ellos dicen que nos van a demandar no sé dónde, en la corte celestial, que vayan si quieren, pero vamos a expropiar”.

BRIQUETAS SOCIALISTAS

A una semana de reactivar la planta, y luego de seis meses de gestión obrera, un grupo de 136 trabajadores celebra el logro de haber recuperado totalmente las instalaciones. De esta manera, se suman al Plan Guayana Socialista 2009-2019 que busca la transformación de la industrias del sector aluminio, acero y hierro.

Jorge Henrique, quien labora como inspector mecánico desde hace cinco años, comentó al Correo del Orinoco que la rehabilitación consistió en dos fases fundamentales: la reactivación del equipo de enfriamiento que se encontraba totalmente destruido, y la puesta en funcionamiento del reactor principal que permitirá la producción diaria de 55 mil toneladas briquetas. Para los próximos meses se prevé la puesta en marcha del segundo reactor, que también producirá 55 mil toneladas diarias.

Hemos transformado a Matesi en una empresa socialista que pasará a llamarse Briquetera de Venezuela (Briqven), para producir briquetas socialistas. Con puro corazón nos dedicamos incansablemente a ese proceso. Desde aquí le decimos a Chávez que cuente con esta fuerza obrerista que está dispuesta a sacar adelante a este compañía”, resaltó Henrique.

Reafirma que será un día de júbilo para todas y todos, pues la mano de obra cien por ciento criolla se encargó de ejecutar la adecuación tecnológica de las diferentes áreas de la industria.

Daniel Rodríguez enfatiza que “somos una parte importante del eslabón productivo del sector siderúrgico de la Nación, por lo que no podíamos seguir permitiendo que la materia prima se continuara sacando fuera del país”.

Conscientes del peso del proceso del que ahora son responsables, las obreras y los obreros subrayan que es clave poner su producto en mercados nacionales. En sets sentido, mencionan como posibles receptores a la antigua Sidetur -también rescatada por el Estado- y a la principal procesadora de acero venezolana: Sidor.

Para lograr las metas que se han trazado, reactivará la producción en tres turnos que cubrirán, sin interrupciones, las 24 horas del día: de 7AM a 3:00 PM, de 3:00 PM a 11:00 PM y de 11:00 PM a 7:00 AM.

APOYO FINANCIERO

El Gobierno Bolivariano aprobó importantes recursos económicos para la empresa una vez que la nacionalizó por vía del Fondo de Desarrollo Nacional (Fonden), según explica Marilin Bello, actual administradora de la compañía.

“Fue un gran apoyo financiero, debido a que la trasnacional dejó la planta en el suelo”, asentó. Explicó que el Ejecutivo les transfirió 17.2 millones de bolívares “para el rearranque de la planta y el pago de los salarios de la masa laboral, de los cuales se han utilizado unos 12 millones”. Además de esto, la empresa recibió 5.5 millones de dólares destinados a la adquisición de repuestos y equipos en el exterior, imprescindibles para poner a tono la industria.

VIVIMOS EN TERROR

Isnaldo Rodríguez rememoró los días en que la corporación Tenaris administraba la la empresa -a la que ingresó hace cinco años- y aseguró que para él la expropiación se define en tres palabras: liberación, justicia y patria. Aseguró, con alegría, que la Revolución Bolivariana salvó no sólo a la masa laboral de seguir siendo vejada y atemorizada por las prácticas antiobreristas de la oligarquía, sino de que la industria fuera a la quiebra.

Rodríguez comentó que cuando la planta inició operaciones, el 17 de octubre de 2004, bajo el control de Tenari, rompió récord de producción, al alcanzar casi la capacidad instalada: un millón quinientas mil toneladas, pero al pasar del tiempo el panorama fue cambiando, pues los niveles de fabricación iban en descenso.

Esto, señaló Rodríguez, golpeó a las trabajadora y los trabajadores, debido a que sus salarios, que eran ínfimos, también iban en declive. En vista de ello, expresaron su descontento a los propietarios.

“Nos decían: ‘el que no esté de acuerdo se puede ir’, algo que no podíamos hacer, pues la mayoría somos madres y padres de familias. Por ello aguantábamos sus maltratos y el cúmulo de irregularidades que se venían cometiendo desde la constitución de la factoría. El que se rebelaba era despedido de su puesto de trabajo”, comentó el obrero, quien agregó que la trasnacional argentina también era propietaria de la actual Siderúrgica del Orinoco (Sidor) Alfredo Maneiro, nacionalizada en 2008.

Vivimos horas, días, meses y años de terror, ya que sólo se encargaban de explotarnos, mientras nos negaban todos los beneficios laborales y, además, a discutir contratos colectivos”, añadió Rodríguez. Pero de inmediato apunta que emprendieron una batalla en contra de los dueños, quienes no tuvieron otra opción que firmar un contrato colectivo. Sin embrago, lo incumplieron.

Las obreras y los obreros arreciaron su lucha, debido a que fueron burlados los logros que creían haber asegurado: planes de viviendas, tickets de alimentación, dotación de uniformes y bono de producción, entre otros

La respuesta de la trasnacional fue la paralización de las operaciones, así como de los salarios durante varios meses -en 2008- alegando que por la crisis mundial no tenían recursos para el sostenimiento del personal. Entonces, un numeroso grupo de afactadas y afectados viajó a Caracas para reunirse con la entonces ministra del Poder Popular para el Trabajo, María Cristina Iglesias, para ponerla al tanto de las irregularidades que se presentaban. También sostuvieron un encuentro con el Mandatario Nacional.

Los esfuerzos dieron sus frutos, y apenas fue nacionalizada la empresa, comenzaron a recibir sus salarios completos y regularmente. “A ellos sólo les importaba explotar el mineral de hierro y sacarlo del país, luego transformarlo en productos terminados con sus demás empresas internacionales y vendérselo a Venezuela a elevados costos”, aseguró, incisivamente, Rodríguez.

Pablo Márquez, mecánico de mantenimiento, expresa que después de la estatización ha habido distintos cambios positivos, tanto para la planta como para el talento humano, que ahora cuenta con beneficios sociales y laborales. “Ahora se hacen jornadas de alimentación con Mercal y Pdval, además, se prestan servicios de cedulación, asistencia médica y trámites de licencias, demostrando que es una empresa netamente socialista”.

Hizo hincapié en que no sólo son favorecidas las obreras y los obreros, pues también se le da acceso a las comunidades organizadas, especialmente las más desprovistas de los lugares cercanos “Así se construye el socialismo y la patria nueva”, apuntó.

TyF/Scarlet Soto

Felicito a todos los trabajadores y trabajadoras por el Rescate y Humanización de la Planta ; Briqutera de Venezuela, ya que esta materia prima, es muy crucial para la producción de Aceros en la acerias correspondientes.
Conozco el proceso productivo de las plantas Siderurgicas, ya que labore en una de ellas, en Barquisimeto, por 12años.
La briqueta Venezolana, es muy apetecible en las acerias internacionales, por que es de gran calidad, tiene 99.9% de Acero puro.
Lo dijo con propiedad, ya que tuve la oportunidad, de estar en Planta Fior, Casima, Venprecar, Sidor y matesi, y trabaje con unos austriacos, Japoneses y alemanes, y me comentaron las propiedades de nuestra Briqueta y la alta demanda en el mercado internacional.
Es muy importante la Humanizacción del Talento Humano, que trabaja en as industrias Siderurgicas,debido al alto Riesgo que estan sometidos, implantar programas, médicos preventivos, así como las sociales,comunitarias.
Les deso mucho éxitos en su nueva Gestión