A pesar de bajo rendimiento de la Kennebec por lote de semillas afectadas|Carabobo garantiza 10 millones de kilos de papa para el consumo de tres meses

La producción de papa lograda en los valles de Chirgua abastecerá el consumo interno por tres meses, pese a los contratiempos que tuvieron que enfrentar los productores durante la cosecha, aseguró Aldemaro Ortega, presidente de Asopapa Carabobo.

“Nosotros en Chirgua vamos a mantener nuestro aporte al consumo nacional; hubiésemos podido superarlo, pero los problemas generados con los lotes de semillas que se dañaron no nos lo permitieron”, aseveró.

Dijo que esta población carabobeña arrima, entre la papa de consumo fresco y la de uso industrial, unos 22 millones de kilos. Sin embargo, aclaró que de esa cifra, poco más de la mitad le corresponde a la agroindustria, porque esta tiene sembrada una mayor extensión de terreno.

“La agroindustria siembra 680 hectáreas, que le rinden 12 millones de kilogramos de papa, y el Gobierno financia el cultivo de 300 hectáreas que se pueden traducir en 10 millones de kilogramos de papa para el consumo nacional. Esa cifra la vamos a mantener, a pesar de todos los inconvenientes que tuvimos”, recalcó.

RENDIMIENTO Y SELECCIÓN

De los 27 productores de papa para consumo fresco que hay en el estado, enumeró Ortega, solo 10 han obtenido en sus parcelas un buen rendimiento. “Esto indica que el rendimiento óptimo de la cosecha pasa por una buena selección de semillas”, enfatizó el también director de la Federación Nacional de Productores de Papa de Venezuela.

Aquellos que no reportaron dificultades con las semillas, acota, tuvieron un rendimiento sobre los 20 mil kilos por yaotubehectárea, mientras que a los que tuvieron que reponérselas, o que se les pudrieron en la tierra luego de sembrarlas, están entre 10 mil y 12 mil kilos por hectárea. “De 8 mil kilos para arriba es bueno, no hay pérdidas, pero pudimos haberlo hecho mejor”, reiteró.

Esgrime que se cosechó primero la Atlantis porque esta variedad, que es para uso industrial, “no presentó problemas”, y algunos productores aprovecharon el tiempo al máximo y comenzaron a sembrar temprano. “Si la Kennebec, que es la de consumo fresco, hubiese llegado sin problemas, el cultivo fuera equitativo”, contrastó.

Además de los inconvenientes con las semillas que, en su criterio, se están superando, existen otros factores exógenos, como el clima, que también afectaron la producción de papa en la entidad: “En este tiempo tuvimos unas condiciones climáticas adversas; sigue el fenómeno del niño afectando la producción de diferentes rubros en el país, pero aquí estamos venciendo los contratiempos”.

INCENTIVOS

Pero no todo ha sido tan malo, refuta, pues gracias al diálogo con las autoridades, se concretaron varios beneficios para las productoras y los productores. “Debo reconocer el apoyo del ingeniero Nelson Sira en la discusión del precio final de la papa, que de una manera armónica y consensuada se acordó pasarlo de 14 bolívares a 28 bolívares por kilo”, apuntó.

Además comentó que para la zafra que comenzó esta semana, el Estado financió los sacos donde se coloca el producto para ser distribuido, “que están muy costosos y son difíciles de conseguir”, y asumió el costo del flete para realizar el traslado desde las parcelas hasta los centros de almacenaje.

“Esto demuestra que cuando hay diálogo entre el productor y el gobierno, todo lo que nos propongamos lo vamos a poder lograr. De manera que nos mantenemos optimistas y estamos dispuestos a mejorar para tener mayores rendimientos”, resumió.

No obstante, sostiene que para impulsar aún más la siembra, el Ministerio de Agricultura y Tierras debería ofrecer cada año un premio o incentivo al productor papero que obtenga mejor rendimiento por hectárea, tal y como lo hace la empresa privada. “Eso motivaría mucho más”, pondera el dirigente.

PAPA TODO EL AÑO

Ortega expresa que al concluir la cosecha de papa en Carabobo, inicia la del estado Lara, y una vez que finaliza en Lara arranca en los estados andinos (Mérida, Táchira y Trujillo). “La cosecha tiene en cada estado un ciclo de 90 días, lo que nos permite tener papa durante todo el año”, agregó.

En Lara, aclaró, el precio de la papa alcanza los 40 bolivares porque ahí tienen otras condiciones de financiamiento y “eso hace que paguen una tasa de interés mucho más alta”. De igual forma, alega que por no tener garantizados los insumos, estos deben comprarlos en las casas comerciales al precio que sea.

A eso suma el costo de los fletes, que es más alto que en Carabobo, porque ahí las distancias entre las parcelas donde se cultiva y los centros de almacenaje son mucho más largas. “Por eso cada estado tiene costos de producción diferentes”, resaltó.

PARTICIPACIÓN

El vocero señala que para el año que viene la situación puede mejorar si en este momento se hacen los correctivos pertinentes, entre los que destaca la participación de los productores en la selección de las semillas que se importan de Canadá, “como se hizo en los dos años anteriores”. Gracias a eso, adujo, para aquel momento se logró un rendimiento de 20 mil kilos por hectárea. “Lo que se trata es de trabajar con corresponsabilidad y no dejar todo en manos del Estado. Si triunfamos, triunfamos todos, si fracasamos, fracasamos todos”, reflexionó.

Además sostiene que la semilla debe llegar a tiempo al país para que no haya tardanza en los ciclos de siembra y por ende, retraso en la recolección: “Se puede lograr que la semilla esté aquí el 15 de noviembre, el año pasado llegó el 22”. Igualmente, estima prudente “aumentar la capacidad de distribución de semillas para incorporar nuevos actores”.

El stock natural en semillas, añade, es de 10 mil toneladas, pero en el país se están recibiendo 7.500 toneladas. “Podemos aumentar la capacidad de siembra, sobre todo en el estado Táchira, si aumentamos la compra de semillas e incorporamos a las asociaciones de productores y se le siguen suministrando semillas a las comunas agrícolas que hacen vida en los estados andinos”, sugirió.

NUEVA IMPORTADORA

Indica que también es imprescindible que el Estado considere importar las semillas a través de una empresa distinta, debido a los inconvenientes que, según alega, se han presentado con la industria canadiense que ha venido ofreciendo sus servicios en los últimos años.

“Nosotros vamos a solicitar en los próximos días al señor ministro que se revise a la empresa Jenkins Ingham, porque este año no se trajo la calidad óptima que estamos acostumbrados a recibir, y si se tiene que sustituir, que busque otras empresas, que en Canadá hay suficientes”, sentenció.

Es importante, añade el dirigente gremial, que en lo que se determinen las toneladas de semillas que se van a cultivar, se calcule inmediatamente la cantidad de fertilizantes necesarios, “de manera que el productor los tenga a tiempo en los depósitos de almacenamiento”. Dice que se debe trabajar de manera organizada para que los fungicidas, herbicidas e insecticidas, también lleguen de manera oportuna.

T/ Héctor Escalante
F/ Ángel Dejesús

no hay papel higienicooooooo