Proponen realizar un referéndum consultivo|Expertos recalcan que alza de la gasolina sería bien recibida pero debe ser debatida

El ajuste del precio de la gasolina sigue siendo tema de debate público. Recientemente, el presidente Nicolás Maduro declaró no tener ningún apuro para tomar una decisión al respecto, lo cual generó nuevas reacciones. El economista Alfonso Álvarez señala que el precio de este recurso derivado del petróleo se ha mantenido fijo en los últimos 18 años, frente a los precios de los demás bienes y servicios, que han variado durante todo este tiempo. Con base en ese desequilibrio y las distorsiones presentes, manifiesta que “se debería realizar un ajuste”, aunque reconoce que la proximidad de las elecciones parlamentarias seguramente pudiese posponer esa decisión.

Un incremento implicaría mejoras notables. Explica que el Estado venezolano realiza un fuerte subsidio que impide generar ingresos extraordinarios al Fisco Nacional, los cuales, según el especialista, impactarían en el Producto Interno Bruto (PIB) de forma significativa. “Si el nuevo precio de la gasolina para el consumidor final fuese de Bs 2,7 por litro para cubrir los costos de refinación de Pdvsa, por ejemplo, esto generaría al Fisco Nacional ingresos adicionales superiores a los 7.700 millones de dólares, impactando al PIB en más de 2 puntos”, calculó.

Ese nuevo ingreso, reflexiona, “permitiría al gobierno obtener más recursos y de esta manera, se podrían potenciar los planes para la expansión productiva, y además se asignarían mayores recursos para las bases de la misiones”. Pero la decisión de aumentar o no, añade, debe ser aprobada por toda la población. “El Gobierno Nacional está en capacidad de convocar a un referéndum consultivo, para que se exprese el pueblo a través de la participación democrática y directa en torno a esta materia”.

PREPARADOS

Álvarez estima que el país está preparado para asumir una medida de incremento, en caso de que se llegase a aprobar. Manifestó que recientemente la consultora Hinterlaces presentó una investigación en la que se observa que “la población está de acuerdo con un incremento en el precio de la gasolina” y que el respaldo sería de 60%”.

Según el economista, esa reacción se debe, en parte, a que desde el primer trimestre de este año “se han estado difundiendo, a través de los medios de comunicación, piezas publicitarias respecto a la necesidad de incrementar el precio de los hidrocarburos, que han facilitado la comprensión del pueblo”.

No obstante, aduce que “la principal preocupación que ha manifestado el pueblo reside en el impacto inflacionario que un incremento sobre este recurso pudiese generar, así como el destino que se le den a esos ingresos”. Al respecto, recordó que “el subsidio a la gasolina es regresivo, e impacta considerablemente al pueblo trabajador que utiliza los medios de transporte públicos, en contraposición a las y los poseedores de vehículos particulares”, por tanto, estima que de aprobarse el aumento, “se deben acelerar aún más las mejoras en todo el sistema de transporte masivo”.

PRECIOS DE REFERENCIA

El precio de la gasolina, detalla el analista, “responde exclusivamente a una política interna y soberana de cada nación, y este, a su vez, depende de las políticas públicas y económicas, así como de los objetivos y metas establecidos en los planes nacionales de cada país”. Sin embargo, precisa que el estudio de los precios internacionales “sirve como indicador estadístico” para realizar análisis comparativos y tomar decisiones efectivas y racionales que afectan las políticas económicas, bien sea de forma directa o indirecta.

“Un ejemplo de ello es la perversión creada en la frontera colombo-venezolana respecto a la extracción de gasolina desde nuestro país, debido al fuerte subsidio”, reseñó. Tal situación, aduce, genera un impacto negativo que afecta, entre otras cosas, las políticas cambiarias, incitando la devaluación de nuestra moneda en cuanto a la formación de un mercado paralelo de divisas y un incremento de todo tipo de actividades ilícitas en torno a la gasolina y otros rubros, “que perjudican las metas económicas establecidas en el plan de la patria”.

Insiste en que la dispersión de los datos a escala mundial nos ayuda a entender comportamientos cuantitativos, pero no así datos de orden cualitativo (social, cultural, entre otros). El precio promedio mundial, comparó, está alrededor de 1,04 dólares, siendo Noruega, por un lado, quien registra el precio más alto del mundo, con 1,84 dólares y Venezuela, por el otro, quien ostenta el más bajo, con 0,015 dólares. “¿Se podría entender cómo generar precios de referencia, entre dos naciones con ingresos per cápita tan dispares como Noruega y Venezuela?”, cuestionó.

AL FINAL DE LA LISTA

Refiere el economista Luis Matos que cuando los medios de comunicación internacionales y los portales especializados en economía escriben sobre los precios de la gasolina a escala mundial, “suelen colocar el precio de cotización en Venezuela al final de la lista, como algo que ya ni siquiera es curioso y, muy acertadamente, lo excluyen de cualquier promedio global, regional o grupal que al efecto calculen”.

Las comparaciones que puedan hacerse con otros bienes o servicios para analizar progresos recientes y hacer vaticinios a breve plazo, argumenta, no toman en cuenta a nuestro país, porque nuestros resultados “solo serían calificados como ridículos”.

Por tal motivo, alega, “se asombran en otros países cuando incluyen la gasolina en las comparaciones de precios de alimentos, medicinas, productos de uso común y salarios”. Además, asegura que “se enojan o se ríen cuando nos enseñan que la tinta de impresora cuesta más del doble que la sangre humana, y que se paga más por el agua embotellada que por el petróleo”.

Según el analista y docente universitario, los precios actuales de la gasolina nos dicen que el promedio mundial actual es de 1,10 dólares por litro. Detalla que los países con mayor precio son Noruega, con 2,05 dólares; Hong Kong, con 1,94 dólares y Holanda, donde se ubica en 1,90 dólares.

Por otra parte, agrega que “en los países europeos la gasolina está sobre los 1,40 dólares; en los países latinoamericanos cuesta entre 0,60 y 1,50 dólares y en Canadá y Estados Unidos el precio oscila entre 0,70 y un dólar”.

Comenta que, por ser exportadores netos de la materia prima de la gasolina, los llamados países petroleros la venden en alrededor de 0.40 dólares el litro: “En Arabia Saudita y Kuwait, donde es considerada como muy barata, se consigue entre 0,16 y 0,24 dólares”.

En Venezuela, contrasta el especialista, la gasolina alcanza un “precio increíble” de 0,02 dólares, “cifra que, adicionalmente, está basada en el dólar a 6,30 bolívares y que además está mal redondeada, porque en realidad es algo más de 0,01; es decir, un céntimo de dólar”.

COMPARACIONES

Matos indica que con un dólar a precio Simadi, que al cierre del jueves se ubicó en 198,31 bolívares se adquieren en Venezuela más de 2.200 litros de gasolina. “Ese precio es menor a medio milésimo de dólar”. Cualquier comparación de precios de gasolina con alimentos, medicinas y otros bienes, esgrime, “nos confirman que eso es lo que realmente pagamos por litro de gasolina en Venezuela”.

Dice que “con lo que cuesta un kilo de queso podemos comprar en el país 8 mil litros de gasolina; 300 litros con lo que cuesta una pan de canilla y 100 litros con lo que cuesta un plátano”.

Asimismo, describe que con lo que cuesta una bolsa de cereal de maíz se compran 850 litros de gasolina; 1.000 litros con lo que vale un litro de jugo artificial y 700 litros con el dinero equivalente a un kilo de leche en polvo, de paso, “a precio regulado”.

Al economista le parece trágico y cómico a la vez que “en Venezuela la gran mayoría no tiene vehículos y, por ser los propietarios de ese petróleo, están pagando la gasolina que se regala al transportista, al dueño de la buseta, y al de la camionetota que tiene para gastar en lujos, pero que llena su tanque, mientras 3 millones de venezolanos, dueños también de ese petróleo, padecen hoy de malnutrición”. En su opinión, esa situación “debe solucionarse de inmediato”.

Insiste en que no podemos seguir creyendo “esa falacia de que si aumentan la gasolina, aumenta todo”. De hecho, refiere que en menos de 18 meses, “manteniéndose este ridículo precio de la gasolina”, cualquier carrera de taxi ha elevado su costo en más del 200%. “Y ni pensar en el transporte de carga; mucho menos en los costos de esos otros artículos necesarios para el trabajo diario, como papel de impresora, discos compactos, bolígrafos, y la ropa”, agregó.

El experto señala que solo en costos de refinación y transporte, nuestra gasolina supera fácilmente los seis bolívares el litro, y si se incluye la venta al detal, esta llegaría a siete. “Aun así, estamos regalando el petróleo de todos los venezolanos a la minoría que posee vehículos”, enfatizó.

AUMENTO INMEDIATO

En criterio de Matos, es necesario aumentar el precio de la gasolina en lo inmediato. “Si esperamos los supuestos tres años para implantar vehículos a gas, entre la tecnología y otros mitos como el carro eléctrico y la futura baja mundial del precio del petróleo -convenientemente difundida por la prensa internacional y sus verdaderos amos- nos harán regalar unos cuantos millones, que no son nuestros, a quienes no necesariamente hoy lo disfrutan”.

Asimismo, señala que el aumento no debería hacerse por partes iguales, y que se tendría que recibir lo más pronto posible, como mínimo, el 50% de esa nueva cifra. Luego, en menos de 12 meses, estima que la misma debe llevarse al costo, bien calculado.

Además, señala que este debe seguirse ajustando, según la inflación mundial, dos o hasta tres veces al año. Sobre el valor, calcula cuatro bolívares serían razonables, en principio, pese a que sigue siendo demasiado barata. “A cuatro bolívares el litro, seguimos regalándola, y sigue siendo un negocio exportarla por los caminos verdes, pero el riesgo sería muy grande para muchos”, puntualizó.

PRECIO ABSURDO

El economista Maxim Ross asegura que la propuesta del aumento de la gasolina viene manejándose desde hace unos 20 años, sin llegar en todo este tiempo a una acción definitiva por considerarlo un tema altamente sensible. “Después de El Caracazo, que fue en 1989, y del golpe del 92, el tema de la gasolina quedó escondido” y “se convirtió en un tabú, en un mito, un misterio terrible”, reflexionó.

Para el analista, quien fue director del Instituto de Comercio Exterior entre 1972 y 1977, es completamente absurdo mantener el precio de la gasolina congelado. “Si tú vas a una bomba, llenas el tanque del carro con lo que cuestan prácticamente dos café. Con la inflación, incluso, se ha ido haciendo más grande la brecha entre el precio de la gasolina y el precio de lo demás”, argumentó.

Por ello no cree que una decisión de esa índole afecte, desde el punto de vista económico, en mayor medida a la población. “Si tú multiplicas el precio de la gasolina por mil, todavía no tiene un impacto económico suficiente, porque el precio es absolutamente infinitesimal, marginal”, resaltó. Donde quizás tenga mayor repercusión, “y seguramente el Gobierno ya tenga una solución para negociarla”, advierte, es con el sector de transporte de carga pesada.

En cuanto a lo político, aduce que la factibilidad de aprobar un aumento “va a depender de la agilidad que tenga el gobierno para convencer a la gente de que eso tiene sentido”. Probablemente, avizora el experto, la decisión esté vinculada con algún tipo de “subsidio, pago o aumento de salario”.

SUBSIDIOS INTERNACIONALES

Pero más allá de la viabilidad política y económica, Ross -también editor de los informes Coyuntura y Coyuntura Internacional- encuentra un componente geopolítico relacionado con los subsidios internacionales que, a su parecer, pudiese complicarle al gobierno tomar la decisión del aumento.

“¿Cómo es que se le va a aumentar el precio a los venezolanos de uno de sus productos más importantes, cuando se lo venden barato a casi toda la región del Caribe?”, cuestionó.

Sostiene que es contradictorio, por un lado, tener una política de subsidio con Cuba y con República Dominicana, entre otras naciones, y por otro, decidir que se elimine el subsidio de la gasolina en Venezuela. Si el Gobierno se sincera, esgrime, “la población venezolana debería recibir esto con mayor aceptación”.

Otro elemento que debe aclararse, enfatiza, es la utilización de los fondos que ese incremento genere. “El Gobierno tiene que convencer a todos los venezolanos, no solamente a los que apoyan al gobierno, de que ese aumento va a ir en beneficio de todos, independientemente de sus ideologías políticas”, acentuó.

En ese sentido, considera aceptable desarrollar una de las propuestas que han surgido en torno al tema, la cual plantea que, “si se aumenta la gasolina, los recursos que se generen allí, que van a ser más o menos importantes, formen parte de un fondo social que tenga una aplicación general para toda la población, y no solo para la comuna socialista o para fines políticos”.

Según el especialista, ese fondo debería tener una participación significativa de la sociedad venezolana. “Ese fondo podía ser manejado paritariamente por diputados de la oposición y diputados del Gobierno, aunque eso es muy difícil de esperar en un momento tan polarizado como en el que estamos”, valoró. No cree que eso deba tener una apreciación refrendaria ni de gobierno de calle. “Cuando los gobiernos son buenos gobiernos, saben lo que hay que hacer”, sintetizó.

COSTOS DE PRODUCCIÓN

No hay gasolina más barata en el mundo que la venezolana, afirma Ross, porque todo el mundo ha ido ajustando. “Ahí tenemos el caso de Irán, que tenía un problema parecido y ajustó el precio de la gasolina, con un mecanismo de subsidio que fue eliminando”, ejemplificó.

Destaca que la escogencia del precio puede variar de acuerdo con los principios que se consideren más oportunos. Un primer criterio, menciona, sería “colocarle un precio con base en lo que cuesta producirla en Venezuela”. No obstante, señala que eso no bastaría, porque “siempre hay que tener un margen de ganancia adicional para cubrir las necesidades de inversión futuras”.

Dice que Venezuela “tiene un gran atraso” en refinerías, porque no se ha invertido en ellas. “Nosotros hicimos las refinerías únicas de este país en los años 50, y después más nunca”, refirió. Al respecto, sugiere “agregarle a la gasolina un pequeño excedente para crear un fondo de acumulación que permita hacer inversiones en refinerías”.

Otro criterio -aunque más extremo, reconoce el economista- sería utilizar el precio de exportación de otros países como referencia para calcular el aumento. “Eso es muy sano, técnicamente, porque tendría la ventaja de equipararse con el resto del mundo, pero ahí el aumento sí tendría que ser sustancial”, analizó.

Si la decisión estuviera en sus manos, el autor del libro “¿Capitalismo Salvaje o Estado Depredador?” señala que eliminaría el subsidio y establecería, en una primera escalada, un precio con base en los costos de producción.

“Después establecería un precio que cubra ganancias relativamente pequeñas y costos de inversión, y luego me iría acercando a un precio de exportación, de manera que a la vuelta de uno o dos años Venezuela tenga ya un precio de referencia vinculado a los mercados internacionales”, propuso.

PPT APOYA REAJUSTE

Las y los representantes de los partidos políticos también se han expresado sobre el tema. La secretaria nacional de organización de Patria Para Todos, Ilenia Medina, estima que el precio actual de la gasolina “no está ajustado al valor del recurso”; por tal motivo, considera que el Ejecutivo de pensar en un reajuste.

Recordó que la gasolina es un producto que deviene de la transformación del petróleo, y como el contexto internacional petrolero “es hostil” en este momento, nosotros nos vemos afectados por ese colapso de los precios, lo que ha significado una “reducción de más del 50% de las divisas” en el país.

Sin embargo, señala que mucho antes de que eso ocurriera, PPT venía planteando la necesidad de revisar los precios del petróleo y la gasolina. “Entendíamos que era necesario, antes de tomar una decisión, que el pueblo debatiera, porque sentíamos que el pueblo estaba consciente de que es necesario ajustar el precio de la gasolina a su valor real”, dilucidó.

Estimaban en aquel entonces que había aspectos que debían ser evaluados correctamente, como la estructuración del precio y la organización del sistema, por ejemplo, para evitar que la “visión especulativa” no impactara sobre el transporte, particularmente en el transporte de alimentos.

SISTEMA ELECTRÓNICO

En este momento hay varias propuestas, reseña la dirigente del PPT, pero lo que fundamentalmente les preocupa es que el ajuste de la gasolina “no sea un elemento especulativo y que los recursos lleguen a donde tienen que llegar”.

Refiere que tras conversar con varios empleados de estaciones de servicio, estos manifestaron que si se aumentaba el precio del combustible, ahora tendrían que manejar mayores cantidades de dinero en efectivo, pero reconocieron que ese riesgo podía minimizarse con la implementación de un sistema electrónico de compra.

De acuerdo con Medina, el país está en condiciones de crear ese tipo de mecanismo. “Con una tarjeta se podría comprar la gasolina y eso iría directamente a Pdvsa. Las estaciones de gasolina solo gerenciarían el servicio”, asintió.

Otro punto importante, agrega la militante pepetista, es el destino de esos recursos: “El Gobierno debería presentar, de una manera muy estructural y organizada, cómo se van a administrar esos recursos, a qué sector van a llegar”.

Indica que a las trabajadoras y los trabajadores de las estaciones de servicio, por ejemplo, “hay que atenderlos mejor”. Muchas estaciones, asiente, no son gerenciadas por Pdvsa, sino por cooperativas u otras individualidades que están dentro de su red de servicios, y a veces las y los trabajadores de estas “son subpagados”.

En su opinión, el ajuste del precio de la gasolina “no debería tomarse desde un punto de vista específico, sino que más bien debe ser integral, y permitir visualizar a todo el sistema, incluyendo la recuperación del transporte que hace un servicio público”.

Hace unos años, recordó, evaluaron la posibilidad de que “ese transporte que hace un servicio público en el país, pero que es manejado por el sector privado”, utilizara gas, pero no se ha sabido nada más al respecto. “Eso vale la pena revisarlo”, acentuó.

REFERÉNDUM CONSULTIVO

Para Ilenia Medina es necesario resguardar la perspectiva popular en torno al ajuste del precio de la gasolina. “Nosotros sugeriríamos que se hiciera un referéndum consultivo rápidamente -y el CNE puede colaborar en esto- porque eso pudiera ayudar mucho a que el Presidente vaya blindado y que el pueblo sea copartícipe y responsable de esa decisión”, apuntaló.

En la medida en que los mecanismos de la administración pública estén más blindados, aduce, y que la gente tenga mayor capacidad de participación en la toma de decisiones, “es más difícil que ocurran hechos de corrupción”.

COPEI: ELIMINAR CONTROLES

Por su parte, el presidente de Copei, Roberto Enríquez, señaló que el aumento de la gasolina “es realmente peligroso” si no se realiza en el contexto de un conjunto de reformas económicas que tengan como prioridad fortalecer el poder adquisitivo de las venezolanas y los venezolanos.

“Nosotros creemos que debe haber una política de reformas integrales basadas en la eliminación gradual del control de cambio y del control de precios, para que los empresarios puedan empezar otra vez a producir en el país”, declaró. Asimismo, considera que debe eliminarse “el control del salario”. Dijo que en el partido verde vienen promoviendo una ley de compensación salarial, “para que los salarios vayan aumentando equitativamente con la inflación, hasta que esta se controle porque haya suficiente oferta de bienes y servicios”.

Las brechas fiscales por el ajuste del precio de la gasolina, en su opinión, “pasan por que haya una política integral  de relanzamiento de nuestra economía y de reformas económicas que atiendan fundamentalmente a los sectores populares y a las clases medias”.

El dirigente opositor insiste en que si no se tiene en cuenta ese planteamiento y se siguen aplicando medidas parciales, “lamentablemente el impacto sobre la economía va a ser muy grande y la inflación va a ser explosiva”.

PROPICIAR DIÁLOGO

Por otra parte, indicó que el aumento de la gasolina debe ser ampliamente discutido en todo el país por todos los sectores antes de acordar un precio. No obstante, opina que al Gobierno “no le gusta hablar, sino imponer”, lo que, en su criterio, dificulta llegar a un acuerdo nacional.

El dialogo en torno al tema de la gasolina -refiere el vocero de Copei- “es fundamental”, sobre todo si sirve para rectificar. “Si el Gobierno es incapaz de reconocer sus errores estaríamos en una nueva frustración para el país, y eso no es lo que queremos”, precisó.

Comenta que “si se va a dialogar, tiene que ser para que haya disposición a escuchar y a rectificar en aquello que le está haciendo un daño terrible al país, que se expresa en la inflación más alta del mundo, en unos niveles de desabastecimientos salvajes y en el empobrecimiento de todos los venezolanos”.

PJ DEMANDA PLAN DE AJUSTE

De acuerdo con Tomas Guanipa, secretario general del partido opositor Primero Justicia, la discusión del aumento de la gasolina lleva casi dos años y todavía no termina de tener ninguna consecuencia. “Es una medida que han anunciado tanto que es como el cuento del lobo, que pareciera que no va a terminar de llegar”, ilustró.

A su parecer, los discursos gubernamentales en torno al tema han sido contradictorios: “Hugo Chávez dijo durante 14 años que en Venezuela no había que aumentar la gasolina, porque las rentas petroleras daban suficientes ingresos para poder subsidiarla. Resulta que este gobierno reconoce que el precio de la gasolina no es el precio adecuado frente a una crisis que hoy estamos teniendo, lo que demuestra que antes estaban engañando a la población”.

Guanipa comparte la hipótesis de la reestructuración económica y aduce que el ajuste del precio del combustible tendría que ser consecuencia de un plan de ajuste y de una política integral donde -entre otras cosas- se pueda combatir la corrupción. “Con lo que se ha invertido en armas -compradas a Rusia por más de 15 mil millones- hubiésemos resuelto otros problemas”. Además asegura que “con los regalos que se han hecho a otros países a través de la renta petrolera, hubiésemos podido tener una gasolina barata, sin necesidad de aumentarla”.

Más que estar en contra del aumento de la gasolina, dice que lo que en su organización partidista rechazan “son las políticas económicas del gobierno”, porque en criterio de sus militantes, estas no han dado la talla.

Afirma que en la frontera venezolana “se está viviendo un drama” por causa de esa situación. “Yo vengo de visitar el estado Táchira, y ahí la gente hace larguísimas colas para poder obtener gasolina” lo que “demuestra el nivel de deterioro en el que está la calidad de vida de los venezolanos”, reseñó.

El representante de PJ asiente que el entendimiento de las razones por las que se ha llegado a esta situación también tiene mucho que ver con “el rechazo a las políticas económicas” que, en su opinión, solo afectan a los venezolanos comunes. “Lo que hay es un profundo rechazo por desconfianza”, acentuó.

EL MAS AÚN NO OPINA

Mientras no haya un pronunciamiento definitivo del Gobierno en torno al tema de la gasolina, el MAS no fijará posición, expresó María Verdeal, vicepresidenta de esa organización política opositora. “Para que el MAS emita una opinión seria al respecto, tenemos que saber cuál es la propuesta que está haciendo el Gobierno y cómo se va a hacer. No podemos adelantarnos a algo que desconocemos”, sentenció.

Dijo que en el partido están a la expectativa, tal y como lo está -en su opinión- todo el pueblo de Venezuela, “por no saber qué es lo que se va a hacer y cómo se va a hacer”. Esgrime que “el problema en sí no es el aumento de la gasolina, sino la generación de un nuevo incremento del pasaje -que ya se hizo- y de los repuestos de los vehículos, básicamente”.

De acuerdo con la vocera, “todos los precios se han disparado en los últimos meses sin que se haya aumentado la gasolina; de hacerse efectivo el incremento pudieran volver a incrementarse, y eso sería otro duro golpe para el pueblo venezolano”.

El Gobierno “en lugar de decir que está implementando un paquetazo en materia económica, lo ha ido haciendo a cuentagotas”, asintió.

En criterio de la dirigente masista, las medidas económicas que se tomen no pueden ser aisladas. “La situación económica del país es grave, independientemente de la caída de los precios del petróleo, y de que somos un país monoproductor, que dependemos de las importaciones y de que se acabó con el aparato productivo nacional, todo eso se tiene que analizar”, apuntó.

Seguir tomando “medidas aisladas”, y no hablarle claro al país, reitera, “es un grave error”. Lo fundamental para poder reactivar la economía, aduce, es cambiar el modelo económico. Verdeal asegura que el modelo prevaleciente “fracasó y ya no tiene corrección”. No obstante, indica que el Gobierno “insiste en la posibilidad de seguir a trocha y mocha con algo que no tiene más salida”.

T/ Héctor Escalante
F/ Héctor Rattia, Jonathan Manzano, archivo CO y cortesía Maxim Ross y Luis Matos

. Igualmente quiero dejar claro que soy chavista, ex miembro del MVR y ahora PSUV, pertenezco a una UBCH (patrulla de gobierno de calle), pero hay un problemas, el comandante eterno y supremos Hugo Chávez nos enseñó la crítica y la autocrítica, y nos enseñó a abrir los ojos. Por ultimo Señor Presidente Maduro No se deje llevar por esta partida de majaderos en los que se malgasto el papel haciéndoles este reportaje.

  • En conclusión quiero decir y dejar bien claro y reitero estoy de acuerdo con el aumento de la gasolina pero de manera escalonada para ir adaptándonos a nuestra nueva realidad, como lo hace el gobierno cuando aumento el sueldo, el cual lo hace de igual manera, es decir en forma escalonada. Que nos subsidien parte de lo que con sacrificio hemos conseguido y nos merecemos. El presidente Chavéz dijo “no hay necesidad de aumentar la gasolina”. Quieren ingresos, bueno que salgan los fiscales de tránsito a las calles y multen a todos los conductores que no usen el cinturón de seguridad, que no respeten el rallado peatonal, las señales de tránsito, pero eso si mosca con el matraqueo, porque de lo contrario todos los ingresos se van para las casas de otros y para la cuenta del estado como sucede en la frontera con Colombia. (Continua)

  • Si el autobús es tuyo, cuando tus hijos se montan seguro estoy que les exoneras el pasaje, no igual para los hijos de María la del barrio. Con esto quiero dejar bien claro que si PDVSA es de los venezolanos al igual que el petróleo que allí se procesa porque carajos te que pagar mi gasolina al precio que le cuestan a los Chinos, a los Españoles, a los Judíos o a los Gringos y a los Colombianos. Con respecto al contrabando de extracción que sucede hacia Colombia, pregúntense varias cosas:
    • Vean cómo viven los funcionarios y guardias nacionales adscritos a esa frontera.
    • Para que sirve entonces tanta tecnología adquirida, como el satélite miranda, por ejemplo, si no podemos asegurar una frontera.
    • Entre otras cosas más que se me ocurren y que por razones propias no voy a contar. (continua)

  • Yo si estoy de acuerdo con el aumento de la gasolina, pero lo que no estoy de acuerdo es que se aumente sin anestesia a precios internacionales que uno de los según ellos expertos charlataneros y seguramente escuálido dice en el texto o como dice otro de los expertos “a 4 bs de una vez el litro y que no bastando con eso que la aumenten según la inflación o 4 veces por año”, verdaderamente que yo me quedo sorprendido como estos verdaderos mercenarios de la información crean las condiciones para que cuando el presidente Nicolás Maduro decida de una vez aumentar la gasolina, se nos prenda un estallido social como le ocurrió al para entonces presidente Pérez. NO TENGO PORQUE PAGARLA AL PRECIO INTERNACIONAL, porque seguro estoy que si la panadería es tuya, el pan que te llevas para tu casa no te cuesta igual que el precio que tuvo que pagar Pedro Pérez por el mismo pan, (Continua)

  • Ya los chóferes de autobuses ya aumentaron el pasaje, las panaderías el pan, hay un aumento desmesurado de todo los articulos de primera necesidad, cuando aumenten la gasolina ya ustedes verán como vuelven a aumentar sin importarle un carajo lo que diga el gobierno. Otra cosa los que van apagar ese aumento de la gasolina van a ser los que viven en los cerros de toda la metrópoli.

  • La medida mas prioritaria es crear una nueva opcion con nuevo precio que considere el consumo promedio de 50 litros y 100 litros por vehiculo particular a precio 50 y 100 bolivares, lo que permitira la adaptación manteniendo el octanaje, aportando atributo de limpieza o mejor calidad que invite al usuario concientizarse y usar la nueva gasolina sin estar obligado a hacerlo, todos estamos de acuerdo y de esta manera no daremos a la opocición la razon para generar disturbios por ser una elección libre, los recursos que se generen deben llegar a beneficiar al venezolano de pie en el suelo, para de esta manera llevar las transformaciones de la mano con el pueblo.

  • Por la premura escribí que los precios en colombia y los nuestros se influyen positivamente, me salté «o negativamente». Aprovecho para explicitar que entre esos problemas están el contrabando, en este caso de gasolina, el cual a su vez acarrea daños de orden económico y social, el bachaqueo hacia afuera, etc,etc

  • Cuando se leen la diversidad de criterios en torno al problema se entiende por qué se tarda tanto en tomar decisiones. Los expertos dejan aspectos fuera de sus planteamientos y los políticos, solo tratan de enredar las cosas y terminan con soluciones absurdas y hasta irresponsables en algunos casos. Lo que si es cierto, creo yo, es la urgencia por atacar el problema. Dado que es de orden multifactorial y complejo, debería nombrarse un grupo de trabajo transdisciplinario por encima de la cuestión partidista, integrado por profesionales capaces y honestos que trabajasen en un período de tiempo para presentar sus recomendaciones. Se agrega, en coincidencia con el comentario anterior, que objetivamente los precios en Colombia y los nuestros se influyen positivamente, allí surgen una gran parte de los problemas y todo eso tendría que considerarse. Creer que podemos hacer una economía desligada de aquella es una ingenuidad y si queremos avanzar, hay que pisar firme sin dejar de ver adelante

  • La gasolina debe aumentarse a precios internacionales, porque si la aumentamos a un precio por debajo de mismo en Colombia vamos a seguir en lo mismo, lo unico será que las pérdidas se reducirán y ¡¡OJO!! que al poco tiempo de aumentarla en Venezuela será aumentada en la frontera colombiana, con cualquier excusa, porque esto no se trata de otra cosa para Colombia que un negocio.