El presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro, manifestó este domingo que las relaciones entre China y Venezuela demuestran que otro mundo es posible, y que pueden darse relaciones de respeto y aprendizaje mutuo entre ambos países.
“Con China tenemos una relación de respeto, de humildad, de aprendizaje mutuo (…) China es un ejemplo evidente de que otro mundo es posible, con relaciones verdaderamente humanas y que puede consolidarse una potencia sin ser imperio”, expresó durante una rueda de prensa efectuada en el Salón Ayacucho, del Palacio de Miraflores, luego de una reunión entre delegaciones de las dos naciones.
El Dignatario Nacional aseveró que el país asiático es un ejemplo que con relaciones humanas respetuosas “podrá construirse otra humanidad, y los seres humanos verán que quede atrás el viejo método del saqueo desarrollado por otros países, y se desarrolle un mundo de respeto a las culturas y la convivencia pacífica».
Maduro calificó al país asiático como la potencia económica emergente del siglo XXI, cualidad que fue reconocida por el Comandante Supremo, Hugo Chávez, quien “con sus dotes de profeta anunció desde los años 90 que China iba a ser potencia mundial en el siglo XXI, sin saquear ni dominar pueblos”.
Finalmente, el Mandatario nacional catalogó como fructífera la jornada de trabajo realizada con Xi Jinping, quien arribó en horas de la tarde a Caracas.
El presidente Maduro concedió la Orden Libertadores y Libertadoras de Venezuela, a su homólogo chino Xi Jinping, “en virtud de su cooperación en proyectos de cooperación ente ambos países y apoyo constante a la Revolución Bolivariana. logrando afianzar lazos de hermandas y cooperación para la construcción de un mundo pluripolar”.