Tercer día de manada feminista en las calles: recuerdan al Poder Judicial español que ‘no es no’

Hoy han sido 35.000 o más personas en Pamplona, pero el tsunami de indignación que recorre España de norte a sur y de este a oeste parece no tener fin tres días después de que se hiciera pública la sentencia contra la manada. Cientos de miles de personas han participado en las concentraciones y manifestaciones, también en el extranjero, que tratan de explicar al Poder Judicial que en la España de 2018 no es no, y que cinco hombres que acosan y violan a una mujer en un pasillo angosto de madrugada no es abuso, es violación.

Las calles de Pamplona se han llenado de mujeres y hombres vestidos de negro que desfilaban desde el palacio de (in)Justicia -como rezaba la convocatoria- hasta la plaza del Castillo tras una pancarta con el doble lema Ez dago gure hitza epaituko duenik (No hay quien juzgue nuestra palabra) y No es abuso, es violación. Nosotras te creemos.

OTRA VÍCTIMA DE LA MANADA LOS ACUSARÁ

Mientras, en la localidad de Pozoblanco, la otra supuesta víctima de La Manada -que fue vejada y agredida en mayo de 2016, sólo dos meses antes de lo ocurrido en la fiesta de San Fermín- rompió su silencio en el periódico digital El Español y advirtió que seguirá adelante con la denuncia que presentó.

“Voy a llegar hasta el final con el juicio. No quiero hundir a nadie, pero sí que se haga justicia. La chica de Pamplona no está sola. Yo estoy a su lado”, señaló.

LOS JURISTAS SE DEFIENDEN

Mientras arrecian las críticas contra el sistema judicial y contra la aplicación de la ley de los jueces, desde las asociaciones y agrupaciones de profesionales de la justicia cundió la preocupación ante la ola de críticas contra su labor.

El vocero de la Asociación Profesional de la Magistratura (APM), Celso Rodríguez, lamentó los ataques sin que antes se hubiera leído la sentencia, que -aseguró- “no es un churro, que no son tres ideas al azar, sino que está bien construida, aunque se pueda discrepar sobre lo que dice de la intimidación. La calle ha reaccionado con una dimensión pocas veces conocida. Es la reacción más virulenta e impulsiva contra una sentencia que recuerdo”.

Desde la asociación Francisco de Vitoria, su vocero, Raimundo Prado, también tildó de “desproporcionada” la reacción social y política, recordando que además del repudio generalizado a los jueces se ha abucheado públicamente al ministro de Justicia, Rafael Catalá, y a otros representantes de la judicatura.

“Estas reacciones sólo reflejan una falta de educación general y cultura democrática que recuerda a la ley de linchamientos del Oeste”.

Mientras que el portavoz de la progresista Jueces para la Democracia (JpD), Ignacio González Vega, advirtió que “es legítimo que la sociedad se indigne, pero la crítica pública debe estar fundamentada con un cierto rigor y no basada en falacias o falsedades”.

La Asociación de Fiscales advirtió por su parte que “aunque no se compartan las decisiones judiciales, merecen todo el respeto, ya que constituyen un pilar fundamental del Estado de Derecho y de la democracia”.

Y se lamenta la “facilidad con la que, en tantas ocasiones, se desprecia la labor de los jueces y fiscales; se realizan juicios paralelos; se tiene la tentación de legislar a golpe de noticia; se realizan manifestaciones carentes de rigor; se produce la intromisión en la labor jurisdiccional de representantes políticos e institucionales; y, especialmente en este caso, las manifestaciones realizadas por el Ministro de Justicia, que tiene como responsabilidad fomentar la confianza en las instituciones”.